Bogotá — Mucho ruido ha generado en los mercados financieros los trinos y pronunciamientos del presidente de Colombia, Gustavo Petro. Quizá el más sonoro fue el 5 de octubre, cuando habló de imponer impuestos transitorios a los capitales golondrina para evitar su salida del país.
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Ese miércoles (en el que el Dane reveló el dato de inflación en septiembre) Petro intentó demostrar que las alzas de tasas de interés del Banco de la República no tuvieron éxito en su afán por controlar la inflación y quiso explicar que dichas alzas buscaban era ofrecer a los extranjeros unas tasas mejores a las que podían encontrar en Estados Unidos.
Fue en ese punto que el presidente Petro planteó la idea de “un impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”, un comentario que no cayó bien en los inversionistas extranjeros y que se asoció con un interés por imponer un control de capitales.
Rápidamente el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, le salió al paso a las declaraciones del presidente y fue enfático en decir que “en Colombia no habrá control de capitales”. Aseguró la noche del 6 de octubre que “el Gobierno no va a proponer un control de cambios ni va a proponer un impuesto a los egresos de capital. No hay ningún temor para los inversionistas internacionales y celebramos que los capitales extranjeros entren al país para invertir en TES. Ellos son hoy en día los principales inversionistas.
Al cierre de septiembre la inversión extranjera de portafolio en Colombia mostró un acumulado de US$2.714 millones, sin embargo, en la semana del 26 al 30 de septiembre se fueron capitales golondrina por US$447 millones. Ocho días antes (septiembre 21) el acumulado era de US$3.161 millones.
Las cifras de la balanza cambiaria del Banco de la República muestran que la inversión extranjera de portafolio terminó el 7 de octubre (2 días después del trino) en US$2.815 millones, es decir, una semana después de la estampida de los US$447 millones de capital golondrina, retornaron al país US$102 millones.
No obstante, fue durante la semana siguiente cuando más se habló de si se impondrían o no restricciones a la salida de capitales. Las cifras de la cambiaria del banco central colombiana muestran que el acumulado de capitales golondrina terminó el 14 de octubre en US$2.733 millones, es decir, US$82 millones menos frente a la semana inmediatamente anterior.
Un informe de Anif advierte que “el panorama económico de Colombia se encuentra en un momento de grandes dificultades. A los ya conocidos problemas de estabilidad fiscal, de presiones inflacionarias -impulsadas en parte por el crecimiento excesivo de la demanda interna- y de vulnerabilidad externa, hoy empiezan a sumarse los problemas de devaluación del peso, de encarecimiento de la deuda, de percepciones de mayor riesgo que se refleja en debilitamiento de la cotización de los bonos y activos nacionales”.
Así mismo, dice el documento que “el hecho de que el mercado pierda apetito por la deuda de Colombia y se deshaga de los TES del país, a la larga significa que no va haber plata para financiar el déficit externo ni los ambiciosos proyectos sociales que plantea el Gobierno Nacional, o que se buscará financiarlos a través de más impuestos. Sin fuentes de financiación ahí sí estaríamos hablando de una crisis cambiaria”.
