Noruega está lista para reanudar conversaciones sobre la provisión de apoyo financiero para proteger al Amazonas luego de la elección de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil.
El país tiene la intención de conversar con el nuevo gobierno los pasos necesarios para reabrir el Amazon Fund, una iniciativa de conservación iniciada con Alemania en 2008, dijo el ministro de Medio Ambiente de Noruega, Espen Barth.
“Hemos observado claras señales positivas de la campaña de Lula en relación con las iniciativas políticas destinadas a reducir rápidamente la deforestación en la Amazonia. Esto es globalmente significativo”, dijo Barth en una respuesta por correo electrónico a preguntas. “Damos la bienvenida a Brasil como socio global en los esfuerzos para reducir la deforestación”.
Noruega y Alemania detuvieron su colaboración hace dos años para protestar las políticas de Jair Bolsonaro, que incrementaron la deforestación en una región clave para reducir las emisiones de carbono.
El Fondo, gestionado por el banco de desarrollo brasileño BNDES, fue creado para recaudar donaciones destinadas a inversiones no reembolsables en la prevención, vigilancia y lucha contra la deforestación.
Lula, que era presidente cuando se lanzó originalmente el fondo, se comprometió a trabajar por la “deforestación cero” de la Amazonía en su primer discurso tras vencer por poco al actual Bolsonaro en la segunda vuelta de las elecciones el domingo. El mandatario electo dijo que está abierto a la cooperación internacional para salvaguardar la selva, promoviendo inversiones e investigaciones científicas condicionadas a estar bajo el liderazgo brasileño.
“No nos interesa la guerra en nombre del medio ambiente, pero estamos dispuestos a defenderlo de cualquier amenaza”, dijo Lula el domingo por la noche. “Demostraremos una vez más que es posible generar riqueza sin destruir el medio ambiente”.
Lula también dijo que sus gobiernos anteriores lograron reducir la deforestación de la Amazonia en un 80%. La nueva administración reanudará la vigilancia para combatir el desmonte y las actividades ilegales en la región, como la minería, la extracción de madera o la producción agrícola inadecuada, dijo.
La deforestación de la Amazonia, con tendencia al alza en los últimos años, alcanzó un récord en el primer semestre de 2022. Bolsonaro ha desmantelado los equipos gubernamentales encargados de velar por el cumplimiento de las normas ambientales y ha eliminado las protecciones legales para varios tipos de territorios indígenas, incluidos los que están en estudio y a la espera de reconocimiento legal, lo que ha suscitado el escrutinio internacional y ha frenado la financiación de iniciativas globales.
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