Lula electo presidente de Brasil: Qué esperar de las relaciones con Chile

Con el triunfo del líder de izquierda se espera un cambio en términos de énfasis respecto al actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro

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Santiago — Brasil eligió a Luiz Inácio Lula da Silva como su próximo presidente. El exlíder sindical venció por un margen ajustado al actual mandatario y su contrincante, Jair Bolsonaro, en la segunda vuelta del domingo.

El resultado de la votación no solo tuvo relevancia para Brasil, sino también en toda América Latina. El país representa la mayor economía de la región.

Para Lorena Oyarzún, académica de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, la victoria de Lula representa un nuevo giro a nivel regional. Con Lula da Silva nuevamente en el poder se espera un cambio en términos de énfasis respecto al actual jefe de Estado, Bolsonaro.

“Como vimos en sus gobiernos anteriores, todo su staff en la política exterior, principalmente a través de su exministro de Relaciones Exteriores Celso Amorim, pusieron bastante énfasis en su papel como global player o en el ámbito internacional. Eso será algo que retomarán: volver a la palestra regional y global, tener una voz que, como vimos con Bolsonaro, en el último tiempo se ha retraído”, dijo la experta.

Su gobierno se caracterizó por ser crítico del multilateralismo, incluso de las organizaciones internacionales, en una línea similar al expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. Cuando el multimillonario no ganó la reelección en 2021, el gobierno de Brasil perdió a un poderoso aliado, dijo Oyarzún.

Un escenario diferente a los gobiernos anteriores

Lula fue elegido presidente por primera vez en octubre de 2002. Durante su mandato se opuso a mantener un modelo económico parecido al de su predecesor, Fernando Henrique Cardoso.

El líder de izquierda no enfrentará el mismo escenario de hace dos décadas. Coincidió con un boom en los precios de los commodities, lo que trajo mayores ingresos a algunos países de Latinoamérica.

Hoy, los gobiernos están preocupados por una posible recesión global, luego de que los bancos centrales elevaron simultáneamente las tasas de interés para responder a la inflación.

Asimismo, los países de América Latina enfrentan procesos de cambios internos. Por eso, Oyarzún considera que la agenda internacional no estará en el primer tramo para el próximo gobierno de Brasil, que además encontrará una nación “polarizada” y con un porcentaje significativo de opositores.

Jorge Sahd, director del Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica, cree que desde el punto de vista político el triunfo de Lula significaría el regreso de “Marea Rosa” en América Latina, donde las seis principales economías de la región (Brasil, Colombia, Chile, Perú, Argentina y México) estarían gobernadas por líderes de distintas fuerzas de izquierda.

“A diferencia de la década del 2000, ese triunfo de Lula podría significar algunos contrapesos de la relación de América Latina con EE.UU. Pero no será una reedición de lo que ocurrió en la década del 2000 porque hoy los ciclos políticos son más cortos”, dijo.

¿Qué impacto tendrá sobre Chile?

Brasil y Chile establecieron relaciones diplomáticas desde 1836, firmando su primer acuerdo, el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, en 1838. Esta larga relación se consolida con el Acuerdo de Libre Comercio (ALC) suscrito entre ambos países en noviembre de 2018.

Brasil es fundamental para Chile porque es su principal socio comercial en la región y el principal destino de las inversiones extranjeras chilenas a nivel mundial; por lo tanto, las relaciones entre ambos países son relaciones de Estado que deben no tener mayor variación según los gobiernos de turno”, explicó Sahd.

Sin embargo, el gobierno de Bolsonaro aún no acepta las cartas credenciales del embajador chileno Sebastián Depolo. El presidente brasileño ha criticado a su homólogo chileno, Gabriel Boric, con quien discrepa ideológicamente.

“El triunfo de Lula también debiera destrabar el problema del nombramiento del embajador de Chile en Brasil, que ha sido un error, un problema de la política exterior”, dijo el académico.