Los argumentos para votar a Lula da Silva, según una prominente empresaria brasileña

Patrícia Villela Marino dice que va a votar al Partido de los Trabajadores por primera vez y que el ex presidente es el último bastión de defensa de la democracia en Brasil

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Este artículo forma parte de una serie con la visión de dos empresarios sobre los candidatos presidenciales. Lea también el artículo de Tallis Gomes, a favor de Jair Bolsonaro, haciendo clic aquí.

“Tengo 52 años, soy abogada y empresaria cívico-social-medioambiental. Estoy casada con un representante de una de las familias con mayor responsabilidad en el país, tengo un hijo de 10 años, para quien quiero dejar mi contribución hacia un país más seguro y menos desigual. Soy hija de un político que luchó por la redemocratización en los años 70, y mi gran referencia en la vida pública es el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, con quien desarrollo iniciativas sociales dentro y fuera de Brasil.

Mi familia y yo nunca renunciamos a nuestra patria. No hemos cambiado Brasil por un exilio de lujo en el extranjero. Trabajamos cada día por nuestro país, por la garantía de los derechos humanos de las personas más sencillas y el sostenimiento de la democracia. Creemos en la importancia de poder tener opiniones diversas, preferencias diferentes, pero un solo principio: la defensa del Estado de Derecho, la libertad, la vida, la salud, la familia y el diálogo.

Nunca he votado al PT. Especialmente por el apoyo del partido a dictaduras como las de Cuba y Venezuela. Hoy, sin embargo, Luiz Inácio Lula da Silva es el último bastión de la defensa de la democracia en Brasil.

Bolsonaro ya ha dejado claro que pretende seguir los pasos de dictadores como el derechista Viktor Orbán en Hungría o el izquierdista Hugo Chávez en Venezuela. Ambos fueron elegidos democráticamente para luego controlar el Tribunal Supremo, aumentando el número de jueces, corromper al Congreso con maniobras, como ocurre con el presupuesto secreto en Brasil, y manipular a las fuerzas policiales a través de sus contactos con el submundo de las milicias.

La tan temida “venezolanización” de Brasil, créanme, está llegando al país a través de la extrema derecha que actualmente nos gobierna. Tenemos un liderazgo populista que desacredita las instituciones electorales, no respeta la autonomía del Poder Judicial, trivializa la violencia y da su aprobación para que los ciudadanos comunes se armen y tomen las calles empoderados, pensando que pueden tomar la ley en sus manos. Llamemos a las cosas por su nombre: el domingo (23), un aliado del presidente perpetró un atentado contra el Estado de Derecho con 20 disparos de fusil y tres granadas contra la Policía Federal.

Parece que lo hemos olvidado, pero en los últimos tres años hemos perdido 687.700 vidas en Brasil a causa de la pandemia del Covid-19. Las acciones del presidente Jair Bolsonaro, como dijo el Dr. Drauzio Varella en un video reciente, no fueron sólo negacionismo: fueron activismo para la propagación del virus.

¿Cómo podemos olvidar la agonía que sufrimos al contar muertos cada día? La asfixia de ver a la gente sin oxígeno en Manaus y la negligencia del poder público para proporcionarlo... ¿Quién se acuerda de la espera por la vacuna y del hecho de que el actual presidente ni siquiera ha aparecido públicamente tomando su dosis o visitando algún hospital?

El bolsonarismo ha ido corroyendo las instituciones y el tejido de la sociedad brasileña como un cáncer, desmantelando las políticas públicas de bienestar social, educación, salud y medio ambiente.

Para los que piensan que la economía va bien, iría mucho mejor si hubiéramos recibido las inversiones que nunca llegaron aquí a causa de los incendios en la Amazonia y las masacres de indígenas y de indigenistas.

Votar a Lula es poner fin a todo esto. Significa defender el Estado de Derecho democrático. Hoy, Lula representa la democracia - con sus imperfecciones, dada la propia naturaleza humana de quienes la defienden”.

* Es presidenta del Instituto Humanitas360, una organización que trabaja para reducir la violencia, promover el compromiso cívico y la transparencia de las instituciones, y fundadora de Civi-co, una comunidad de empresarios, organizaciones y activistas cívicos socioambientales.

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