Bogotá — Rusia anunció la suspensión de su participación en el acuerdo de tránsito seguro para las exportaciones de productos agrícolas ucranianos desde tres puertos del mar Negro, informó la agencia Interfax, citando una declaración del Ministerio de Defensa que denunció un “ataque terrorista” contra la flota rusa en Crimea.
Según informó Bloomberg News, el Ministerio de Defensa de Rusia dijo que un dragaminas de la Armada recibió daños menores por un ataque “masivo” con drones contra su flota del Mar Negro en Crimea, y acusó al Reino Unido de ayudar en el ataque, sin ofrecer pruebas. Frente a lo anterior, el Reino Unido negó cualquier implicación.
El Gobierno de Ucrania reaccionó indicando que lo sucedido no es una sorpresa y acusó a Rusia de retirarse de la iniciativa que habían acordado para la venta externa del grano ucraniano, ello teniendo como pretexto un ataque contra sus instalaciones en Crimea, específicamente en Sebastopol.
El pronunciamiento lo hizo el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba, a través de su cuenta de Twitter, donde además pidió a todos los Estados que exijan a Rusia que ponga fin a sus “juegos de hambre” y vuelva a comprometerse con sus obligaciones:
Recordemos que este acuerdo permitió que salieran nueve millones de toneladas de granos, lo que ha aportado en la disminución importante del precio del trigo. Además, se esperaba a mediados de noviembre una renovación del acuerdo si ninguna de las dos partes se oponía.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), que ha brindado todo su apoyo al acuerdo y que ha manifestado en sus pronunciamientos el impacto positivo del mismo al garantizar la alimentación de muchas personas y al evitar que haya una mayor población en la pobreza extrema, ya hizo una declaración al respecto, a través de su portavoz Stéphane Dujarric: “Es vital que todas las partes se abstengan de cualquier acción que pueda poner en peligro el Acuerdo de Granos del Mar Negro”.
En días anteriores, el secretario general de la Organización, Antonio Guterrés, había manifestado que si la comida y los fertilizantes no llegan de forma inmediata lo que vendrá será un efecto dramático en la producción y los costos de lo alimentos, lo que pasaría de una crisis sobre el precio a una crisis de disponibilidad.