Bogotá — Coltejer, controlada por el grupo mexicano Kaltex y considerada una de las firmes textiles más emblemáticas de Colombia, no contempla su liquidación a pesar de su profunda crisis que se manifiesta en que mantendrá paralizada su operación en el mediano plazo.
La compañía informó este viernes que “dentro de la expectativa razonable de continuidad de negocio, no ha tomado la decisión de liquidarse ni disolverse, por lo que, sus actividades se concentran en la sostenibilidad”.
La firma textil, fundada en 1907 en Medellín, busca alivianar el pasivo y administrar los activos que tiene para soportar esta coyuntura.
Coltejer es un ícono de la grandeza que alguna vez construyó el país en el sector textil y de confección con mano de obra colombiana, pero que ahora está perdiendo el pulso contra los productos importados y de contrabando.
Ahora, Coltejer sobrevive mediante el arriendo de bodegas y adelanta la promoción de la venta de los lotes, ambos ubicados en el municipio de Itagüi, en el departamento de Antioquia.
La compañía también ha decidido enajenar el lote ubicado en el Barrio Enciso en Medellín, en donde estaban ubicadas las emblemáticas letras de Coltejer sobre el cerro.
“Respecto al trámite de la solicitud de despido colectivo de los trabajadores se informa que el mismo está en proceso de la emisión del concepto técnico y económico por parte del Ministerio del Trabajo”, indicó.
De acuerdo a las cifras de Coltejer, en 2021 la compañía registró una pérdida neta de $120.923 millones, en tanto que en 2020 esta fue de $94.631 millones.
Entre tanto, la pérdida operativa el año pasado fue de $76.835 millones, mientras que en 2020 esta llegó a $67.747 millones.
Los ingresos operacionales de la compañía presentaron una disminución de $57.904 millones o del 77%, en línea con una baja de las exportaciones y las ventas a clientes tradicionales.
La compañía analiza que el sector textil se ha visto fuertemente afectado por fenómenos que van desde los altos costos de las materias primas y la mano de obra, hasta los impuestos, la “desprotección gubernamental” en materia de aranceles, entre otros.
“La competencia internacional, sigue pisando fuerte y representando la mayor amenaza del sector. Las importaciones de textiles y materia prima en el año 2021 aumentaron un 70,2% respecto al año inmediatamente anterior”, agregó.
En mayo la compañía textil había informado que estaba preparando un despido colectivo, pero en ese momento no precisó cuántos empleos serían eliminados.
Coltejer operaba al cierre de diciembre de 2020 y 2019 con dos plantas productoras en el país ubicadas en los municipios de Itagüí y Rionegro, Antioquia.
En estas plantas contaba con 815 empleados, de los cuales siete eran practicantes o aprendices. En 2019, antes de la pandemia de coronavirus, la compañía tenía 1.078 trabajadores.
La suspensión de las actividades productivas de la emblemática compañía textil Coltejer expuso el declive que vive la industria local que se profundizó durante la pandemia.
El impacto del contrabando, la altísima importación de textiles de Asia y África, así como el golpe de la pandemia en las finanzas de las empresas, muestran la cruda realidad de un sector que ayudó a construir la historia del país.
