Bogotá — El exjefe negociador de paz y excandidato presidencial colombiano, Humberto de la Calle, consideró este jueves en Bogotá que no es necesario que el Gobierno del presidente Gustavo Petro desembolse $60 billones para la compra de tres millones de hectáreas para los campesinos puesto que en el acuerdo con las Farc se pactaron los mecanismos que podrían nutrir ese Fondo Nacional de Tierras.
“Con un estudio muy sesudo se llegó a la conclusión de que casi el 50% de esas tres millones de hectáreas se pueden obtener, entre comillas, gratuitamente. Simplemente arrebatándole a los mafiosos y a los narcotraficantes la tierra que hoy posee, que es la mejor de Colombia”, respondió a Bloomberg Línea Humberto de la Calle en un foro de sostenibilidad.
“Yo no quisiera interpretar que el Gobierno va a desistir de los otros mecanismos”, apuntó.
En ese sentido, se refirió también “al famoso tema del ogro de la expropiación”, al señalar que en los acuerdos firmados en 2016 con la exguerrilla de las Farc no se cambiaron esas normas.
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“Nosotros no cambiamos en La Habana las normas sobre expropiación, son las tradicionales, incluso desde el imperio romano, es que realmente esa es una discusión un poco llena de fanatismo”, dijo.
En días pasados, la ministra de Agricultura, Cecilia López, reconoció durante un debate de control político que “comprar 3 millones de hectáreas en cuatro años es imposible” y dijo que la meta para el cuatrienio es apuntarle a adquirir entre 1 millón y 1,5 millones.
Una de las dudas que persisten es de dónde saldrán los recursos para poder financiar la compra de estos terrenos.
“Petro hizo unas cuentas de servilleta diciendo que eso valdría $60 billones y me parece que ahí hay un error enorme”, dijo De la Calle.
A propósito de este punto, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, descartó que el mecanismo de compra sean los TES puesto que esto “no está autorizado” y no se puede aumentar más el endeudamiento público.
“No solo digo que es imposible, sino que no podemos debilitar el propósito que está plasmado en el acuerdo”, comentó el exnegociador de paz.
“Por eso pactamos que lo que sí es necesario mejorar es la capacidad del Estado de obtener esas tierras de manera rápida y no en medio de procesos interminables de 10 o 15 años”, insistió.
Según comentó Humberto de la Calle, al Fondo de Tierras ya han ingresado cerca de 1,9 millones de hectáreas, de las cuales 400.000 se han entregado a comunidades étnicas.
Además, hay alrededor de 1,2 millones de hectáreas ya disponibles para los campesinos y para “ir cumpliendo las metas del Fondo de Tierras”.
De la Calle se refirió a una “indemnización histórica” y destacó que “Colombia no puede estar al margen de los procesos de reforma rural que ya se cumplieron en otros países vecinos. Este ya fue un tema que fue cancelado y superado”.
“Desafortunadamente la élite durante siglo y medio ha abortado todos los intentos de buscar dignidad para esas familias campesinas (…) a mí me sorprendió mucho la ceguera de esta élite cuando tratábamos de explicar esto desde La Habana, que insistía en mantener simplemente el dominio de la tierra, muchas veces no con un criterio productivo, económico, sino de dominio territorial y a veces, hay que decirlo, en asociación con grupos de narcotraficantes para preservar corredores del tránsito de la droga”, afirmó.
Su visión sobre el tema del petróleo
Sobre el tema del petróleo, De la Calle manifestó que, si bien comparte la visión general del Gobierno frente a la necesidad de avanzar en la transición energética, se aparta del cronograma propuesto.
“Me parece que Colombia no debería sobrellevar el peso de la transición, que es muy duro, desde el punto de vista económico, porque me parece que acá hay que hacer un llamado a la comunidad internacional: quienes ya se enriquecieron con la naturaleza nos tienen que dar la mano”, manifestó el senador.
Para De la Calle, es una paradoja el hecho que Colombia no es impulsor de la mayor contaminación, pero sí es destinatario “de los rigores del cambio climático”.
No obstante, si se prescinde del petróleo “el golpe a las finanzas públicas es absolutamente tremendo”.
“Colombia de alguna manera, y eso está mal, vive fundamentalmente de la exportación de carbón, petróleo y gas, luego ese golpe a las finanzas públicas podría terminar afectando la propia política social del Gobierno”, señaló.
Por lo anterior, cosideró que en este momento lo que se necesita realmente son unas “normas coactivas de la comunidad mundial, una cierta forma de gobernanza mundial”.
“¿Qué ganamos en Colombia con preservar la selva amazónica si llegase a ganar el señor (Jair) Bolsonaro (en las elecciones de este domingo en Brasil)? Entonces son esfuerzos que se anulan y en ese sentido yo creo que Colombia en lo que sí debe trabajar es en un cronograma realista y en una gestión diplomática para obtener una mayor justicia ambiental”, apuntó.
