Bloomberg — En el mercado del Tesoro de Estados Unidos parpadea una clásica señal de advertencia de recesión, ya que el rendimiento del bono a 10 años cayó por debajo de la del bono a tres meses, un hecho poco frecuente que indica que los inversores anticipan las nefastas consecuencias económicas de la campaña antiinflacionista de la Reserva Federal.
En la jornada del miércoles, el bono a 10 años cayó hasta 0,08 puntos porcentuales por debajo del bono a tres meses en las operaciones estadounidenses, después de registrar breves y menores retrocesos el martes y a principios de agosto. Los mínimos del día para ambos rendimientos se alcanzaron poco después de que el Banco de Canadá subiera su tasa de interés oficial en medio punto porcentual, menos de lo esperado.
Los retrocesos en este segmento de la curva del Tesoro suelen producirse al final de los ciclos de endurecimiento de la Reserva Federal, ya que los pagarés a tres meses siguen el tipo de política monetaria, mientras que los costos de los préstamos a más largo plazo reflejan las expectativas de crecimiento económico e inflación.
Mientras que otros segmentos de la curva de rendimiento ampliamente observados, como el de dos a 10 años y el de cinco a 30 años, han invertido bruscamente durante gran parte de este año, la Fed está siguiendo este segmento más de cerca.
“Ciertamente estamos en un territorio donde el barómetro oficial de la curva de rendimiento de la Fed generará preocupaciones”, dijo Gregory Faranello, jefe de negociación y estrategia de tasas de EE.UU. en AmeriVet Securities. “La Fed definitivamente observará esto, y existe la sensación en el mercado de bonos de que pronto reducirán el ritmo de las alzas de tasas y darán un paso atrás”.
Todavía se espera otro aumento de tres cuartos de punto desde el rango actual de 3% a 3,25% para la reunión de política de la próxima semana, según los contratos de swaps que hacen referencia al evento, pero los operadores están divididos sobre si el movimiento posterior será de 50 o 75 puntos básicos en diciembre.
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