Bloomberg — El panorama electoral de Brasil se está estrechando en los últimos días de cara a la segunda vuelta, a medida que el presidente Jair Bolsonaro reduce la brecha con Luiz Inácio Lula da Silva, según una nueva encuesta.
La encuesta en cuestión, publicada por Quaest el miércoles, muestra que Lula obtendría el 52,1% de los votos válidos (es decir excluyendo los votos nulos y en blanco) frente al 52,8% de la semana pasada. Bolsonaro, por su parte, obtendría el 47,9%, frente al 47,2% anterior, según el sondeo.
La elección en la economía más grande de América Latina está llegando a la cuerda floja, a medida que ambos candidatos intentan reducir el apoyo del otro en la recta final. Este mes, Bolsonaro lanzó una serie de medidas de última hora, como la ampliación de las ayudas sociales a medio millón de familias y el aumento de la asistencia a los taxistas, en un intento de mejorar el sentimiento de los votantes sobre la economía.
Según Thomas Traumann, consultor político y columnista con sede en Río de Janeiro, esto puede estar dando sus frutos.
“Este tipo de política es muy eficiente en las elecciones brasileñas y normalmente da puntos extra al oficialismo cuando llega el voto”, dijo Traumann.
Por su parte, Lula ha tratado de capitalizar los errores cometidos por el presidente y sus aliados en los últimos días. Criticó la postura pro-armas de Bolsonaro y su retórica belicosa y dijo que contribuyó a un violento enfrentamiento este fin de semana entre la policía federal y Roberto Jefferson, un antiguo legislador y partidario incondicional del presidente.
Después de subestimar el apoyo a Bolsonaro en la primera ronda de votación, algunos encuestadores han modificado su metodología y ajustado sus muestras representativas en un intento de mejorar la precisión para la segunda vuelta del 30 de octubre. Sin embargo, los pronósticos siguen siendo muy variados, y otras encuestas realizadas esta semana indican que el impulso del presidente se está desvaneciendo.
El país se prepara para el último debate presidencial televisado del viernes, aunque la mayoría de los votantes ya se han decidido. Según Quaest, sólo el siete por ciento de los encuestados dijo que estaría dispuesto a cambiar su voto.
Quaest entrevistó a 2.000 personas entre el 23 y el 25 de octubre, y la encuesta tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
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