Bloomberg Línea — La migración hacia economías más sólidas ha sido un común denominador tras los principales embates de la pandemia del Covid-19. Al cierre de 2020 había en el mundo aproximadamente 281 millones de migrantes internacionales, es decir, el 3,6% de la población mundial, según el Informe sobre las Migraciones en el Mundo 2022, de Naciones Unidas.
El mismo informe señala que para 2020 un poco más de 30 millones de latinos residían fuera de su región, siendo Estados Unidos el país principal, con 25 millones en condición de migrantes. En términos generales, y fuera del fenómeno migratorio, el US Census indica que son 62 millones de latinos los que viven en ese país.
Estas cifras soportan que el envío de remesas hacia los países de la región tengan un buen comportamiento año tras año, en especial en 2022, cuando la fortaleza del dólar ha depreciado las monedas locales.
Bloomberg Línea revisó los indicadores de remesas internacionales en Colombia, Ecuador y Perú, encontrando que sus economías ya han visto una inyección de US$10.221,03 millones en divisas por este concepto. Venezuela también aparece en el panorama, aunque sus cifras varían de acuerdo al reporte.
Colombia lidera
El país andino recibió en total hasta agosto de 2022 US$6.122,07 millones, de acuerdo a los reportes publicados por el Banco de la República, siendo el de mayor ingresos por este concepto entre el análisis realizado.
Para 2021, por ejemplo, las remesas habrían significado el 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que en 2014 esta cifra era del 1,1%, según un artículo publicado por el emisor, en el que se destacó que el incremento de remesas el año anterior “estuvo asociado a las ayudas ofrecidas a los hogares durante la pandemia en los países donde residen los emigrantes (...) y la acelerada depreciación de la tasa de cambio del peso frente al dólar y el euro fueron otro estímulo para el mayor envío de remesas hacia el país”.
Ecuador sostiene sus niveles
Entre tanto, reportes del Banco Central del Ecuador (BCE) precisan que al país llegaron US$2.263,96 millones entre enero y junio de este año en remesas internacionales, presentando un mejor comportamiento en el segundo trimestre de 2022.
Entre los meses de abril y junio el flujo de remesas que ingresó al país ascendió a US$1.160,37 millones, un aumento de 5,15% frente al valor observado en el primer trimestre de 2022 (US$1.103,59 millones); y de 6,67% con relación al segundo trimestre de 2021 (US$1.087,85 millones).
Para el BCE, este aumento en el flujo de remesas se explica principalmente por el aumento del empleo en Estados Unidos y en Europa, así como “por un mayor flujo hacia estas latitudes que se explicaría por la falta de empleo y oportunidades laborales durante la pandemia del Covid-19, que habría obligado a muchos ecuatorianos a migrar a otros destinos”.
Además, el banco central destacó en su reporte que las fuentes oficiales de estos países señalaron que los flujos de remesas “provienen mayoritariamente de actividades informales”.
Perú mantiene el flujo, pero tiene bajo crecimiento en remesas
El último informe del Banco Central de Reserva del Perú (BCR) detalló que en el primer semestre del año el país recibió US$1.835 millones en este tipo de transferencias, definidas también como ingresos familiares.
De manera discriminada, el país recibió US$906 millones en el primer trimestre y US$929 millones en el segundo, mostrando crecimientos frente a los mismo periodos del año anterior (US$852 millones y US$919 millones, respectivamente).
Sin embargo, las tasas de crecimiento son bajas. Por ejemplo para el segundo trimestre la cifra significó un 1,1% más frente al mismo período de 2021, y 2,5% más frente al primer trimestre del año.
Las remesas al Perú también tienen como principal origen de procedencia Estados Unidos, seguido de España y Argentina. Solo desde EE.UU. llegaron US$432 millones entre abril y junio.
La desaceleración de las remesas, no solo en Perú sino en América Latina en general, se verán impactadas por la desaceleración económica, al igual que las exportaciones y el turismo, según una reciente publicación del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El caso Venezuela
Este indicador, como otros en el país, tienen un seguimiento realizado por empresas privadas, organismos internacionales y centros de estudio e investigación del país, más que por el propio gobierno.
Es por esta razón que para 2021 las remesas de migrantes se estimaron en US$3.500 millones, equivaliendo a un 5% del PIB de Venezuela, aproximadamente, según el informe macroeconómico presentado por la Cepal.
Sin embargo, para 2022 no es posible tener una cifra de seguimiento acumulada que refleje el nivel de remesas que han entrado al país, aunque diferentes análisis privados estiman que estas crecerían más de 45% este año, superando los US$4.700 millones.
Pero las remesas formales y reconocidas fueron de US$12 millones hasta junio y llegarían a US$22 millones a finales de año, según la empresa Zoom, esto, especificando que este tipo de transferencias corrientes para ser reconocidas como remesas debe ser registradas en la balanza de pagos del Banco Central del país, pero la mayoría de transacciones llegan a través de empresas privadas que luego facilitan su pago.
Un estudio del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), precisó que el 85% de los migrantes venezolanos envían remesas mensuales a sus familias, con envíos principalmente desde Estados Unidos que tiene un promedio de US$212.
El panorama en América Latina
En 2021, la región recibió US$131.000 millones, uno de los crecimientos más altos en los últimos 20 años.
A mitad de 2022 el Banco Mundial indicó que el flujo de remesas con destino a países de ingresos bajos y medianos aumentaría en 4,2% este año, llegando a US$630.000 millones a nivel global. Para la región el crecimiento sería de 9,1%, con casi US$143.000 millones recibidos en las diferentes economías.
Hasta el primer semestre de 2022, según cálculos de Bloomberg Línea, América Latina ya había recibido US$53.400 millones, de acuerdo con los reportes oficiales de cada país en el acumulado del año, un 37% de esta proyección.
