Buenos Aires — La imagen es elocuente y refleja una de las tantas distorsiones que presenta la economía argentina. Eduardo Bolsonaro, diputado federal de Brasil e hijo del presidente del país vecino, grabó hace una semana un video con el que pretendía ridiculizar la pérdida del poder adquisitivo del peso argentino, al pagar con decenas de billetes de $1.000 una cuenta en un restaurant. Pero al hacerlo, graficó una realidad cada vez más evidente: que los turistas extranjeros evitan pagar con tarjeta sus consumos en la Argentina.
Si decidieran con crédito o débito, recibirían por cada dólar aproximadamente $153 (dólar oficial), mientras que en el mercado informal (dólar blue) consiguen $287.
En los días posteriores al video de Bolsonaro se viralizó demás una publicación de un empresario extranjero que apuntaba en la misma dirección. “Si vienen [a la Argentina] traigan dólares cash, no usen tarjetas de crédito”, recomendó Oscar G. Salem, oriundo de Perú, pero residente en Estados Unidos. En la foto se veía la montaña de pesos que utilizó para pagar una comida en otro local gastronómico.
Detrás de estos dos mensajes subyace una misma realidad. Para los turistas no residentes que llegan a la Argentina pagar con tarjeta es un mal negocio. Por la brecha cambiaria, que se ubicó -en promedio- por encima del 90% desde que empezó el año y llegó a registrar picos superiores al 155%, cambiar dólares a través del mercado ilegal y usar pesos en efectivo implica que un consumo, medido en moneda extranjera, puede costar casi la mitad.
Según datos que maneja el Ministerio de Turismo de la Nación, a los que accedió Bloomberg Línea, entre el 1 de enero y el 14 de octubre de 2022 los visitantes no residentes realizaron gastos por unos US$2.320 millones. En ese período ingresaron al país 5.144.286 visitantes no residentes por todos los pasos fronterizos habilitados, aunque solo 2.646.258 de ellos son considerados turistas ya que pasaron al menos una noche en la Argentina.
- La cifra clave: Según pudo averiguar este medio de fuentes oficiales, desde que empezó el año los visitantes no residentes realizaron gastos por unos US$2.320 millones, pero solo una fracción minoritaria de esos fondos ingresó por el mercado oficial de cambios.
Sin embargo, apenas una fracción de ese monto se ingresó por la vía formal y permitió engrosar las reservas del Banco Central (BCRA). Así lo reflejan las estadísticas oficiales de la propia autoridad monetaria, que muestran que entre enero y agosto de 2022, los turistas extranjeros ingresaron a través del mercado oficial US$282 millones, apenas unos US$35 millones por mes.
Todo al dólar blue
Esto implica que, si ese promedio se mantiene, hasta mediados de octubre los dólares que ingresan los turistas extranjeros por la vía formal ascenderían a la zona de US$335 millones, apenas un 14% de los US$2.320 millones que calcula el Gobierno que gastaron los visitantes no residentes.
El oficialismo ha intentado en los últimos meses equilibrar esa balanza, pero hasta el momento no parece haber tenido éxito. Hace un año lo hizo a través del lanzamiento de las cuentas bimonetarias especiales para turistas, para que liquidaran sus dólares al tipo de cambio disponible a través de operaciones bursátiles (dólar MEP). Pero a principios de junio, el propio jefe de Gabinete, Juan Manzur, reconoció a través de un informe de gestión ante el Congreso que no se había abierto ni una sola cuenta de ese tipo.
Tres meses atrás el Gobierno volvió a intentarlo. En la segunda quincena de julio, anunció para los turistas extranjeros la posibilidad de vender hasta US$ 5.000 al tipo de cambio MEP en entidades financieras autorizadas. Es decir, en bancos o casas de cambio. Pero a juzgar por los resultados el efecto también parece limitado.
En agosto, los turistas no residentes ingresaron US$38 millones al MULC, apenas US$1 millón más que lo ingresado el mes anterior y US$4 millones menos que los US$42 millones de junio, el segundo monto mensual más alto del año (detrás de los US$44 millones de marzo).
Milagros Suardi, economista de EcoGo, calcula que esos US$35 millones promedio que ingresan por mes por la vía oficial se incrementarán en los meses siguientes. Es que según argumentó, “el número de enero y febrero es muy bajo porque recién se estaba reactivando el turismo luego del parate que implicó la pandemia”.
Por ello prevé que el mencionado promedio crezca a unos US$45 millones por mes hacia fin de año. “Un recorrido ascendente tiene que tener, estos niveles son muy bajos más allá de la falta de incentivos a canalizar consumos en el mercado formal, porque hay cosas que no se pueden pagar en efectivo, como por ejemplo los vuelos internos”, marcó.
Lo que se pierde el BCRA
Tal vez el único consuelo de que los turistas extranjeros ingresen sus divisas a través del mercado informal es que abastecen ese mercado y ayudan a mantener más bajo el precio del dólar blue. Pero consultado al respecto, el analista financiero Christian Buteler subraya que más allá de ese alivio para el precio del dólar paralelo, “es un mal dato” ya que “son dólares que se pierde el Banco Central”.
“Más allá de que pueda dar oferta al blue, y que de esa manera evita que el precio se dispare, está todo lo que pierde de dólares oficiales el BCRA. Es el gran problema que tiene la balanza cambiaria en turismo. El problema no son los dólares que se van por turismo, que cada vez son menos por la situación económica del país. El problema son los dólares que no ingresan”, dijo.
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