República Dominicana es uno de los países destino del éxodo venezolano, algunos lo usan como puente para seguir su proceso migratorio hacia otros países, pero otros se establecen aquí.
La Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes (R4V) estima que, a septiembre de 2022, en el mundo hay alrededor de 7,10 millones de venezolanos refugiados y migrantes, de los cuales 5,96 millones se encuentran en América Latina y el Caribe.
Según R4V, en República Dominicana hay más de 115.000 venezolanos. A nivel social, uno de los efectos más notorios de este flujo migratorio del país sudamericano es que la gastronomía venezolana gana posición en los dominicanos.
Productos netamente venezolanos como cachapa, arepas y tequeños se encuentran en supermercados, fabricados y distribuidos por Cacharepa, empresa de una familia venezolana que migró al país caribeño fruto de la situación social de su país. Con capital propio, en 2017 abrió un pequeño local y ya cuenta con siete restaurantes de comida rápida.
La proyección es de establecer 10 más en los próximos dos años, según dijo a Bloomberg Línea Josue Bello, gerente general de operaciones.
Aunque los restaurantes están orientados a los dominicanos, Bello resalta que los venezolanos buscaban un espacio donde reunirse y compartir como compatriotas.
“Desde un inicio tuvimos muy buena aceptación. Cada vez más dominicanos nos buscaban”, añadió.
Cuentan con un centro de producción donde elaboran los productos, así garantizan el mismo sabor en todos los restaurantes, los cuales se encargan del “ensamblaje” y cocción de los productos. Entre restaurantes, centro de producción de productos congelados y distribución, cuentan con una plantilla que rondan los 160 empleados dominicanos y venezolanos.
El gerente puntualizó que, curiosamente, todos los empleados que se encargan de la parte de plancha en la cocina son de nacionalidad dominicana.
Las arepas también se encuentran en aproximadamente 100 puntos de supermercados, incluidas las principales cadenas del país.
“Tratar de suplir las demandas de los clientes, nos llevó a tomar la decisión de definir y diseñar los mismos productos del restaurante, pero con las características necesarias para estar en los restaurantes. Desde el principio la idea fue poder llegar a las cadenas de supermercados”, explicó a Bloomberg Línea Juan Reyes, gerente general de productos congelados.
El gerente resaltó que como un gran número de personas ya conocen la marca, apostaron a que cuando vieran sus productos y logotipo en los supermercados se volcaran a comprar.
Agregó que, cada empaque contiene de forma escrita los pasos de preparación en la casa, para tratar de mantener la misma experiencia que en los restaurantes.
De acuerdo con Reyes, han tenido buena aceptación ya que están abriendo nicho de mercado porque no existían productos de la gastronomía venezolana en ese formato.
Además de las demandas de los clientes, la pandemia aceleró los procesos para establecerse en los supermercados, ya que estos siempre se mantuvieron operando.
Inflación
El Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania han impactado las economías de los países creando un efecto inflacionario en los productos de consumo. En República Dominicana en los últimos tres años el punto más alto fue en mayo 2021 cuando alcanzó los 10,48% interanual. A septiembre de este año se ubicó en 8,62% de forma anualizada.
El gerente general de productos congelados destacó que el impacto inflacionario en los productos congelados los ha absorbido la empresa, al ser un nicho que están posicionando, mientras que, en los restaurantes, las alzas han sido mínimas.
“Tratamos de hacer un ajuste de precios cuando es justamente necesario. Los restaurantes sí han venido sufriendo incrementos leves, tratando que el impacto sea menos notorios posibles”, puntualizó.
Importación
Aunque algunos de los productos y materias primas de los restaurantes son importados, todos se adquieren en el mercado local, la empresa no realiza importaciones directas.
Agregó que, se mantienen en contacto con los importadores locales sobre las cargas y los posibles retrasos o dificultades logísticas para no sufrir de desabastecimientos de productos o materias primas.
