Bloomberg — Boris Johnson se retiró de la carrera para liderar el Partido Conservador del Reino Unido y la nación, dejando a Rishi Sunak a punto de convertirse en el próximo primer ministro.
Johnson, que dejó el cargo el mes pasado después de que una serie de escándalos sacudieran su mandato, dijo en un comunicado que “simplemente no sería lo correcto” presentar una candidatura porque dividiría a su partido.
“No se puede gobernar con eficacia a menos que se tenga un partido unido en el Parlamento”, escribió Johnson en un comunicado el domingo. “Lo mejor que puedo hacer es no permitir que mi candidatura siga adelante”.
La libra extendió sus ganancias después de que Johnson dijera que no se presentaría, subiendo un 0,8% a 1,1388 dólares.
La decisión deja a Sunak enfrentado a la líder de la Cámara de los Comunes, Penny Mordaunt, en la contienda, ya que la ex canciller de Hacienda cuenta con el apoyo público de los principales diputados tories. Mordaunt se mantiene en la carrera, dijo una persona familiarizada con el asunto tras la salida de Johnson.
Quienquiera que gane se enfrentará a la tarea de tratar de aportar unidad a un partido que ha pasado por meses de agitación y de contundentes luchas internas públicas. El apoyo de los conservadores ha caído muy por detrás de la oposición laborista en las encuestas, mientras la brutal reducción del coste de la vida y el aumento de la inflación ensombrecen las perspectivas económicas.
La decisión de la Primera Ministra, Liz Truss, de dimitir la semana pasada desencadenó la contienda, tras semanas de agitación en los mercados, en las que los inversores se deshicieron de la libra y de los bonos del Estado británicos. Su plan económico, que incluía un gran aumento del endeudamiento para pagar los recortes de impuestos, hizo tambalear la confianza de los mercados y volvió el sentimiento de los votantes en contra de los tories.
La posibilidad de que Johnson pueda montar una oferta exitosa para volver a un cargo que dejó hace menos de dos meses es el último giro en la agitación de la política británica que siguió a la votación de 2016 para salir de la Unión Europea.
Johnson acortó sus vacaciones la semana pasada para considerar la posibilidad de presentarse a su antiguo puesto, recabando el apoyo de los ministros del gabinete, incluido el secretario de Negocios, Jacob Rees-Mogg. Aunque sigue siendo popular entre los miembros tories, los diputados están divididos sobre su legado y les preocupa que su vuelta al cargo reviva todos los escándalos que le hicieron caer.
Johnson insistió en que tiene el apoyo para ir a una votación de los miembros, pero dijo que hacerlo podría profundizar las divisiones dentro del partido parlamentario.
“Llevé a nuestro partido a una gran victoria electoral hace menos de tres años”, dijo Johnson. “Había muchas posibilidades de que tuviera éxito en las elecciones con los miembros del Partido Conservador. Pero en el transcurso de los últimos días he llegado tristemente a la conclusión de que esto simplemente no sería lo correcto”.
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