Bogotá — Ante la histórica subida del dólar, que ya amenaza con escalar por primera vez sobre los $5.000, la Administración de presidente colombiano, Gustavo Petro, ha enfocado su agenda en ofrecer mensajes que generen calma a los mercados para contener la depreciación y generar confianza en los inversores a medida que estos se deshacen de los bonos del Gobierno.
El dólar cerró el jueves en $4.885 en promedio y alcanzó un nuevo máximo de $4.921 en el intradía, con lo que los inversores tienen la mira puesta no solo ya en el desafiante contexto macroeconómico global, marcado por las altas tasas de interés e inflación, sino también en cómo se desenvuelve el país en este escenario.
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Entre los principales temas que generaron ruido en las últimas semanas destacan las propuestas que surgieron desde el Gobierno como congelar los precios para contener la inflación o controlar los capitales golondrina, pero el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, salió a atajar estas situaciones y negó que se vayan a adoptar estas medidas.
No obstante, entre los temas que más generan preocupación en el mercado están los relacionados con el futuro del petróleo, la principal fuente de divisas en el país, por lo que los mensajes de calma del Gobierno se han centrado en aclarar los principales aspectos de su programa en ese campo.
Estos fueron los mensajes clave que ofreció el Gobierno en medio de la volatilidad del mercado que llevó al peso a mínimos históricos:
¿Consenso entre Ministerios de Minas y Hacienda?
En días pasados, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, reafirmó que no se firmarían nuevos contratos de exploración de petróleo, pero el jefe de la cartera de Hacienda, José Antonio Ocampo, dijo luego que esta decisión no estaba aún tomada.
Luego de la aparente desconexión en las declaraciones de la ministra de Minas y Energía, y el de Hacienda sobre el futuro del petróleo, el Gobierno busca alinearse en el discurso y el jueves envió mensajes en ese sentido.
Primero, el presidente Gustavo Petro dijo en su cuenta de Twitter que los contratos de explotación petrolera, carbonera y gasifica continúan normalmente. “Los contratos de exploración vigentes continúan normalmente. No hay ninguna prohibición”, reiteró.
Luego, Irene Vélez dijo que la transición energética se hará sin poner en riesgo la soberanía energética “en la práctica de ‘una política macroeconómica responsable’, respaldando lo dicho por el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo”.
Señaló además que actualmente el país cuenta con más de 147 contratos en fase de explotación, se producen alrededor de 750.000 barriles de petróleo día y 1.100 millones de pies cúbicos día, y que cuenta con unas reservas probadas para 7,6 y 8 años de petróleo y gas respectivamente.
Por su parte, José Antonio Ocampo matizó que Colombia está en medio de tres transiciones, no solo energética. “Ese es el mensaje que yo transmito en las discusiones internas”, dijo el ministro.
“Colombia está viviendo una transición energética, que es la que el presidente ha venido anunciando y que fue uno de sus temas centrales de campaña, pero a la par estamos viviendo una transición exportadora y una transición fiscal”, dijo el ministro.
En medio de los ruidos que se generaron sobre la continuidad de la ministra Vélez, una fuente del Gobierno con conocimiento del asunto dijo a Bloomberg Línea que esta información es falsa y que el presidente le había ratificado su apoyo.
“La economía se mide en largos alientos”
Petro también se refirió a estos temas durante su intervención en el Primer Foro Iberoamericano: Retos de la Formalización Laboral, en el que hizo mención a que “buena parte del mundo, casi todo, quizá todo, está ad portas de una crisis económica”.
“El presidente de Estados Unidos (Joe Biden) piensa que leve. Quizá sea así. Quizá estemos al frente de una tormenta realmente de tipo económico, que viene del año 2008, en realidad. Que marca una larga ola ya, como diría (Simon) Kuznets, de estancamiento económico del mundo, de freno de la productividad”, afirmó el mandatario colombiano.
Defendió que con solo dos meses de Gobierno solo se puede hablar de intenciones, de propuestas, “de algo escrito en un presupuesto”, que hoy sigue siendo el de la Administración de Iván Duque.
“Hoy un poco los medios de comunicación y cierta parte de la sociedad colombiana, está sorprendida, porque el Gobierno aplica el programa. Tal era la falta de costumbre en la vida política colombiana de decir cosas en campaña y de hacer otras en los gobiernos. Nosotros estamos haciendo lo que dijimos”, dijo Petro.
Al referirse al panorama económico local, advirtió en su discurso que “el capitalismo colombiano es raquítico, como en buena parte de América Latina” y en este sentido recalcó que la mayor parte de la economía de este país no es formal.
“Lo informal es el enemigo interno. Lo que hay que erradicar, lo que hay que reprimir. Casi que se confunde con lo ilegal. Y, en cierta forma, de tanto y tanto estar confundiendo los conceptos, en realidad, la criminalidad se ha extendido tanto en lo formal como en lo informal”, manifestó.
Ya puntualmente sobre el dólar comentó: “La prensa está mirando a ver si llegamos a $5.000, está mirando si cada minuto, cada minuto, ahí, para poner el titular. Pero la economía se mide en largos alientos”.
“¿Queremos ser prósperos económicamente en Colombia? Todos lo queremos, vivir mejor. Pues para poder vivir mejor, para poder ser prósperos económicamente, para ser más ricos, tiene que haber más igualdad social. Y esa es, digamos, la mesa programática de este Gobierno”, remató.
¿Cómo atajar al dólar?
José Andrés Rueda, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de América, dice a Bloomberg Línea que para entender cómo frenar el alza del dólar lo ideal es aislar los efectos, que están ligados a las variables internacionales, la alta inflación global por la disrupción de la cadena de suministro agrícola por la guerra en Ucrania, los rezagos de los problemas logísticos de la pandemia, entre otros.
“Estos efectos han generado incrementos en la tasa de interés de la Fed para controlar los brotes inflacionarios, y atrae inversionistas hacia ese mercado por las tasas más altas. En cuanto al entorno interno, se hizo el anuncio de la suspensión del otorgamiento de nuevas licencias de exploración de gas y petróleo, productos claves que son generadores de divisas en el país”, dijo el académico.
Agregó que los inversionistas en el exterior tienen claro el efecto que pueden tener estas decisiones en la sostenibilidad de largo plazo de las finanzas del país, tanto que en esta semana la medida de riesgo de los bonos de Colombia de 5 años (CDS) superó a la de Brasil.
“Esto debido a varios frentes. El primero, ya mencionado, es el enfoque en el tema minero-energético, y el segundo en el caso de la reforma tributaria que quiere incrementar el ‘government take’ en las utilidades de las compañías minero-energéticas (entre otras)”, resaltó.
El profesor indica que una de las posibilidades es que el Banco de la República tome la decisión (de manera autónoma) de intervenir, pero considera que este tipo de medidas no ayudan a aplacar esta volatilidad del mercado.
“En casos en los se conjugan las tendencias internas y externas para afectar la tasa de cambio, las intervenciones de los bancos centrales no han sido muy efectivas. (…) Casos como el argentino con los corralitos, la restricción de compras con dólares en Venezuela, y el cerco en Grecia una década atrás, no han demostrado efectividad en controlar el precio del dólar”, detalló.
También indicó que se pueden promover fórmulas sobre control de capitales (que ya han tenido voz en cabeza del presidente), pero “se ven como medidas restrictivas en un ambiente acostumbrado a un funcionamiento de mercado, que además no atienden a los fundamentales de la economía que forman las tendencias”.
Por lo anterior, cree que “se debe articular una mejor comunicación del Gobierno a los actores de la economía, que demuestre un derrotero claro, y una gestión conjunta de las autoridades para retener/incrementar las exportaciones y el ingreso de dólares, y tener voluntad política para reactivar el otorgamiento de licencias de exploración de gas y petróleo, que permita que el mercado tenga certeza que las divisas van a seguir ingresando a la economía y calmar esa incertidumbre, como variable principal del comportamiento del dólar”.