Más de 10 años desde su anuncio: ¿qué pasó con los TLC de Colombia con Turquía y Japón?

Ambas negociaciones, que arrancaron entre 2011 y 2012, están suspendidas por la falta de un balance en el acceso a mercados. ¿Ya no se firmarán esos TLC?

Turquía y Japón se encuentran suspendidas.
20 de octubre, 2022 | 04:00 AM

Bogotá — En mayo de 2011 Colombia anunciaba con bombos y platillos el inicio de las negociaciones de un Tratado de Libre Comercio con Turquía, y un año y siete meses después, en diciembre de 2012, se hacía eco al inicio de las negociaciones, también de un TLC, con Japón. Dos acuerdos comerciales que arrancaron con la premisa de estrechar relaciones con Asia y de consolidar nuevas oportunidades comerciales y de inversión en ese mercado. Sin embargo hoy, más de 10 años después, ambos procesos se encuentran suspendidos. ¿Qué pasó? ¿Ya no se van a firmar esos acuerdos comerciales?

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Frente a este último interrrogante, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, en cabeza de Germán Umaña, le dijo a Bloomberg Línea que “el país ya cuenta con una red de acuerdos comerciales y lo que falta es oferta de bienes. Por eso, una de las prioridades es promover la creación de esa oferta productiva, tanto para exportaciones como para el mercado interno. Ese será el enfoque de las políticas que se tracen desde esta cartera. Solamente si hay un acuerdo estratégico, pero sobre todo que contribuya al desarrollo de esa oferta productiva y a una alianza estratégica con los países con los que se firme, se evaluará si se adelanta un acuerdo, incluso parcial”.

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Asimismo, el Ministerio indicó que con Turquía las negociaciones se suspendieron desde junio de 2012 por la falta de balance en el acceso a los mercados y que con Japón se avanzó en varias rondas de negociación, pero también por falta de ese balance, las negociaciones están suspendidas.

De los dos casos, el de Turquía es el que menos ha presentado avances significativos. Fuentes que hicieron parte de los procesos de negociación le indicaron a Bloomberg Línea que en el proceso con este país hubo mucha oposición de los sectores nacionales de acero, confecciones y textiles por el golpe que sufriría la industria colombiana si se diera la entrada de un alto volumen de productos turcos.

“Usualmente los dos motivos para negociar un TLC son: un interés político muy fuerte de parte de ambos gobiernos, o la solicitud de los sectores empresariales. ¿Por qué Turquía no resulta relevante? es una economía más integrada que la nuestra, mucho más internacionalizada, lo que para un empresario colombiano puede significar mayor competencia, sobre todo en sectores en los que nosotros trabajamos, de consumo masivo y perecederos. Turquía para el sector empresarial es más competencia que oportunidad”, señaló Luis Ángel Madrid, investigador y docente del Prime Business School de la Universidad Sergio Arboleda.

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Cuando se presentó este TLC, el equipo negociador argumentaba un gran potencial para el comercio bilateral y especificaba que las oportunidades comerciales para Colombia estaban en productos que podrían exportarse al mercado turco como aceite de palma, confitería, papel, cartón, madera, envases, manufacturas de plásticos, cueros, manufacturas de cuero, confecciones, artículos de vidrio, laminados de hierro, muebles, abonos, pinturas, productos de belleza, entre otros.

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Además, lo que estaba sobre la mesa de negociación eran temas como el acceso a mercados de bienes (agricultura e industria), reglas de origen, aduanas, obstáculos técnicos al comercio, medidas sanitarias y fitosanitarias, defensa comercial, propiedad intelectual y entrada temporal de personas de negocios. También asuntos de competencia, solución de controversias, comercio y desarrollo sostenible, así como inversión, servicios y compras oficiales.

Frente al TLC con Japón, en un informe presentado al sector privado con fecha de mayo de 2021, el Mincomercio indicó que entre los capítulos pendientes están el de reglas de origen y el de acceso a mercados, resaltando que Colombia esperaba un acuerdo comercial profundo con base en sus solicitudes en el ámbito agrícola y agroindustrial, y que el país asiático propuso un acuerdo comercial en dos etapas: la primera, con acceso limitado para los productos sensibles que Colombia equilibraría con limitaciones en el acceso a productos industriales de interés del destino asiático; y la segunda, de cinco años, en la que se revisaría el acuerdo con el fin de profundizar la liberalización comercial.

Para este proceso, según fuentes cercanas al mismo, hubo una reacción muy fuerte de gremios del sector industrial y, de parte del sector agro, muy importante en la negociación, nunca se tuvo pleno apoyo. Asimismo se discutía la falta de reciprocidad de Japón, debido a que pedía beneficios para sus productos pero mantenía barreras para los de origen colombiano.

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“Nuestra canasta exportable hacia allá es muy limitada y nuestros productos de mayor oportunidad son productos agrícolas que están sometidos a restricciones fitosanitarias muy fuertes. Además, productos que se exportan a ese destino entran sin necesidad de un acuerdo comercial”, resaltó el investigador Madrid.

Balanza comercial con Turquía y Japón

Si hoy se revisa la balanza comercial con Turquía se observa un panorama positivo. Según cifras del DANE, las exportaciones entre enero y agosto de este año a ese destino sumaron US$1.703 millones, con un crecimiento de 156,2% si se compara con el mismo periodo de 2021. Y las importaciones en ese mismo lapso alcanzaron US$311,8 millones (con un aumento de 2,9% frente a los primeros ocho meses de 2021). Los principales productos que Colombia exporta hoy a Turquía son carbón, banano, café verde, ferroníquel y carne bovina.

Y en cuanto a Japón, la balanza comercial es deficitaria: las ventas externas de enero a agosto a ese destino sumaron US$419,1 millones, dato que refleja un crecimiento de 47,9% frente al mismo periodo de 2021. Y en el mismo lapso las importaciones desde Japón alcanzaron US$917,5 millones (con un aumento de 13,9% frente a 2021). Actualmente los productos exportados a Japón son café verde, carbón, flores frescas y ferroníquel.