El presidente peruano Pedro Castillo envió un mensaje a la nación este miércoles por la noche desde el Salón Dorado de Palacio de Gobierno. El mandatario fue acompañado por su gabinete de ministros, sin embargo, Dina Boluarte, la vicepresidenta, no estuvo en la alocución.
“No quieren que termine mi mandato. Voy a terminar el periodo que el pueblo me otorgó y voy a entregar el poder al siguiente presidente del Perú el 28 de julio del 2026, no antes″, aseguró Castillo en el mensaje televisado en el que argumentó un supuesto “golpe de Estado” en su contra.
“A la asombrosa celeridad de la denuncia en mi contra, se suma la exhortación de la Fiscal de la Nación al Congreso, poniendo en evidencia la concertación para el complot”, señaló.
Y es que el pasado 10 de octubre, la Fiscalía de la Nación presentó ante el Congreso de la República una demanda constitucional contra Castillo luego de detener a personas cercanas al gobierno peruano por investigaciones de corrupción, agudizando la crisis política que asedia al país andino desde que inició el gobierno actual.
La fiscal de la Nación, Patricia Benavides, acusó a Castillo y a allegados de su gobierno de supuestamente formar parte de una organización criminal que era dirigida desde el palacio presidencial.
Al respecto, el presidente mencionó hoy que “estos disfrazados actos esconden su verdadero propósito: la persecución política iniciada, incluso antes que yo asuma la administración del Estado. Quieren que yo me vaya para que ellos gobiernen sin haber sido elegidos”.
El mandatario también aprovechó su intervención para criticar a la prensa y señalar que “convierten en hechos consumados las calumnias que recogen, para colocarme como jefe de una presunta organización criminal. La libertad de prensa no es mentir ni difamar”, dijo.
Además, resaltó la solicitud a la Organización de Estados Americanos de aplicar los artículos 17 y 18 de la Carta Democrática Interamericana tras considerar que la institucionalidad democrática del país se encuentra en riesgo.
“Mi gobierno ha solicitado ante la OEA, la activación y aplicación de la Carta Interamericana Democrática, para iniciar un diálogo con todas las fuerzas políticas, con los buenos oficios de la comunidad internacional”, manifestó.
El presidente finalmente hizo un llamado a que la crisis política se solucione con el diálogo, pero abandonando lo que él llamó “los arrestos golpistas” y propiciando un acuerdo nacional y una “drástica lucha contra la corrupción sin selectividad”.