La batalla de los billones: Sura, Argos y Gilinski a decidir si venden a árabes

Por lo pronto se pidió al revisor fiscal convocar a una Asamblea de Grupo Sura para decidir sobre potenciales conflictos de interés en torno a la oferta

Por

Bogotá — Del 3 al 18 de noviembre la BVC estará en medio de una batalla billonaria. El grupo árabe IHC Capital Holding quiere entrar como socio en Grupo Nutresa y con una tasa de cambio superior a los $4.800 todos podrían resultar ganadores.

Por casi un año el GEA y los Gilinski han batallado por el control empresarial del Grupo Nutresa y Grupo Sura, pero ahora podrían iniciar una nueva batalla para vender su tajada en la empresa y aprovechar el precio que están ofertando los árabes.

Síguenos en las redes sociales de Bloomberg Línea Colombia: TwitterFacebook e Instagram

Por lo pronto el revisor fiscal del Grupo Sura tendrá que convocar a una Asamblea de Accionistas para definir los potenciales conflictos de interés que tengan los representantes de la Junta Directiva.

La propuesta es que este jueves se convoque para que se realice el próximo 26 de octubre a las 7:00 de la mañana en Medellín.

Entre tanto hay que decir que el dólar está en una escalada que al menos por ahora no encuentra techo. La Tasa Representativa del Mercado para el 20 de octubre estará, sin duda, sobre los $4.800 y entre más sigua la fortaleza del dólar mayor será la utilidad para los actuales accionistas. Si la tasa de cambio en Colombia se estabilizará en torno a los $4.850 el valor que recibiría Grupo Sura si vendiera toda su participación accionaria en Nutresa es equivalente a $11,73 billones. Si el vendedor fuera Grupo Argos el pago a su favor sería de $3,31 billones y si los Gilinski decidieran vender podrían recibir hasta $10,35 billones.

Lo cierto es que no hay certeza de qué pueda hacer ninguna de las partes. Si bien Gilinski estaría duplicando su inversión en menos de un año, no es un secreto que quiere el control de Nutresa para lograr así el control de Grupo Sura y por añadidura la totalidad del GEA.

Recientemente IHC, oferente en la nueva OPA, realizó una inversión de US$200 millones en el LuloBank, propiedad de los Gilinski por lo cual, si bien actúan de forma independiente, podrían compartir formas de pensar y administrar Nutresa.

Bloomberg Línea ya había contado que para el entorno directivo del Grupo Argos la oferta de los árabes no supone un precio muy superior al que ya había propuesto Gilinski en meses pasados, y en ese mismo sentido su decisión sobre vender o no iría en la misma dirección.

Los árabes tienen una oferta de US$15 por acción, que con la tasa de cambio actual deja cada acción de Nutresa en más de $72 mil, un valor impensado en noviembre de 2021 cuando apenas lograba sostenerse en los $22 mil.

En un año los títulos de la empresa han podido aumentar en más del triple su valor en el mercado accionario, pero dicho precio sigue siendo insuficiente para que los accionistas más antiguos o de las familias fundadoras vendan sus participaciones.

Este jueves al reiniciarse la negociación de la acción de Nutresa lo más seguro es que la cotización en BVC suba hacia niveles cercanos al valor que pagará IHC en la OPA.

Pese a ello hay que recordar que varios grupos de accionistas han criticado el precio y aseguran que si se vendiera a ese precio se estaría entregando el control de las compañías del GEA sin que se pague la denominada “prima de control”.

La prima de control consiste en un precio adicional al considerado justo dado que al lograr la participación que busca obtendría el poder de decisión de la empresa, y en algunos casos, de las empresas que pertenecen a esta. Esa ha sido la crítica de varios accionistas, porque si bien los US$15 lucen atractivos, para lograr el control de la empresa, pareciera, a juicio de ellos, como insuficientes.

Sin embargo, ignoran esos accionistas que más allá de que IHC y la familia Gilinski sean conocidos, y socios en otras compañías, la oferta que lanzó por Nutresa es de forma individual, es decir, de lograr el 31,25% de las acciones que busca no estaría alcanzando el control de Nutresa y por eso mismo no hay lugar a reclamar una prima de control.

De hecho, una de las vías que tienen los árabes para alcanzar la participación que quieren en Nutresa es que Gilinski les venda y en ese orden de ideas tampoco podría haber control. La única manera de que IHC tenga control y poder de decisión en la empresa de alimentos es que tenga al menos el 38% de las acciones, es decir, que Sura y Argos o que Gilinski y Argos, como mínimo, le vendan.

También es bueno tener presente que al menos por lo pronto no habrá decisiones de la Superintendencia Financiera que apunten a declarar a Argos, Sura y Nutresa como Grupo Económico. Ese es un monitoreo constante que el regulador realiza y que hasta el momento no ha visto necesario declarar más allá de que compartan participaciones cruzadas entre las 3 empresas.

No obstante, hay que tener recordar que el recién ratificado superintendente de Sociedades, Billy Escobar, en entrevista con Bloomberg Línea, aseguró que “hay una actividad que nosotros ejercemos, que no es muy conocida, que está relacionada con los conglomerados y con las empresas que nosotros controlamos, que no son las que están en Bolsa, no son las que están controladas por la Superfinanciera. Ahí nosotros encontramos, por lo que hemos visto en información nacional y por el seguimiento que le hacemos a las compañías, que de pronto puede haber unos vasos comunicantes. Por lo pronto estamos en una labor preliminar, de indagación, y por supuesto estamos en la obligación de darle traslado a la Superfinanciera para que haga lo propio con aquellas empresas que ellos controlan y que están relacionadas con ese conjunto de organizaciones que nosotros hemos observado que tienen cierta relación, para que haga una valoración”.

Los accionistas de Grupo Sura podrían ser los más felices si se optara por vender la participación de Nutresa. La utilidad individual de Nutresa suele estar alrededor del billón de pesos, con la venta de por casi $12 billones tendrían una ganancia adicional de $2,4 billones y eso se vería representado en un mayor dividendo para recibir en el 2023. Este año los inversionistas del Grupo Sura vieron repartir $400 mil millones a modo de dividendo, lo cual puede resultar interesante para quienes aún tienen títulos en la compañía.

En el cuadernillo de la OPA los inversionistas árabes enfatizaron en que la oferta la presentaron de forma independiente, contrario a lo que se ha querido mostrar como una alianza con la familia Gilinski con quienes comparten otros negocios.

De hecho, hace apenas unas semanas IHC realizó una inversión de US$200 millones en LuloBank, entidad bancaria digital que lidera Benjamín Gilinski.