Buenos Aires — La pérdida del poder adquisitivo de las monedas se ha vuelto un problema en la Argentina. Según el último dato oficial del Banco Central (BCRA), en la actualidad hay en circulación 9.738,6 millones de monedas, pero cada vez son menos utilizadas en las transacciones debido a su escaso valor.
Esa misma razón dio origen, hace algunos meses, a un particular negocio en el país: la fundición de monedas. Es que el valor del metal desde hace tiempo supera al de la denominación, y por ello es que han proliferado los llamados “reducidores”, que funden las monedas para obtener por ellas el valor real del metal. A través de dicha operatoria, informó el diario El Cronista en marzo pasado, pueden obtener hasta 4,5 veces más que el valor de la moneda.
Se trata, sin embargo, de una actividad informal. Ocurre que según detalla el artículo 283 de la Ley 11.179 del código penal, en el capítulo que versa sobre la Falsificación de moneda, billetes de banco, títulos al portador y documentos de crédito, que “será reprimido con reclusión o prisión de uno a cinco años, el que cercenare o alterare moneda de curso legal y el que introdujere, expendiere o pusiere en circulación moneda cercenada o alterada”.
En ese contexto, resulta curiosa una subasta pública que realizará el Banco Central a través del Banco Ciudad, que actuará como agente pignoraticio. La autoridad monetaria subastará, el 2 de noviembre próximo, 962 toneladas de monedas desde un precio base que se iniciará en $522 millones, unos US$3,4 millones al tipo de cambio oficial mayorista.
Así lo detectó el abogado especializado en derecho cambiario y financiero y ex director de Casa de la Moneda, Augusto Ardiles, quien a través de sus redes sociales expresó: “¿Creías que sólo la gente vendía monedas a otros que quieren fundirlas porque los metales valen más? Te equivocas: ahora el gobierno de Alberto Fernández también lo hace, a $522 millones. Ya ni siquiera ellos creen en el peso que ellos mismos emiten”.
Pero además, en diálogo con Bloomberg Línea, Ardiles apuntó contra el BCRA por querer desprenderse de esas monedas sin primero haberlas desmonetizado. Para hacerlo, indicó, el Directorio de la autoridad monetaria debería primero aprobar una resolución que indique que las monedas en cuestión ya no son de curso legal, tal como se hizo en su momento con los billetes de $5.
Bloomberg Línea consultó al Banco Central sobre este asunto, pero no obtuvo respuesta.
El detalle de la subasta, la número 2848, puede verse a través de la página web del propio Banco Ciudad, en donde se agrupan todas las subastas que está llevando a cabo.
Un proyecto que no prosperó: la eliminación de las monedas
A diferencia de lo que fue ocurriendo con los billetes de menor denominación en la Argentina, todas las monedas continúan teniendo validez legal y deben ser aceptadas como medio de pago. Las 9.738,6 millones de monedas en circulación, de hecho, acumularían todas juntas un valor superior a los $7.177 millones, algo menos de US$46,9 millones al tipo de cambio oficial mayorista. .
La validez de las monedas persiste a pesar de que prácticamente no se las utiliza. Por ello fue que, a principios de junio, el senador nacional por la Unión Cívica Radical Pablo Daniel Blanco presentó un proyecto de ley solicitando quitar de circulación todas aquellas menores a $5.
El motivo, argumentó Blanco, fue que “la situación económica de nuestro país es tan grave que se ha llegado al punto en que las monedas con valor nominal inferior a $5 se venden en la informalidad por valores hasta tres veces mayores por su peso y valor en cobre”.
Pero el proyecto no fue siquiera tratado.
