Montevideo — La llegada de Gabriel Boric a la presidencia de Chile y el debate constitucional que todavía no ha quedado del todo zanjado tuvo como una de sus consecuencias un mayor interés de los inversores del país andino por colocar capitales fuera de su tierra. Y, entre los destinos a los que han apuntado, está Uruguay, donde tanto en el gobierno como agentes inmobiliarios, asesores legales, y de negocios detectaron un incremento de consultas desde hace al menos un año.
Uruguay XXI es la oficina del gobierno encargada de la promoción de inversiones y del comercio exterior. Hasta allí llegan lo que la institución denomina Oportunidades de Inversión (ODI), definidas como posibilidades concretas de negocio, que van más allá de una simple consulta, explica en diálogo con Bloomberg Línea su director ejecutivo, Sebastián Risso. Este año hubo ocho oportunidades provenientes de Chile, cuando el promedio anual eran dos o tres posibilidades.
De esas, ya se confirmó la llegada de Cencosud, que instalará parte de su centro de servicios de soporte de tecnología en la zona franca Aguada Park, señaló el funcionario. Además, arribará otra empresa vinculada a la gestión de residuos. Las otra seis aún están en el proceso de toma de decisión, detalló.
El interés, dijo el director de Uruguay XXI, es por diversas áreas de negocio: desde lo financiero, tecnología y logística, hasta comercio y negocios inmobiliarios. “Lo que más le llama la atención es la estabilidad política, económica y social. Y todo eso de la mano de beneficios que puede haber, pero básicamente les atrae la estabilidad“, afirmó Risso al ser consultado sobre por qué los inversores chilenos ven en Uruguay un atractivo. Consultado, el funcionario se excusó de profundizar en aspectos concretos vinculados a la coyuntura política chilena.
Sin embargo, los analistas económicos, asesores de inversión y agentes inmobiliarios no dudan al señalar la llegada de Boric al poder y las revueltas sociales como un factor que disparó las consultas.
Desde la consultora inmobiliaria Moebius, por su parte, aseguraron que en lo que va del año hubo al menos unas 60 operaciones de compraventa de propiedades protagonizadas por chilenos, dijo a Bloomberg Línea el director de la empresa, Gonzalo Martínez, a partir de fuentes del mercado inmobiliario. El principal motivo está en asegurarse una renta hipotecaria, sobre todo bajo el régimen denominado de vivienda promovida. La rentabilidad promedio de ese régimen en la capital uruguaya Montevideo es 6% anual. Si bien no hay un registro, explicó el agente, esto representa un salto en relación con años anteriores, cuando las compras eran puntuales para viviendas de veraneo, dijo.
El acercamiento estuvo también de alguna manera en el mercado financiero. La firma uruguaya Gastón Bengochea, un corredor de bolsa con 50 años en el mercado, presentó este año un acuerdo comercial con la casa chilena LarrainVial para ofrecer en Uruguay uno de sus productos. La propuesta pensada para inversores minoristas incluye dos estrategias globales multiactivo, señaló Diego Rodríguez, socio director de Gastón Bengochea & Cía. Corredor de Bolsa. Además la compañía de distribución de fondos Excel Capital abrió una oficina en Montevideo, en la zona franca Zonamerica, en busca de potenciar su presencia en Argentina y Uruguay, informó en agosto CityWire.
Gabriel Boric y el “factor nostalgia”
Las consultas vienen en ascenso al menos desde hace un año, coincidieron los asesores de negocios consultados por Bloomberg Línea.
“Vemos inversores chilenos que, producto del contexto político y de los cambios institucionales que se vienen discutiendo en los últimos meses, sienten la necesidad de buscar destinos más estables y seguros donde refugiar capital mediante colocaciones o invirtiendo en negocios propios de su rubro o simplemente en propiedades”, dijo Valentina Sena, directora de Clientes y Mercados de KPMG Uruguay.
Juan Manuel Mercant, del estudio Guyer&Regules, dijo que “el proceso que vivió Chile en los último dos o tres años generó la inquietud de empezar a mirar otras alternativas”, más allá de su país o Norteamérica.
“Uruguay destaca como la opción más estable y confiable”
En la misma línea, Sena apuntó que, si bien los chilenos tienen “sentido de pertenencia” que los hace invertir en su país, en el último tiempo el debate sobre posibles cambios tributarios llevó a sondear inversiones más allá de destinos como Estados Unidos o España. Y, señaló, dentro de la región, “Uruguay destaca como la opción más estable y confiable”.
“Hay algo que podemos ver en la gran mayoría de las reuniones que tenemos con inversores chilenos: el factor nostalgia. Cuando uno presenta Uruguay y sus bondades, el chileno automáticamente se identifica con esa realidad y quiere volver a sentir esa estabilidad y certeza de la que siempre se enorgulleció”, añadió la abogada.
Federico Formento, socio en el estudio Adders, afirmó que “los grandes motivos” esgrimidos por los chilenos con interés en invertir en Uruguay son “el cambio de condiciones políticas, un escenario de recesión en ciernes, más una proyectada reforma del sistema tributario que afectaría el capital”. El abogado describió que la semana pasada realizaron un evento con 50 inscriptos y que tienen al menos cinco consultas por semana, de los que “muchos son por residencia legal o fiscal”.
La aprobación de la gestión de Boric está en un 27% según una encuesta de la firma Cadem, lo que representa el nivel más bajo desde que asumió hace siete meses. Además de una derrota en el plebiscito constituyente, el mandatario chileno enfrenta para 2023 previsiones económicas del Fondo Monetario Internacional que muestran a Chile como el único país de la región tendrá una contracción de su Producto Interno Bruto, algo que el jefe de Estado atribuyó a una expansión del consumo en 2021 producto de los retiros de fondos de pensiones y las transferencias sociales del Estado.
La inversión inmobiliaria
La directora de Clientes y Mercados de KPMG Uruguay afirmó que existe interés por el rubro tecnológico y financiero, aunque dijo que “la vedette es el real estate”.
En esa área el perfil del inversor es muy variado. “Nos encontramos con un perfil medio alto, que quiere invertir en la compra puntual de propiedades, en un principio, para generar renta mediante arrendamiento, aunque también con la intención de tener un plan B en caso de optar finalmente por residir de forma permanente en Uruguay”, dijo Sena.
En menor medida, los asesores consultados visualizan inversores vinculados al desarrollo de proyectos inmobiliarios, que apuntan a destinar capital y conocimientos para el negocio.
El director de la consultora inmobiliaria Moebius dijo que tiene contactos a diario con empresarios chilenos particulares de entre 35 y 60 años con la idea de comprar para renta. También señaló que constructoras buscan terrenos, o fondos desarrolladores. “Los chilenos empezaron tímidamente y en el año han comprado entre 60 y 80 propiedades”, afirmó el agente. Según sostuvo, con anterioridad al actual boom, los trasandinos compraban en Punta del Este como vivienda de vacaciones. Sin embargo, ahora se enfocan en obtener dividendos a partir de apartamentos en Montevideo.
Un monoambiente en Montevideo se alquila por unos US$350 mensuales y el apartamento de un dormitorio entre US$500 y US$600.
“La mejor opción es un dormitorio con garage, porque es lo que no hay y, a la hora de venderlo, con garage lo vas a vender enseguida”, dijo Martínez. Un apartamento de un dormitorio con cochera en zonas céntricas de Montevideo como Cordón puede costar entre US$110 mil y US$120 mil, mientras en otros barrios más al este como Pocitos, Punta Carretas o Malvín desde US$170 mil.
En cuanto a empresas tecnológicas y financieras, explicó Sena, en la mayoría de los casos no se trata de relocalizar en un 100% el centro de negocios, sino diversificarlo. Así, apuestan a Uruguay por agregar operaciones o relocalizar solo algunos procesos. Formento, de Adders, dijo que “hay un enorme interés en el régimen de Zonas Francas”.
¿Qué consultan los chilenos?
Según Formento de Adders, las mayores inquietudes de los inversores chilenos “están dadas por el pequeño tamaño de Uruguay”, lo que repercute en “un mercado interno no muy grande”. Además señaló que otro aspecto por el que recibe consultas es “el grado de compromiso” con el Mercosur. En los hechos el presidente Luis Lacalle Pou ha manifestado su intención de que Uruguay obtenga acuerdos con países extra bloque. Desde el gobierno niegan que esto represente dejar el bloque, pero algunos socios, como Argentina, señalan que si Uruguay avanza lesionaría los mandatos fundacionales del acuerdo.
Sena, de KPMG Uruguay, sostuvo que en la industria tecnológica “existe la preocupación por la disponibilidad y, en especial, el costo de la mano de obra”, aunque esto es transversal a todo el sector en la región.
Durante la presentación del gobierno agosto en Chile, en la ronda de preguntas abierta a los asistentes, una persona que se identificó como ejecutivo de Cencosud consultó sobre eventuales conflictos sindicales en Uruguay. Lo hizo a partir de un comentario de representantes de Arauco, que en el montaje y construcción de la planta de Montes del Plata tuvieron distintos conflictos y paros que retrasaron la obra. Según Risso, los asuntos sindicales no son normalmente una consulta de los inversores extranjeros. Lo mismo dijeron otros de los consultados para esta nota.
El CEO de Arauco Cristián Infante, que valoró la estabilidad regulatoria, también dijo ese día que, si tuvieran que resolver dónde hacer una nueva planta, Uruguay “sería un candidato muy importante”.
¿Qué muestra Uruguay?
Al detectar el interés creciente, el gobierno uruguayo realizó en agosto una presentación en Santiago de Chile ante 100 empresarios. La visita no estaba prevista al inicio del año, pero las consultas en ascenso llevaron a Uruguay XXI y la embajada en Chile a organizar el evento, dijo Risso.
El director de Uruguay XXI señaló que en la presentación destacó la estabilidad de la política económica, las reglas de juego claras, y las posibilidades en temas de servicios y de innovación. Eso incluye el posicionamiento como un centro de distribución regional y las posibilidades de ser proveedor de servicios de tecnología y corporativos. Además, presentaron las exportaciones de Uruguay, que son en un 50% vinculados a los agronegocios y un 30% de servicios.
En cuanto a los beneficios fiscales, la Ley de Inversiones promueve negocios “donde no hay diferenciación entre el inversor extranjero y el local”, dijo Risso. “Eso es algo muy objetivo”, afirmó. Esta normativa habilita exoneraciones del Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas y del Impuesto al Patrimonio. Uruguay cuenta también con un régimen de zonas francas y de puerto libre. “Son todas políticas que tienen 30 años. Han pasado todos los partidos políticos, y no solo se continúan las políticas, sino que se mejoran. Lo que habla de la estabilidad y las reglas de juego claras”, sostuvo el funcionario.
Uruguay también destaca la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables, que representan un 97% del total producido, así como la fortaleza democrática a partir de rankings internacionales. “Son todos factores que las empresas cada vez más miran con atención”, señaló Risso.
Empresas chilenas que ya están
Más allá del boom de interés de inversores chilenos del último año y medio, distintos grupos empresariales han recorrido el camino de instalar operaciones en Uruguay. En 2021 la Inversión Extranjera Directa neta recibida por Uruguay fue de US$ 1.403 millones, encabezada por capitales españoles (18%), argentinos (15%), finlandeses (10%) y brasileños (9%). Chile (6%) del total se ubicó detrás de esos países, además de Suiza y Estados Unidos, con base en un informe de Uruguay XXI.
En Uruguay existe presencia de unas 70 empresas chilenas, dijo Risso de Uruguay XXI. Entre ellas Arauco, socia en la pastera Montes del Plata, Ultramar que participa del negocio portuario a través de la empresa Montecon, el grupo Falabella con Sodimac, y la cadena de hoteles Enjoy, dueña de un resort y casino convertido en un ícono de Punta del Este. Enjoy ingresó a la operación de ex hotel Conrad en 2013 y desde entonces invirtió US$400 millones, según datos de Uruguay XXI.
Montes del Plata opera una planta de producción de 1,4 millones de toneladas anuales de pasta de celulosa ubicada en Colonia. Fue la segunda en el país, luego de la de UPM en Fray Bentos. UPM está próxima a inaugurar en 2023 una tercera planta, con lo que esa industria se consolidará como una de las principales exportadoras de Uruguay.
En el caso de Ultramar, en la actualidad la empresa está enfrentada al gobierno uruguayo luego de que extendiera la concesión a la belga Katoen Natie hasta 2081 para una terminal especializada de contenedores, lo que en los hechos implicará una restricción de las operaciones de Montecon en los muellos públicos del Puerto de Montevideo.
En el rubro hotelero también está el holding Tanica, propietaria de los hoteles Cottage, en las exclusivas zonas de Carrasco y el Puerto del Buceo, en Montevideo. Y en el área de tecnología opera en Uruguay compañía de software SimpliRoute.