El Salvador congela el precio de los combustibles hasta final de 2022

El gobierno salvadoreño mantiene fijos los precios máximos de las gasolinas y el diésel desde abril de este año, como parte de su plan de combate a la inflación

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San Salvador — Las gasolinas permanecerán congeladas todo lo que resta de 2022, tras una extensión de la medida –aprobada por la Asamblea Legislativa el martes– como parte de las tácticas para contener la inflación.

El precio máximo del galón de gasolina regular quedará en US$4,15; el de la gasolina superior en US$4,31 –US$4,32 en la zona oriental del país– y el diésel, en US$4,14.

La tabla significa un ahorro del 3,3% con respecto al valor del mercado de la gasolina regular (US$4,46); del 4,15% sobre la gasolina regular; y del 13,5% del diésel, todos en precios para la zona central del país hasta el 17 de octubre.

El Salvador mantiene congelados los precios de los combustibles desde el 5 abril de 2022, ante las presiones inflacionarias. Ya en marzo había dado un primer paso eliminando algunos impuestos sobre el producto.

El gobierno tenía previsto terminar el esquema el 20 de octubre, pero decidió prolongarlo hasta el 31 de diciembre de 2022.

María Luisa Hayem, ministra de Economía, defendió que la disposición continúa siendo necesaria ya que el costo de los combustibles todavía es muy superior al del año pasado.

“Si comparamos el precio del diésel a octubre de este año con octubre del año pasado nos encontramos 53% por encima”, dijo la funcionaria, durante la presentación de la iniciativa.

Panorama internacional

Además persiste la incertidumbre en el mercado internacional. “Aún a la fecha continuamos viendo incrementos en los precios del combustible, vemos que se ha reducido las proyecciones de producción de petróleo”, comentó.

La cotización del barril de petróleo en el West Texas Intermediate rondaba los US$84 este miércoles. La materia prima se debate entre dos fuerzas: una bajista impulsada por una cada vez inminente desaceleración de la economía mundial; y otra alcista debido a los recortes en la producción y más sanciones a Rusia.

Para El Salvador, la maniobra del control de precios incidió en un alivio de la inflación en el rubro de transporte, que era del 9,61% interanual en febrero, y se ubicó en 5,21% en septiembre.

No obstante la inflación general sí aumentó, del 6,69% en febrero a 7,49% en septiembre de este año. El segmento de transporte se encuentra por debajo del promedio nacional.

Estabilizar los combustibles le cuesta al tesoro salvadoreño unos US$50 millones cada mes, dijo por su lado Alejandro Zelaya, ministro de Hacienda.

Panamá en la misma línea

Esta semana Panamá también anunció una ampliación en el congelamiento de los combustibles. Las gasolinas de 91 y 95 octanos, así como el diésel se seguirán comercializando a US$3,25.

Sobre los precios de mercado, los panameños están ahorrando 16,8% en la gasolina de 91 octanos; 21,1% en la de 95 octanos; y 23,5% en el diésel.

Panamá determinó los precios de combustibles desde julio de este año, en respuesta a una serie de protestas de la población por el aumento del costo de la vida.

La disposición regía originalmente hasta el 18 de octubre de este año, pero la prórroga lo llevará hasta el 15 de enero de 2023.

“Este subsidio representa un esfuerzo fiscal para el Estado en medio de las medidas de austeridad adoptadas como consecuencia de la guerra entre Rusia y Ucrania, y un impulso adicional para continuar con la reactivación económica”, argumentó la Presidencia de Panamá.