Ciudad de México — El Puerto de Liverpool, la mayor cadena de tiendas departamentales de México, está abierta a nuevas oportunidades de compras en el extranjero luego de que en septiembre adquirió una participación de 9,9% en la minorista estadounidense Nordstrom, dijeron directivos de la compañía.
La empresa mexicana apostó a la diversificación geográfica del riesgo y se colocó como uno de los principales accionistas de Nordstrom tras comprar 15.775 millones de acciones de la cadena estadounidense por unos US$294 millones que tomó de sus excedentes de efectivo.
“Creemos que Nordstrom es probablemente la tienda mejor manejada en Estados Unidos (...) Se trata de una inversión financiera pasiva donde creemos que nuestros accionistas obtendrán beneficios”, dijeron directivos de Liverpool sobre la transacción durante una llamada con analistas para discutir los resultados del tercer trimestre.
Liverpool reportó el martes resultados mejores a los esperados por analistas con un incremento del 19,6% en los ingresos totales del periodo julio-septiembre y de 18,3% en el flujo operativo (EBITDA). En el trimestre, la utilidad neta controladora sumó MX$3,079 millones de pesos, 35.5% mayor al año previo.
Las ventas mismas tiendas totales de la cadena mostraron un crecimiento del 18,9%, una desaceleración frente al 22,7% del mismo periodo del año anterior. El saldo de efectivo al 30 de septiembre fue de MX$13,187 millones de pesos, lo que le permitiría realizar nuevas adquisiciones.
“Actualmente no estamos buscando, pero si la oportunidad se presenta, siempre estaremos atentos”, contestaron el miércoles Graciano F. Guichard, CEO y Enrique Guijosa, Director de Finanzas (CFO) de Liverpool a preguntas de analistas sobre la posibilidad de futuras compras en el extranjero, durante la llamada.
Agregaron que la compañía ve hacia adelante un panorama nublado y prefiere manejarse con cautela, con expectativas conservadoras.
“Los próximos 12 meses van a ser duros, necesitamos estar preparados con nuestros costos bajo control”, dijeron los directivos destacando un entorno difícil para la economía mexicana con expectativas de un menor crecimiento, una elevada inflación, tasas de interés más altas y salarios rezagados.