Bloomberg — El presidente brasileño Jair Bolsonaro está reduciendo la ventaja del ex mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva, en las encuestas de opinión de cara a la segunda vuelta presidencial en el país.
Lula ha visto reducida su ventaja a 5,6% según un sondeo de Quaest publicado este miércoles. La cifra contrasta con la ventaja de casi ocho puntos de hace quince días. El martes, un sondeo de Ipespe mostró un empate estadístico entre ambos, si bien los dos se movieron dentro del margen de error de la consulta.
Lula, que no consiguió imponerse obteniendo más del 50% de los votos en la primera vuelta, que tuvo lugar a comienzos de octubre, ha perdido terreno en 4 de las 5 regiones brasileñas. Esta es particularmente evidente en el sudeste, donde se encuentra más del 40% de los votantes del país, indicó Quaest. También está perdiendo respaldo entre los electores de clase media, los más favorecidos por la última rebaja en el precio de los combustibles.
La campaña de Lula estaría subestimando el efecto de la última mejora de la economía, además de la intensidad del rechazo al Partido de los Trabajadores, en opinión de Thomas Traumann, consultor político que fue ministro de Comunicación durante la presidencia de Dilma Rousseff.
“A pesar del respaldo de varios líderes de centroderecha, la campaña de Lula se ha mantenido demasiado enfocada en la agenda del Partido de los Trabajadores”, dijo Traumann en una entrevista. “Ese apoyo no se ha traducido en una agenda más amplia”.
Guerra de noticias falsas
La cada vez más reñida carrera también está aumentando la presión sobre los asesores de marketing de Lula, quienes han centrado sus esfuerzos de campaña principalmente en impulsar el rechazo a Bolsonaro y menos en hacer guiños a los votantes centristas.
Desde la primera ronda, ambos candidatos tuvieron que lidiar con un aluvión de publicaciones en las redes sociales que intentaban asociarlos con el satanismo, la masonería, el canibalismo y la pedofilia, una indicación de que al menos una parte de los partidarios de Lula están recurriendo a las mismas herramientas, incluida la difusión de noticias falsas, tradicionalmente adoptadas por el campo de Bolsonaro.
En anuncios de televisión, la campaña del expresidente reprodujo ampliamente un video en el que Bolsonaro habla de una visita a un grupo de migrantes venezolanos “muy bonitas de 14 o 15 años” en un barrio pobre de Brasilia, aparentemente sugiriendo que eran prostitutas.
La reacción fue tan grande que Bolsonaro se vio obligado a abordar el tema y dijo que sus palabras habían sido “sacadas de contexto de mala fe”.
La reacción al video fue citada por uno de los asesores de Lula para justificar la decisión de concentrarse en aumentar la tasa de rechazo del titular. En este punto, la campaña está más preocupada por las tasas de abstención, que tienden a favorecer a Bolsonaro, y las noticias falsas que difunde su oponente, dijo el asesor, que pidió permanecer en el anonimato para discutir la estrategia.
En una reunión con un grupo de líderes religiosos el miércoles, Lula lanzó una “carta pública al pueblo evangélico”, diciendo que no cerrará los templos como ha estado afirmando Bolsonaro.
Por otro lado, la campaña de Bolsonaro considera que su posición en las encuestas está mejorando gracias a los programas sociales y una economía más fuerte, mientras que Lula sufre por no poder explicar por completo los pasados escándalos de corrupción de su gobierno, según un asesor político.
También es decisivo para su desempeño el apoyo de los gobernadores reelegidos de Minas Gerais y Río de Janeiro, así como el respaldo del principal candidato a gobernador por Sao Paulo, dijo el asesor, que pidió no ser identificado al tratarse de la estrategia de campaña. Los tres estados son los más poblados de Brasil.
Con la asistencia de Isadora Calumby.
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