Bloomberg — De acuerdo con datos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), los ataques rusos con misiles y drones contra las infraestructuras eléctricas ucranianas durante la última semana no han logrado interrumpir el suministro de electricidad durante un período prolongado.
Los datos muestran que el operador de la red Ukrenergo ha resistido la más reciente oleada del Kremlin, durante la cual cientos de ataques han tenido como objetivo centrales eléctricas y subestaciones eléctricas en todo el país. Los ataques, que continuaron el martes, tienen como objetivo no sólo cortar la energía y la calefacción locales, sino también poner presión sobre Europa, que tiene conexiones de red con Ucrania.
El ataque ruso con misiles del 10 de octubre dejó fuera de servicio 2 gigavatios de energía, lo que equivale a un 14% de la electricidad suministrada la semana anterior. Pero la AIE, con sede en París, dijo que hasta el lunes se habían restablecido más de 1,3 gigavatios de capacidad de generación.
Esos asaltos y ataques posteriores han destruido el 30% de la capacidad de generación de Ucrania y otras infraestructuras críticas, dijo el martes el presidente Volodymyr Zelenskiy en un tuit. Estos ataques contra objetivos civiles podrían prolongar la guerra al dificultar las negociaciones, según un vídeo adjunto.
Si bien el bombardeo provocó cortes de electricidad en partes del país, Ukrenergo pudo mitigar el impacto cambiando las cargas de energía en su sistema de transmisión. Después de que Rusia golpeara las plantas de carbón la semana pasada, Ucrania compensó el déficit con energía hidroeléctrica y nuclear. Los reactores cubrieron alrededor del 55% de la demanda el lunes.
Los ucranianos también han respondido a los llamamientos de Ukrenergo para evitar el uso innecesario de energía apagando las calderas y la calefacción eléctrica.
Los ataques rusos persistieron el martes con ataques aéreos contra generadores de energía en Kiev, dijo el jefe adjunto del gabinete presidencial de Ucrania, Kyrylo Tymoshenko, en Telegram. La ciudad de Zhytomyr, 140 kilómetros al oeste de la capital, se quedó sin electricidad brevemente después de ser blanco de tres misiles.
Las batallas por la red eléctrica de Ucrania han ocupado un lugar central desde la primera semana de la guerra, cuando las fuerzas rusas capturaron la planta nuclear de Zaporiyia. La estación atómica más grande de Europa tiene seis reactores y está diseñada para suministrar alrededor de una quinta parte de las necesidades energéticas del país.
Algunos analistas han caracterizado los ataques como una guerra por la electricidad y han advertido que una falla en cascada en la red podría poner en peligro a los ucranianos cuando las temperaturas bajen. Debido a que la red del país ha estado conectada a la de Europa desde marzo, una interrupción tendría el potencial de cruzar fronteras, desestabilizando las redes vecinas y aumentando los flujos de refugiados.
La generación total de electricidad de Ucrania se ha desplomado en aproximadamente un 45% desde que comenzó la guerra el 24 de febrero, lo que obligó a los civiles a huir y a las industrias a cerrar.
Con la asistencia de Aliaksandr Kudrytski y Kateryna Chursina.