En el cargo pero no a cargo: ¿Cómo es que Truss sigue siendo primera ministra?

El motivo principal es que los parlamentarios conservadores están totalmente divididos sobre quién debe tomar el relevo

Liz Truss,
Por Alex Wickham, Joe Mayes y Kitty Donaldson
18 de octubre, 2022 | 12:43 PM

Bloomberg — Los días de Liz Truss como primera ministra del Reino Unido parecen contados y su caída inminente. Se ha visto obligada a desechar todo su programa económico, a despedir a su amigo y ministro de Hacienda Kwasi Kwarteng, y ha visto cómo sus números en las encuestas caen hasta mínimos históricos.

Los parlamentarios del su Partido Conservador están tramando su destitución, y el martes pareció perder el apoyo de dos periódicos clave de tendencia conservadora.

¿Por qué (y cómo) continúa Truss en el número 10 de Downing Street?

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El motivo central es que, al menos por ahora, los parlamentarios conservadores están totalmente divididos sobre quién debería tomar el relevo. En palabras de uno de ellos, no existe un plan de sucesión creíble. Es una dinámica similar a la de su predecesor, Boris Johnson, que duró mucho más allá del punto en el que parecía haber un consenso para que se fuera.

En julio, cuando Johnson finalmente dejó el cargo, seguía sin haber acuerdo y el partido está ahora desesperado por evitar otra amarga y prolongada contienda por el liderazgo, como la que siguió a su dimisión. Algunos parlamentarios están dispuestos a actuar contra Truss si se produce la coronación de un sucesor que no tenga oposición.

No obstante, los candidatos más probables se enfrentan a grandes obstáculos. Por ejemplo, el exministro de Hacienda Rishi Sunak, cuyas funestas advertencias sobre los planes económicos de Truss se han visto ampliamente confirmadas. Eso le da credibilidad ante los mercados.

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Sin embargo, tiene muchos enemigos dentro del partido. Hay unos 100 en la derecha ideológica que están determinados a evitar su ascenso.

Ven a Sunak como el rostro del tipo de ortodoxia que los había llevado a apoyar a a Truss y también le culpan de haber provocado la caída de Johnson. Un ministro advirtió que optar por Sunak llevaría a una lucha interna aún mayor.

Se había sugerido que Sunak podría formar equipo con otra aspirante, Penny Mordaunt, en una candidatura de unidad conjunta. Pero una persona familiarizada con el asunto dijo que Sunak rechazó la propuesta de un diputado de alto nivel que decía actuar en nombre de Mordaunt.

Rishi Sunak y Penny Mordaunt

Algunos parlamentarios conservadores creen que Mordaunt quiere el máximo cargo para sí misma y no aceptaría una coronación de otro candidato. Esto plantea otro problema: tanto Sunak como Mordaunt obtendrían la mayor parte de su apoyo de los parlamentarios centristas (el llamado Grupo de Una Nación), lo que dejaría esa bancada fracturada. Es posible que, en caso de tener que elegir entre ellos, Mordaunt obtenga más apoyo de la derecha del partido que Sunak.

Bloqueando a Sunak, Mordaunt

Un parlamentario de la derecha del partido ha dicho que apoyan a “ABSOM”, Anyone But Sunak Or Mordaunt.

¿Podría surgir otro candidato del centro del partido?

El secretario de Defensa, Ben Wallace, se ha ganado el respeto por su gestión de la guerra entre Rusia y Ucrania. Pero ha sugerido que no está interesado en el puesto.

El ministro de Hacienda, Jeremy Hunt, es visto como un aspirante, dado que ahora está a cargo del gobierno de facto. Pero a última hora del lunes declaró a Sky News que había descartado ser primer ministro por motivos familiares. Además, es muy impopular entre los diputados conservadores de derechas, que detestan su postura a favor de los confinamientos durante la pandemia.

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Grant Shapps, el ex secretario de Transportes que lleva una hoja de cálculo con la posición de los parlamentarios tories sobre la cuestión del liderazgo, está bien conectado y es un operador formidable. Sin embargo, hasta ahora se ha mantenido relativamente alejado de los focos, y hay poco clamor para que tome el relevo.

También es poco probable que la derecha que impulsó el Brexit caiga sin luchar. Sus colegas describen a la ministra del Interior, Suella Braverman, como candidata a ocupar el puesto de Truss, pero no es una opción de unidad. Hay pocos indicios de que el regreso de Johnson esté previsto, a pesar de las presiones de su principal partidaria, Nadine Dorries.

No es una solución fácil

Incluso si el partido se pone de acuerdo sobre quién debe suceder a Truss, tampoco hay un mecanismo obvio sobre cómo hacerlo.

Según una persona familiarizada con el asunto, harían falta unos dos tercios de parlamentarios conservadores para exigir un cambio de líder para que el influyente Comité 1922 (que establece las normas sobre este tipo de asuntos) anule la protección de 12 meses de la que en teoría goza Truss tras asumir el cargo.

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Si se alcanza ese umbral (o incluso un número menor, pero significativo, de diputados conservadores hace el llamamiento), podrían elaborarse normas de emergencia para permitir una votación rápida de los diputados sobre la sustitución de Truss. En el partido parlamentario no hay ganas de que los miembros del partido, que apoyaron a Truss en el verano boreal, tengan la última palabra esta vez.

Las cosas pueden moverse con rapidez, aunque los indicios apuntan a que el partido aún está lejos de que esto ocurra. Un ministro dijo que es más probable que la presión sobre Truss se vuelva insoportable a medida que la escala de la oposición se hace evidente, y que ella renuncie por su propia voluntad. Sin embargo, los aliados de Truss insisten en que no lo hará.

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Atascados en una especie de patrón de espera, los legisladores conservadores están esperando un desencadenante futuro (quizás más turbulencias en los mercados, un escándalo, un posible ablandamiento de la posición del Gobierno sobre el Brexit o dimisiones del Gabinete) para forzar un cambio.

Pero un veterano conservador advirtió que las perspectivas de un resultado limpio eran remotas. Este partido es simplemente ingobernable, dijeron.

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