Máximo Torero (FAO): “Perú ya no es el país millonario que podía distribuir lo que quería”

El economista jefe de la FAO, comentó a Bloomberg Línea la preocupación presente por el fuerte incremento de la inseguridad alimentaria en el Perú

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En agosto la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) envió un fuerte mensaje al Perú: la entidad encontró que más de la mitad de la población del país latinoamericano está en situación de inseguridad alimentaria, que en proporción equivale a 16,6 millones de personas a nivel nacional. Se trata de “un aumento vertiginoso nunca antes observado en el país”, de acuerdo a la FAO, lo que convirtió al Perú en el país con la inseguridad alimentaria más alta de Sudamérica.

El economista peruano Máximo Torero, quien se desempeña como economista jefe y subdirector general del Departamento de Desarrollo Económico y Social de la FAO, conversó con Bloomberg Línea sobre este escenario para el país andino y los problemas que se han presentado para mejorar la situación –como los tres procesos fallidos para comprar fertilizantes–, que aún no han podido ser del todo superados.

¿Cómo se ve el panorama de inseguridad alimentaria en Perú tras la alerta que se ha realizado? ¿Qué tanto inciden los problemas de inflación, que también son globales?

En Perú hicimos visitas de campo para validar información recolectada para el primer año de pandemia porque encontramos un salto muy grande de inseguridad alimentaria severa. Nuestros datos fueron validados y eso implicó que tuviéramos solidez sobre la información. Estamos preocupados sobre Perú por las siguientes razones: el salto que se da sobre la inseguridad alimentaria severa entre el 2019 y 2021 es enorme. Crece más que el promedio y que la mayor parte de los países en el mundo. Si no se hubieran dado transferencias a la población, habría sido mayor.

Los bonos otorgados a la población si aminoraron el impacto, entonces.

Claro, pero hablamos de las personas listadas en las transferencias. El Estado no se dio cuenta que había otros puntos de interés que están más relacionados al sector informal y que no se encontraban ahí. Las cuarentenas en Perú que fueron muy prolongadas, y generaron que un trabajador informal no pobre dejara de ofrecer sus trabajos y servicios, es un aspecto clave. Mientras más largos los encierros, más tienes que liquidar el capital de trabajo. La gente que no era pobre pasa entonces a ser pobre de la noche a la mañana, pero no estaban en listados de los programas sociales. Eso ha llevado a que la pobreza extrema pase de 2,9% a 5,1% en 2020 y que esté en 4,1% al 2021. Habrá mejorado un poquito, pero no a niveles previos a la pandemia. Duplicar la pobreza extrema es enorme. Tienes una inflación alta, los precios de los alimentos suben fuertemente… Esa situación nos ha llevado a salir alertando sobre este problema, porque Perú es un país donde esto no debió haber pasado.

Perú sostiene gran parte de su alimentación por producción local. ¿Es por ello que particularmente no debió pasar?

El problema que hay que ver es lo que pasó en el Covid-19: hubo un choque económico y una fuerte recesión. Perú es un país que tenía una solidez financiera enorme. Pudo haber usado sus recursos de forma eficiente y con buena focalización, y pudo haber manejado esto mejor que cualquier otro país porque tenía más recursos, desde fondos de emergencia hasta capacidad financiera para poder apoyar este tipo de situaciones. Cuando ves el gráfico donde encontramos que Perú es uno de los países que más se ha deteriorado en términos de seguridad alimentaria, surge la duda de por qué. No era el caso de Ecuador, Argentina, Colombia o Brasil. Perú tenía solidez financiera, recursos para usar apropiadamente y no de la forma en que se despilfarró. Se regaló plata sin revisar y no tuvo un resultado apropiado. Si hubiera habido más eficiencia en la forma como se implementaron los programas y en cómo se manejó la pandemia, los efectos habrían sido mucho menores.

¿En lo que respecta a seguridad alimentaria estamos viendo los resultados de una mala gestión de recursos durante la pandemia?

Durante y después. Claramente Perú es un exportador de alimentos de alto valor, a diferencia de Uruguay, Paraguay y Brasil que exportan cereales, Perú exporta productos de alto valor y este era un momento de mucho mercado para esos productos por todos los problemas logísticos que había en el mundo. En toda crisis hay una oportunidad y a Perú se le fueron las dos cosas: las oportunidades y un buen manejo de la crisis. Las consecuencias de eso nos preocupa muchísimo.

¿Cómo se compara Perú ahora con sus pares regionales en estos términos?

Veamos los hechos: si comparo a Perú con lo que ha pasado en Ecuador, veo que Ecuador logró hacer la importación de fertilizantes en diciembre del 2021. ¿Por qué Perú no lo hizo? Si comparo Perú con Brasil, Brasil logró hacer un intercambio de fertilizantes por soja y pudo conseguirlos. Colombia logró comprar fertilizantes y tuvo buena cobertura. Bolivia tiene sus propios fertilizantes y Perú antes importaba de Bolivia, pero ahora no lo logró. ¿Por qué no aprovechar la amistad de los presidentes (de Perú y Bolivia) y conseguir fertilizantes bolivianos? Esto demuestra que algo está mal. Están poniendo en riesgo algo que es muy sensible socialmente, y de forma innecesaria. No es que no hayan los recursos financieros para comprar fertilizantes en Perú, es que no saben hacer los procesos.

Es un problema de gestión.

Asumo, porque hay procedimientos que se tienen que seguir en las licitaciones y las sanciones no son una excusa, porque se le pudo comprar directamente a Rusia. Hay posibilidades de compra y no se entiende que aún no se pueda lograr.

¿Perú se está quedando atrás en comparación a otros países de la región que son cercanos?

Se está quedando muy atrás. Tuvo una oportunidad enorme. Antes de la pandemia, un ministro de Economía en Perú tenía que estar sentado en su escritorio y simplemente ver cómo el PBI crecía. Esa era la situación. Por supuesto que tenía otros roles y responsabilidades, pero básicamente si el ministro no hacía nada la economía iba a crecer. Hoy eso no es tan claro. Ahora necesitamos a los mejores técnicos en el país y ojalá que el nuevo ministro de Economía haga lo mejor que pueda porque es un técnico calificado. Necesitamos técnicos, eficiencia de gastos, invertir en focalización e información y facilitar las inversiones, así como acelerar el gasto público y la inversión privada. Si no lo hacemos en los siguientes años, no veo muy clara la situación para Perú aunque es un país bastante resiliente. Pero veo un futuro bastante complicado.

¿Cuál es el escenario actual que usted identifica?

Ahora el problema es distinto. Tenemos un país que está creciendo muy poco, que ha usado buena parte de sus recursos, con un muy buen Banco Central que sigue haciendo políticas apropiadas para controlar la situación de inflación, pero la inversión privada y el gasto público caen fuertemente y el Perú ya no es un país con bajo riesgo. Ya no estamos en el contexto de años atrás y si no empezamos a ejecutar políticas más sólidas, podemos tener consecuencias muy fuertes. La seguridad alimentaria estuvo en riesgo a lo largo del año por precios altos y problemas de acceso a alimentos, lo que estaba afectando a los más vulnerables. Si vemos la tasa de crecimiento del costo de alimentos, este ha sido enorme y a tasas constantes. Hay que tener mucho cuidado con eso. Ahora el problema más serio para un país exportador y productor de alimentos como Perú son los fertilizantes. El precio del gas en el mundo sigue subiendo, el precio del nitrógeno sigue subiendo y eso va a llevar a que el precio del fertilizante siga subiendo, volviendo los costos de producción más altos. Si los costos de producción son más altos y no tienes acceso a fertilizantes, países como Perú deberían ya haber solucionado ese problema; pero por problemas operativos e incapacidades Perú no lo ha hecho. No se han hecho licitaciones de forma adecuada ni se han utilizado las herramientas a las que el país puede acceder. A los grandes no les va a afectar porque ya encontraron su solución. El problema son los demás productores.

El tercer proceso de fertilizantes falló y Perú sigue sin concretar esta compra internacional, aunque se viene un cuarto proceso. ¿El país está aún a tiempo?

Se tiene que gestionar la compra de una vez; la respuesta es sencilla. Y ya es bastante tarde. La campaña ya está en curso. Las grandes (empresas de agricultura) van a comprar fertilizantes a un mayor precio, tendrán menos ganancias pero lo van a concretar. Están buscando alternativas y también tienen su propio mecanismo de importación. Los pequeños agricultores comerciales que normalmente compran abonos en menores cantidades, acceden a subsidios del Estado, entre otros, son los más afectados. Aunque van a poder usar alternativas, tendrán una menor productividad y por ende menores ingresos, o se van a endeudar para comprar fertilizantes a un costo elevado. Ello sí puede generar problemas importantes en términos del acceso a alimentos a nivel nacional y generar vulnerabilidad para los productores chicos.

Y llevar a un incremento de precios que podría mantenerse.

La falta de fertilizantes a menores costos va a ir incrementando el precio de los productos locales, afectará a productores y ellos tendrán problemas para la siguiente campaña porque no van a tener recursos. Muchos dirán que hay alternativas orgánicas, pero la agricultura comercial necesita NPK (fertilizantes formados por nitrógeno, potasio y fósforo).

El guano de isla lo estuvo impulsando el gobierno como una alternativa para los agricultores, ante los altos precios de otros fertilizantes.

Bueno, si se quiere ver la consecuencia de usar solo abonos orgánicos hay que ver a Sri Lanka, donde se cambió toda la producción agrícola por producción orgánica y el gobierno cayó porque el país se fue al diablo. No tienen ninguna seguridad alimentaria ahorita y están importando fertilizantes por todos lados.

¿Qué otros aspectos debe considerar Perú para lidiar con la situación de inseguridad alimentaria y mitigar el impacto negativo?

Un ámbito es la producción y otro la seguridad alimentaria. Para la seguridad alimentaria, pienso que mientras avanza el país con el programa de transferencias se debe acelerar un proceso para rehacer listados de quiénes son los más vulnerables en este momento. Para eso pueden implementar el ‘Food Insecurity Experience Scale’, que es la escala de inseguridad alimentaria, donde puede identificar rápidamente a nivel subnacional dónde están los nuevos costos de inseguridad alimentaria, encontrar el problema y ver cómo se les puede ayudar en el cortísimo plazo. No podemos seguir usando la misma base de antes. No obstante hay que seguir con todos los programas para poblaciones vulnerables como Juntos y Pensión 65, que son buenos y no se tiene por qué destruirlos.

¿El monto del bono alimentario anunciado podría ayudar, o se necesitan mayores recursos?

Lo más importante es que todo esté bien focalizado y se haga a través de programas sociales ya existentes, no tiene sentido crear algo nuevo. Lo que hay que hacer es mejorar la focalización y expandir el programa. Perú tiene que actualizar su base. Cualquier política como la que aprobó el Congreso de bajar el IGV a alimentos no va, porque se quiere focalizar a los más vulnerables. Lo del IGV beneficia a todos y no se quiere eso, Perú ya no es el país millonario que podía distribuir lo que quería. Se tiene que ver cómo focalizar mejor para ayudar a los que realmente necesitan. Los que tienen recursos van a poder comprar, y si quieren comer van a pagar más. Que paguen más, esa es la vida, pero ellos pueden. El problema es la gente que no tiene acceso ni recursos. Y hay muchísima que no tiene.

¿Qué otras acciones son importantes?

Pienso que se deben seguir empujando los comedores populares. Eso funciona y ayuda, hay que seguir apoyándolo. Lo tercero son las escuelas, y qué está pasando con los desayunos escolares. Hay que reactivar todo el sistema de educación y la asistencia directa a través de desayunos escolares. A su vez, reactivar las vacunas y los mecanismos para reducir la anemia en el país. Todos esos programas hay que reactivarlos y dejar de inventar programas que sabemos que son políticos y no van a dar resultados. No se puede jugar con la ayuda de la gente. Eso es muy importante. Perú tiene que parar de hacer tonterías y tiene que ayudar a la gente que necesita. En la parte productiva se tiene que hacer licitaciones apropiadamente hechas. No puede ser que haya tres licitaciones de fertilizantes ya canceladas. Se tiene que solucionar el problema, y los subsidios a fertilizantes no funcionan. Se puede focalizar la ayuda a productores comerciales más vulnerables, porque los agricultores de subsistencia son distintos. Pero tienen que focalizarse, mejorar el acceso a finanzas y hacer un mecanismo que les permita a la vez tener seguros.

Por otro lado, en el mediano plazo Perú tiene gas. Si vemos lo que ha hecho México ha logrado transformar su industria petrolera para producir nitrógeno para la agricultura. ¿Qué tiene que hacer Perú para convertir ese gas que tiene y generar nitrógeno? Puede ser un super negocio además, porque podría empezar a distribuir nitrógeno a la región. Pero tienen que empezar a planearlo. Tenemos muchos instrumentos para hacerlo. Si tenemos gas natural por qué no lo aprovechamos, para ser más resilientes en el futuro.

¿Considera que el Ministerio de Desarrollo Agrario debería reestructurarse ante los retrasos que se han sufrido en cuanto a los fertilizantes?

No me meto en cuestiones políticas, pero en la parte técnica hay que valorar estas capacidades que algunos ministerios tenían. El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social tenía un equipo bueno y el Ministerio de Economía también. Hay que reforzar esas capacidades técnicas, no perderlas, y dejar que operen para que se puedan hacer las cosas correctamente. Ese sería mi consejo. No importa quién sea el ministro, un ministerio debería funcionar con quien esté. Lo que se debe buscar es cómo fortalecer esas capacidades y fortalecer lo que operaba bien, no destruirlo.

POBREZA EN PERÚ

¿Desde la FAO han identificado los riesgos presentes para los indicadores de pobreza en Perú este año? Algunos estudios apuntan a que la pobreza monetaria podría subir, al igual que el siguiente.

La pobreza monetaria subió de 20,2% en el 2019 a 30,1% en el 2020 y luego se recuperó a 25,9%. Pero está cinco puntos por encima de lo previo a la pandemia. La pregunta ahora es si va a seguir la recuperación o si aumentará, y creo que eso dependerá muchísimo de lo que pase con el sector formal. Ese aumento de cinco puntos es fundamentalmente población en la informalidad que antes no era pobre, era clase media baja, y pasó a ser pobre o pobre extremo en muchos casos, porque la pobreza extrema ha aumentado. Una mayor vulnerabilidad se podría evitar con programas productivos y eficientes de gasto público que sean focalizados. En momentos de crisis lo mejor que puedes hacer es invertir en infraestructura, acelerar los fondos del Fondo de Inversión en Telecomunicaciones (Fitel), acelerar la electrificación, construir canales de irrigación... Ese es el tipo de inversión que necesitamos. Ahí tiene que ir el gasto público porque sabemos que ese tipo de inversión va a reducir desigualdades, y eso es lo que Perú necesita.

La gran prueba es si logramos seguir bajando la pobreza. La caída del 2020 al 2021 no es un logro, es algo que iba a pasar por default. Ahora tienes al grupo duro que ha caído y la única forma de que vuelva a recuperarse es mejorando el crecimiento económico, pero sobre todo reduciendo las desigualdades Eso es infraestructura y ayuda con programas productivos eficientes. El problema de fertilizantes hoy no ayuda, y eso hay que corregirlo.

¿Sería una alternativa que el gobierno compre los fertilizantes que ya hay a nivel local para ofrecerlos a un precio social, y cubrir parte de los altos costos?

No creo que el mercado nacional pueda abastecer lo que se necesita. Ellos tienen que armar la licitación y los locales también podrían competir a modo de consorcio. No es que compres a productores de fertilizantes, sino al trader. Todos tienen que competir y se debe hacer un proceso rápido.

¿Ve una posibilidad en la que Perú salga en el corto plazo de esta situación tan fuerte de inseguridad alimentaria?

Se requiere urgente políticas para ir en ese sentido. Perú tiene que pisar en serio, buscar los equipos técnicos y empezar a acelerar los procesos. Nosotros como FAO estamos dispuestos a ayudar en lo que sea necesario. Hasta ahora no hay un cambio serio de las acciones que se tienen que hacer, y esperemos que se hagan pronto. Nosotros estamos para ayudar en la parte técnica, pero Perú debe acelerar ese proceso porque estamos en una situación bastante mala; y para algunos, la situación es crítica. Perú no es un país que no tenga la capacidad para hacerlo. Hay recursos, capacidad técnica, experiencia y no podemos dejar de usarla, sin importar el color de la bandera o el partido político al que pertenezcan. Esta es una cuestión de seres humanos y no podemos dejar de hacerlo.

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