Mapa del cannabis en Centroamérica: hay más apertura para legalizar el uso medicinal

Así es el estatus de la prohibición o autorización del uso del cannabis en los países del istmo centroamericano

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Bloomberg Línea — El mercado legal de cannabis están comenzando a mostrar cambios en Centroamérica. En el último año, Panamá y Costa Rica autorizaron el uso medicinal de la marihuana; en el resto del istmo permanece prohibida pero hay indicios de que más naciones podrían sumarse.

En el anuncio más reciente, el presidente Rodrigo Chaves presentó una propuesta para ampliar la legalización del cannabis al ámbito recreativo en Costa Rica, profundizando el debate alrededor de este mercado.

“Ya es legal en muchos Estados, y los antecedentes penales por posesión de marihuana han supuesto barreras innecesarias para el empleo, la vivienda y las oportunidades educativas”, criticó el mandatario estadounidense. “Demasiadas vidas se han visto alteradas por nuestro enfoque fallido de la marihuana, es hora de corregir estos errores”, remató.

La postura del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, podría encender aún más el debate. La semana pasada indultó a los condenados por posesión de marihuana, además anunció que flexibilizará los controles federales que actualmente clasifican a la droga en el mismo grupo que la heroína o el LSD.

Aunque Biden también estableció una frontera y se mostró firme en mantener importantes restricciones en cuanto al al tráfico, la comercialización y la venta a menores de edad.

¿Cuántos la consumen en Centroamérica?

El Informe Mundial sobre las Drogas 2022 de la Oficina de las Naciones Unidas contra el Delito (UNODC) detectó que alrededor del 4% de la población mundial es consumidora de cannabis, es decir unos 209 millones.

En general la producción de drogas ha crecido en el mundo, en particular el consumo de marihuana toma impulso por una mayor legalización a escala internacional, dijo Ghada Waly, directora Ejecutiva de UNODC.

En Centroamérica, el cannabis en hierba es la droga con mayor prevalencia en todos los países, seguida de la cocaína. En esta región, alrededor de 1 millón de personas la consumieron, y de ellos, unos 116.000 son jóvenes entre 15 y 16 años, estimó el estudio.

En 2020, el consumo se mantuvo estable en El Salvador y Nicaragua, tuvo un incremento entre el 5% y 10% en Panamá, y mayor al 10% en Costa Rica, estimó el estudio.

La marihuana es la principal razón de tratamiento por trastornos relacionados con el consumo de drogas en América Latina. La mayoría de pacientes son jóvenes de 35 años.

De las personas que intentan superar su adicción a las drogas, el 78,37% está en tratamiento por marihuana en Honduras, y el 71,76% en Guatemala; el país con menor incidencia es Panamá, con el 28,1%, según la UNODC.

El cultivo, producción, porte, comercialización y consumo de la marihuana sigue prohibido en la mayoría de países centroamericanos, pero en los últimos meses comienza a dar señales de apertura. A la fecha, este es el estatus para el uso del cannabis en el istmo:

Costa Rica es el más abierto

El expresidente Carlos Alvarado aprobó en marzo de este año la legalización de la marihuana con fines medicinales y terapéuticos, así como el cáñamo para el uso alimentario e industrial, tras una larga discusión de al menos tres años.

La apertura costarricense hacia el tema continuaría si prospera una iniciativa de ley del actual presidente, Rodrigo Chaves, para despenalizar el consumo recreativo del estupefaciente.

En caso de que tenga éxito, Costa Rica se convertiría en el segundo país de América Latina en liberarlo con este fin, después de Uruguay.

“¿A mí me gusta (la marihuana)? No. No me gusta que los jóvenes fumen marihuana ni que los viejos tampoco, yo personalmente no la consumo, pero es una realidad que debemos enfrentar”, delineó Chaves la semana pasada en la presentación de un proyecto de ley para legalizar el uso recreativo de la marihuana.

El presidente costarricense prometió la despenalización durante su campaña presidencial, señalando que una aproximación rígida al tema solo ha beneficiado al crimen organizado.

Por el contrario, la legalización abriría una nueva rama de la economía que pagaría impuestos y generaría empleos, dijo.

“Reconozcamos la realidad, sigamos el camino de los países racionales, algunos de ellos Estados dentro de los Estados Unidos, que lo han legalizado, Uruguay y países muy modernos en Europa, también ciertas jurisdicciones en México para reconocer la realidad de que esto ocurre”, defendió Chaves.

Panameños rechazan uso con fines recreativos

Panamá cumple el primer año de autorizar el uso médico, terapéutico, veterinario y científico del cannabis, con una ley aprobada el 13 de octubre de 2021. El presidente Laurentino Cortizo firmó su reglamentación el 31 de agosto de este año.

El marco legal es “una de las regulaciones más sólidas a nivel regional, para permitir el consumo del cannabis procesado y dar alivio a miles de pacientes”, afirmó Cortizo.

Como parte del sistema se creó la Dirección Nacional para el Monitoreo de las Actividades Relacionadas con el Cannabis Medicinal, adscrita al Ministerio de Seguridad.

La Ley 242 permite el consumo de la marihuana a pacientes con certificado médico. Además, solo pueden comprarla en farmacéuticas autorizadas, y queda prohibida la venta a domicilio, en línea, y la promoción publicitaria.

Las empresas importadoras, exportadoras y fabricantes deben registrase ante el Ministerio de Seguridad para obtener las licencias de operación para la importación, exportación y la fabricación de productos.

No obstante, la población se opone a ser más permisivos en el tema, según una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y de la Contraloría General de la República.

Solo el 7% de los panameños está a favor de liberar a la marihuana para el uso recreativo; y el 88% se declaró en contra, informó una encuesta de ambas instituciones, realizada en abril de este año y hecha pública a finales de septiembre.

Visiones encontradas en Honduras

El designado presidencial (vicepresidente) Salvador Nasralla sugirió darle estatus legal a la marihuana, con miras a su exportación para el uso medicinal, no para el consumo local.

“Nos interesa el cultivo de la cannabis solamente para exportarla porque genera muchísimo empleo (85.000 personas en 5.000 hectáreas)”, calculó Nasralla.

Además, señaló que el costo de producción por gramo sería de US$0,15 en Honduras, en comparación con US$1 de inversión en otros países. Por eso cifró la rentabilidad para el país en “varios miles de millones de dólares”.

La idea despertó el interés en algunos legisladores, pero no todo el gobierno compartió la idea. “No apoyamos esta idea de que se empiecen a sembrar drogas como alguien lo ha propuesto”, rechazó por su lado Mel Zelaya, expresidente de Honduras, asesor presidencial y esposo de la actual presidenta Xiomara Castro.

Nasralla también puso sobre la mesa la conveniencia de cultivar cáñamo, con el cual se crearían unos 170.000 empleos.

En su cuenta de Twitter, Nasralla expuso ante los asesores y ministros hondureños que Costa Rica está tomando la delantera en los negocios como el cáñamo.

En octubre de 2021, el exdiputado Enrique Yllescas llevó un proyecto de ley para autorizar el cannabis por solicitud de pacientes con enfermedades terminales.

Bukele no lo promueve

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele sentó postura en marzo de 2021 diciendo que no tiene en mente promover el tema, aunque entiende la lógica de las naciones que están apostando por la despenalización.

“Aquí es ilegal el consumo, la compra, la venta. Yo sé que el mundo está abriéndose, los tiempos van marcando las pautas. Yo creo que El Salvador debe de tratar de no promover las cosas que no queremos promover”, dijo Bukele en una entrevista con Luisito Comunica, un youtuber mexicano.

Bukele aseguró que la policía trata de perseguir “a los grandes traficantes y no al que tiene dos onzas”.

En 2019, el entonces legislador Francisco Zablah pidió reformar la Ley Reguladora de las Actividades Relativas a las Drogas para despenalizar el uso terapéutico de la marihuana.

En la pieza, sugería que el Ministerio de Salud llevara un registro de los pacientes, productos, fabricantes y distribuidores. Sin la acreditación, se iba a establecer una multa de US$9.000 más las responsabilidades penales.

Guatemala sigue en combate

Una de las primeras naciones en sugerir la despenalización del cannabis para uso medicinal fue Guatemala. Hace 10 años, el entonces presidente Otto Pérez Molina puso en agenda el tema, sin embargo el Congreso guatemalteco rechazó pretensiones de reformas en 2016 y 2017.

El actual jefe del Ejecutivo Alejandro Giammattei criticó ante la Organización de las Naciones Unidas el enfoque de la guerra contra las drogas, manifestando que los países consumidores deben esforzarse más en debilitar las estructuras financieras del crimen organizado.

“Continuamos con la lucha frontal contra el narcotráfico”, dijo en septiembre, ante la Asamblea General de la ONU.

Entre enero y junio, Guatemala ha decomisado unas 8 millones de matas de marihuana y unos 3.000 kilogramos de la droga procesada, detalló Giammattei en entrevista con el medio Breitbart.

“Desde que soy presidente llevamos extraditados 82 personas por tráfico de drogas a Estados Unidos”, manifestó.

Hijo de Ortega muestra interés

Nicaragua mantiene la prohibición contra la marihuana, pero ya hay cuestionamientos para discutir la viabilidad o no de despenalizarla. El tema lo planteó Juan Carlos Ortega Murillo, hijo del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo.

“Los beneficios del uso de cannabis sativa con fines medicinales están ya más que comprobados”, dijo Ortega Murillo, en una serie de reflexiones en su cuenta de Twitter en abril.

“Habría que estudiar la experiencia de aquellos países en donde ya no existen restricciones para cualquier uso, pero en donde sí existen normativas que buscan garantizar el orden y la seguridad pública”, planteó.

El exdiputado Eliseo Núñez advirtió que Nicaragua no está lista para abordar ese tema debido a las condiciones políticas, que no permitirían abordarlo con libertad.

“En una sociedad controlada por la dictadura es un tema de corrupción total”, enfatizó Núñez.

Actualmente, la Ley 1877 de Estupefacientes veta el cultivo, producción y exploración comercial del cannabis en Nicaragua.

--Con información de Fátima Romero