Alto funcionario del FMI dice que acuerdo con El Salvador está lejos

El director del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, se refirió a la situación de El Salvador en una entrevista con Bloomberg

Bitcoin sigue dificultando la asistencia financiera de El Salvador y el FMI, a tres meses del vencimiento del bono 2023.
14 de octubre, 2022 | 05:11 PM

Bloomberg Línea — El Fondo Monetario Internacional está lejos de negociar un programa con El Salvador, dijo a Bloomberg el director del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, en el marco de las reuniones anuales del FMI en Washington.

Goldfajn dijo al medio de comunicación que las cuestiones fiscales, la gobernabilidad y el abordaje del bitcoin alejan al país de un acuerdo. Se trata de temas “bastante desafiantes en este momento”.

Las declaraciones del funcionario ocurren a tres meses de que El Salvador enfrente un vencimiento de bonos soberanos, emitidos originalmente por US$800 millones. Luego de una operación de recompra en septiembre, quedan por pagar US$666,9 millones en principal a los inversores.

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El FMI y El Salvador negociaban una asistencia financiera por hasta US$1.400 millones desde marzo de 2021, anunció en su momento Alejandro Zelaya, el ministro de Hacienda salvadoreño. Parte de los fondos se destinaría para la liquidación del bono 2023.

Sin embargo, las conversiones se estancaron por las preocupaciones del Fondo sobre la implementación de bitcoin como moneda de curso legal en El Salvador. El organismo sugirió al país que lo descartara para ese propósito.

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La falta de entendimientos dañó el mercado de deuda salvadoreño. La incertidumbre sobre el acceso al fondeo internacional generó una reacción en cadena, que provocó el colapso en el precio de los bonos salvadoreños en el último año y recortes generalizados de la calificación crediticia del país.

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La degradación más reciente provino de Fitch Ratings, que recategorizó al país como emisor a CCC, desde CC, debido a “las ajustadas posiciones de liquidez fiscal y externa de El Salvador y el acceso extremadamente restringido a los mercados en medio de las altas necesidades de financiación fiscal”.

A esto se suma un menor dinamismo de la economía salvadoreña, la cual crecerá a un ritmo del 2,6% en 2022, según proyecciones del mismo FMI esta semana. La estimación significa una reducción con respecto al pronóstico que dio en abril, del 3%.

El ajuste deja a El Salvador por debajo del crecimiento previsto para América Latina y el Caribe, del 3,5% –el cual mejoró 0,5% desde su pronóstico en julio– e incluso de la medida mundial del 3,2%.

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Recompra de bonos

El gobierno salvadoreño sostiene que posee la capacidad de pago para cumplir con sus obligaciones financieras y por ello convocó al mercado a una compra anticipada de sus títulos valores, a precios de mercado.

El Salvador recompró el 20 de septiembre el equivalente a US$565,6 millones de bonos 2023 y 2025 a precios de mercado. La operación le costó unos US$354,67 millones en efectivo, dado que pagó US$133 millones en bonos 2023 a un precio del 91%, y US$432,59 millones a un costo de 54%.

El ahorro entre el principal e intereses asciende a unos US$275 millones, celebró el presidente Nayib Bukele, quien prometió una nueva compra adelantada de bonos para mediados de noviembre de este año.

La agencia Fitch Ratings cifró las necesidades fiscales de El Salvador en unos US$3.700 millones desde septiembre de 2022 hasta enero de 2023 distribuidas de la siguiente manera: US$1.000 millones en déficit fiscal, US$1.200 millones de amortizaciones incluyendo el pago de eurobonos 2023 y US$1.500 millones en deuda a corto plazo.

En su análisis, la recompra de US$360 millones en bonos “probablemente debilitará aún más su ya tensa posición de liquidez” y no descartó que el gobierno emisor incurra en “algún tipo de impago”.