Las acciones de Tesla Inc. (TSLA), cuyo dueño es Elon Musk, siguen en caída libre. Se desplomaron un 50% desde su máximo histórico, en medio de una venta más amplia en el mercado bursátil estadounidense que ha golpeado especialmente a las empresas de crecimiento y tecnología.
Las acciones del fabricante de vehículos eléctricos cerraron el viernes con una caída del 7,6%, hasta 204,99 dólares, lo que sitúa su capitalización bursátil en 642.000 millones de dólares.
El descenso ha reducido a la mitad el máximo histórico del 4 de noviembre, de 409,97 dólares. El desplome se produce en medio de un colapso más amplio de los mercados, ya que el espectro de una desaceleración económica sacude a los inversores, que ya se preparan para el impacto del aumento de la inflación y de los tipos de interés. Los valores de crecimiento más arriesgados con valoraciones elevadas han sido los más afectados por la venta.
La lista de problemas de Tesla es larga: La entrega de vehículos en el tercer trimestre se vio afectada por problemas logísticos, y algunos analistas advirtieron que la subida de los precios de los coches de la empresa también podría afectar a la demanda en algún momento. Además, la fábrica de Tesla en Shanghái se ha visto afectada por los cierres de Covid-19 en la ciudad.
La empresa también ha tenido que hacer frente a la escasez de suministros y al aumento de los costes de las materias primas, al igual que casi todos los demás fabricantes de automóviles del mundo. El intento muy público de Elon Musk de comprar primero Twitter Inc. y luego de abandonar el acuerdo y volver a comprarlo, también ha sido un lastre para las acciones, debido a la preocupación de que el líder de la empresa se esté dispersando demasiado entre varias empresas desafiantes.