Ciudad de México — Tres miembros de la Junta de Gobierno de Banco de México (Banxico) dijeron que hacia delante el ciclo alcista del banco debe continuar, sin embargo, de ellos, solo un miembro se pronunció por una probable alza de 75 puntos base en la tasa de interés en la próxima decisión, e incluso consideró que no deben descartarse aumentos mayores a esa magnitud.
En cambio, otro miembro distinto a los tres que están a favor de continuar del ciclo alcista, consideró que es factible desligarse de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos a partir de la próxima decisión, de acuerdo con la minuta de Banxico correspondiente a la reunión de la Junta de Gobierno del 29 de septiembre de 2022, en donde subió la tasa en 75 puntos base para dejarla en un nivel de 9,25%.
La minuta de Banxico señala que todos los miembros de la Junta destacaron los niveles elevados de la inflación y que la mayoría anticipa que el ciclo de alzas debe continuar para avanzar aún más en terreno restrictivo, no obstante, no hay un acuerdo sobre la magnitud de la subida.
Un miembro de Banxico indicó que aún no hay condiciones para disminuir el ritmo de incrementos de la tasa y que incluso podría debatirse si hay que acelerarlo.
Este miembro puso en la discusión de la Junta un incremento de 100 puntos base, pero también dijo que no sería recomendable un alza de esa magnitud porque, entre otras cosas, sería mayor al anticipado por el consenso de analistas y operadores y generaría incertidumbre sobre futuros ajustes, además de que se incurriría en el riesgo de alcanzar una tasa terminal muy alta.
Señaló que se debe comunicar que es muy probable que en la siguiente decisión se continuaría con el mismo ritmo de ajuste y añadió que aumentos mayores no deben ser descartados si se deteriora aún más el panorama inflacionario.
Argumentó que no es posible implementar un aumento menor al de la Reserva Federal, ya que se debe mantener por lo menos para fin de año un diferencial de tasas de mínimo 600 puntos base para contribuir al buen desempeño del peso ante la apreciación del dólar y la mayor volatilidad.
Otro miembro de la Junta dijo que hacia delante el ciclo de alzas debe continuar y precisó que la magnitud de los incrementos subsecuentes deberá discutirse según la evolución de la inflación y de sus determinantes.
Comentó que es indispensable que el banco central evite que la inflación elevada se arraigue, lo cual tendría repercusiones adversas persistentes sobre la pobreza, la distribución del ingreso y, en general sobre el bienestar de las familias mexicanas.
Un miembro de la Junta señaló que es conveniente mantener el ritmo de endurecimiento que se ha implementado, ya que desde el inicio del ciclo de alzas, considerando un aumento de 75 puntos base en la decisión de septiembre, se estarían acumulando 525 puntos base de aumentos y finalmente se estaría logrando llevar la tasa real ex-ante a terreno restrictivo.
Enfatizó que las condiciones globales más adversas, en un entorno de mayor incertidumbre, podrían llevar a la Junta de Gobierno a considerar un cambio en el ritmo de ajuste.
Advirtió que no se puede descartar ningún escenario, por lo que se debe comunicar claramente que la tasa de referencia seguirá aumentando; la magnitud de los aumentos dependerá de las condiciones en cada decisión, y que será necesario que la postura monetaria se mantenga en terreno restrictivo durante todo el horizonte de pronóstico.
Otro miembro de la Junta dijo que es indispensable continuar adoptando una postura monetaria restrictiva. Comentó que con un incremento de 75 puntos base, la tasa objetivo se ubicaría sólidamente en terreno restrictivo y que es momento de evaluar hasta cuándo y en qué magnitud se apretará la postura, y cómo se responderá a los incrementos adicionales de la Reserva Federal.
Sostuvo que el punto terminal del ciclo tendría que determinarse en función de la tasa real ex-ante y no de la nominal. Detalló que el nivel máximo de la tasa real ex-ante en los últimos años fue de 4,4%, alcanzada en 2018. Por ello estimó que un posible nivel terminal de dicha tasa en este ciclo podría ubicarse entre 4,5 y 5%.
Precisó que dado los niveles de las expectativas de inflación, dicho nivel de la tasa real se alcanzaría con una tasa nominal de entre 9,75% y 10%, por lo que una tasa mayor sería innecesariamente restrictiva.
Consideró deseable que el ciclo alcista de alzas termine a finales de 2022 y que se mantenga la postura restrictiva durante 2023 para permitir que la política monetaria opere.
Alertó que si se desea cerrar 2022 con una tasa real ex-ante cercana a 5% se tendría que disminuir el ritmo de ajustes, independientemente de lo que haga la Fed.
Expresó que desligarse de la Fed podría ser factible a partir de la próxima decisión ya que Banxico inició antes su ciclo alcista y, considerando el aumento propuesto, acumularía 525 puntos base de incrementos.
Otro miembro de la Junta externó que durante este ciclo alcista Banxico ha actuado de manera comprometida, con incrementos de la tasa de referencia oportunos y graduales, así como robustos y contundentes cuando las condiciones así lo han requerido. Sostuvo que ya se ha alcanzado una postura monetaria restrictiva.
Hacia delante, dijo, se debe calibrar en cada decisión y de manera cuidadosa cuál es la postura monetaria adecuada para garantizar la estabilidad de precios y asegurar la convergencia de la inflación hacia la meta. Resaltó que en la determinación de dicha postura se debe tomar en cuenta toda la información disponible.