Bloomberg — La inflación volvió a elevarse por encima de las expectativas en septiembre en EE.UU., ubicándose en un 0,4% intermensual, cuando las expectativas eran que subiera un 0,2%. La cifra general se es del 8,2% anual.
La inflación núcleo, un indicador clave para la Fed a la hora de determinar su política monetaria, se elevó a su máximo de 40 años luego de subir un 0,6% intermensual. La cifra anual llegó a 6,6%, la más alta desde 1982, según datos del departamento de Trabajo del país norteamericano.
Los futuros revirtieron un alza anterior y se desplomaron en Wall Street, considerando que el dato refuerza la presión sobre la Reserva Federal para que continúe con su ciclo de endurecimiento monetario.
Los índices de vivienda, alimentos y atención médica fueron los que más contribuyeron, según el informe. La gasolina disminuyó.
El informe subraya cómo la elevada inflación se ha extendido por toda la economía, erosionando los ingresos de los estadounidenses y obligando a muchos a recurrir a los ahorros y a las tarjetas de crédito para mantenerse. Aunque se espera que el crecimiento de los precios al consumo se modere en los próximos meses, será un arduo camino hacia el objetivo de la Fed.
Los responsables de formular políticas han respondido con la campaña de endurecimiento más agresiva desde la década de 1980, pero hasta ahora el mercado laboral y la demanda de los consumidores se han mantenido resistentes. La tasa de desempleo volvió a situarse en septiembre en el nivel más bajo de las últimas cinco décadas, y las empresas siguen aumentando los salarios para atraer y retener a los empleados necesarios para satisfacer la demanda de los hogares.
Tras el sólido informe sobre el empleo de la semana pasada, el informe sobre el IPC probablemente consolide una subida adicional de 75 puntos básicos en la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de noviembre. Los operadores reforzaron sus apuestas por una subida a gran escala el mes que viene. Los futuros de las acciones cayeron bruscamente y los rendimientos del Tesoro subieron tras el informe.
Costos de vivienda
Los costos de vivienda -que son el mayor componente de los servicios y constituyen aproximadamente un tercio del índice general del IPC- subieron un 0,7% por segundo mes. El alquiler de la vivienda fue el que más subió en términos anuales, al igual que el alquiler equivalente de los propietarios.
Los economistas consideran que los componentes de la vivienda del informe serán elevados durante bastante tiempo, dado el desfase entre los cambios en tiempo real de los alquileres y los precios de la vivienda y el momento en que se reflejan en los datos del Departamento de Trabajo. Bloomberg Economics no espera que las tasas interanuales de los principales componentes de la vivienda alcancen su punto máximo hasta bien entrado el segundo semestre del próximo año.
El costo de los alimentos subió un 0,8% por segundo mes y fue un 11,2% superior al de hace un año. Los precios de los coches usados bajaron por tercer mes, mientras que los de los nuevos siguieron subiendo a buen ritmo. Las tarifas aéreas subieron. Aunque los precios de la gasolina disminuyeron en septiembre, desde entonces han vuelto a subir.
Aunque la Reserva Federal basa su objetivo del 2% en una medida de inflación independiente del Departamento de Comercio -el índice de precios de los gastos de consumo personal-, el IPC es seguido de cerca por los responsables de formular políticas, los operadores y el público. Dada la volatilidad de los precios de los alimentos y la energía, el índice básico se considera un barómetro más fiable de la inflación subyacente.
Los acontecimientos geopolíticos también podrían mantener la inflación elevada. La OPEP+ ha anunciado recientemente recortes en la producción de petróleo, y una posible prohibición de las exportaciones de gasolina por parte de la administración Biden podría ser contraproducente y provocar un aumento de los precios en los surtidores.
La guerra entre Rusia y Ucrania sigue interrumpiendo el suministro de productos básicos como el trigo, mientras que la Casa Blanca también está considerando la posibilidad de prohibir el aluminio ruso -un componente clave de los coches y los iPhones- en respuesta a la escalada militar del país en Ucrania.
--Con la ayuda de Chris Middleton y Liz Capo McCormick
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