Ciudad de Panamá — En Panamá la seguridad social languidece. Todo indica que para el 2024 no habrá dinero para pagar la pensión de los jubilados y pensionados, por lo que en un foro organizado por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá se urgió a crear una entidad que cumpla con los estándares internacionales de la buena gobernanza, diseño y operación de las pensiones.
El nuevo diseño de pensiones, de acuerdo con las conclusiones del evento, debe seguir los lineamientos de la creación de sólidos pilares económicos, que es la tendencia mundial que se sigue en los países que son más exitosos en la implementación de pensiones.
“El costo transición es inevitable y la estrategia debe ser no solo la del financiamiento del déficit, sino de bajar la deuda y los déficits futuros, pasando a los asegurados del sistema anterior a cuentas de ahorro individuales, con un bono de reconocimiento por los aportes que hayan realizado”, se asegura.
Los participantes en la actividad organizada por la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá coincidieron en señalar que “es obligante” la creación de un ente regulador de pensiones, para evitar en el futuro las situaciones por las que actualmente atraviesa la entidad de seguridad social.
“Entendiendo que estas transformaciones toman tiempo, debemos tener un audito anual para evaluar los avances de las reformas que se vayan a implementar”, se afirma.
Adolfo Fábrega, vicepresidente de la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, dijo que “si existe la necesidad de tomar medidas paramétricas, se deben tomar”, aunque señaló que actualmente se desconoce cuáles serían, por lo que el sector privado está empeñado en seguir dialogando sobre el tema.
Indicó que “estamos inclinados hacia las medidas paramétricas, que pueden ser lo mejor en estos momentos para la situación que vive la Caja de Seguro Social”.
Estas medidas, de acuerdo a otras fuentes consultadas, podrían incluir un aumento en la edad de jubilación, que actualmente es de 55 años para las mujeres y de 62 años para los hombres, además de aumentar la densidad de cuotas de 20 a 25 años, con el propósito de amortiguar el impacto sobre las finanzas públicas.
Para el exdirector de la Caja de Seguro Social, Francisco Bustamante, un reciente informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) da cuenta de la necesidad de reformar el sistema de jubilaciones y pensiones, toda vez que la reserva del programa de Invalidez, Vejez y Muerte se está agotando y solo alcanzará hasta el 2024.
Entre las recomendaciones dadas por la OIT están la de diseñar y poner en marcha, por parte de la Caja de Seguro Social y otras instituciones del sector, una estrategia de extensión de la cobertura, sobre la base de estudios y evaluaciones técnicas.
La estrategia, agrega, debe contar al menos con medidas y acciones puntuales para cubrir los principales grupos de difícil cobertura, incluyendo el trabajo independiente, reformas administrativas y reglamentarias para facilitar la afiliación, la recaudación, la inspección y la cobranza coactiva; evaluaciones de la normativa actual asociada con el control contributivo; transformaciones en el uso de las tecnologías de información y comunicación, entre otros aspectos.
Esta estrategia, siempre según la OIT, “debe, idealmente, contar con un plan de acción de corto y mediano plazo y con suficiente presupuesto institucional, por su carácter de inversión indispensable, para su efectiva implementación”.