Caracas — Luego de 15 años de críticas, Venezuela y el Fondo Monetario Internacional (FMI) parecen estar cerca de reajustar su relación, precisamente con la insistencia de la administración de Nicolás Maduro porque se le reconozca como gobierno, aunque ello sea calificado como parte de una estrategia pragmática.
Con la carta enviada por Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Maduro, a la directora general del FMI, Kristalina Georgieva, que fue reseñada por Bloomberg, el gobierno venezolano continúa dejando atrás la política de enfrentamiento contra la institución, que fue impulsada por Hugo Chávez.
Y es que ya en 2020, la cancillería de Maduro intentó un primer acercamiento con la organización financiera, en un esfuerzo por acceder a los derechos especiales de giro que el Fondo iba a destinar a los países en desarrollo para ayudarles a aliviar el golpe económico de la pandemia por covid-19, el que le fue negado.
La asignación del monto, que se acerca a los 5.000 millones de dólares que recibiría Venezuela, parte de los 650.000 millones de dólares que destinaría el Fondo a los países miembros en caso de dificultad, se imposibilitaba a raíz de la falta de consenso en la institución con respecto a la situación política en Venezuela y la falta de reconocimiento internacional a Maduro.
En esa oportunidad, fue Jorge Arreaza, excanciller de Maduro, quién se encargó de comunicar la intención de Venezuela de desechar el distanciamiento con el FMI, que había estado marcado por calificaciones ásperas desde el chavismo, llamándole “modelo de exclusión y empobrecimiento”.
La nueva misiva, que mantiene el objetivo y menciona además la disposición de la administración de Maduro por establecer conversaciones de cooperación bilateral, pareciera acercarse más a una respuesta positiva, en medio de las flexibilizaciones ejecutadas por Estados Unidos con respecto a Venezuela.
“Esto debe tener un peso en la decisión de la directora general. Hay una probabilidad de que se incline a una posición más realista de reconocer que el gobierno de Maduro tiene el control de facto del territorio nacional, independientemente de lo que se piense sobre su legitimidad”, comenta el economista Francisco Rodríguez, director de la Fundación Petróleo por Venezuela, consultado por Bloomberg Línea, en relación a las acciones de EE.UU., que si bien no ha dejado de reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, ha mostrado acercamientos con Maduro, ejecutando acciones positivas, ya sea para presionar la reanudación del diálogo en México.
Al FMI le corresponde recoger la opinión de los países miembros, siendo EE.UU. el principal accionista, que podría lograr un consenso sobre el caso venezolano, el que a juicio de Rodríguez podría darse a favor de Maduro, como consecuencia del cambio explícito o implícito en el reconocimiento de algunos países hacia Guaidó.
El profesor de la Universidad del Zulia, Rodrigo Cabezas, exministro de Finanzas durante la era de Chávez, y quien se atribuye el haberlo convencido de no retirarse del FMI, descarta, sin embargo, esa posibilidad.
Considera que la estrategia de Maduro se trata de una actuación pragmática, con la que solo se espera acceder a los derechos especiales de giro, lo que alguna vez fue discutido en la mesa de negociación entre el gobierno y la oposición.
“Es mentira lo de la cooperación bilateral que mencionan en la carta, no tengo dudas. Solo lo ofrecen como para decir algo. Ellos buscan desesperadamente estos recursos. Esta solicitud solo la explica una postura muy pragmática porque ellos no creen en esos acuerdos de financiamiento”, explica.
Cabezas, quién mantiene su posición en relación al FMI y el que Venezuela se mantenga como miembro, no cree que lo emprendido por el gobierno de Joe Biden recientemente, que incluye la liberación de los sobrinos de Cilia Flores, esposa de Maduro y el levantamiento de algunas sanciones, permita establecer un cambio en la decisión del organismo.
“Desde mi punto de vista, en la coordinación de fuerzas y por la situación de aislamiento internacional del gobierno de Maduro, creo que la respuesta del FMI será negativa (...) no creo que los movimientos de EE.UU. derive en ello, porque es claro que la cooperación para acordar ajustes macroeconómicos por parte del gobierno de Maduro no es cierta, porque no tienen equipos para hacerlo”, indica.
Rodríguez, por su parte, aunque sí mantiene altas las expectativas, sí ve complicado que a pesar del reconocimiento se le permita a Venezuela acceder a los recursos, y hace referencia al caso de Irán, tomando en consideración la posición de EE.UU.
“Sí hay posibilidad de que se le reconozca, aunque no necesariamente tendrá acceso. Irán lo ha intentado y no ha podido, por el bloqueo de Estados Unidos, por lo menos con respecto al instrumento de financiamiento rápido. Está menos claro si Irán ha solicitado el instrumento de derechos especiales, pero el punto es que Estados Unidos aún tiene un poder de veto significativo”, agrega.