Bloomberg — El ciudadano ruso más rico de Silicon Valley, Yuri Milner, anunció que renunció a su nacionalidad de ese país.
Milner completó el proceso en agosto, según se desprende del portal de su empresa, DST Global, que habla de sus “orígenes con respecto a Rusia”.
En un mensaje de Twitter, afirmó que él y su familia “dejaron Rusia de forma definitiva” en 2014, cuando se produjo la anexión de Crimea por parte de Moscú.
Cuando los rusos atacaron a Ucrania en febrero de 2022, DST Global divulgó una publicación en la que condenó “la guerra de Rusia en contra de Ucrania, que es su vecino soberano”, y su fundación se expresó en rechazo a “las agresiones sin provocación y salvajes cometidas en perjuicio de la de la población civil.” Milner aseguró que apoyaba dichas declaraciones.
Nacido en Moscú, Milner es el actor más importante de la industria tecnológica en distanciar a su compañía de Rusia, luego de que la intervención de Vladimir Putin en Ucrania suscitara la denuncia y sanciones por parte de los gobiernos de Occidente. Sus vínculos con el país crearon cierta preocupación en Silicon Valley, donde es una figura de larga data. Según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, su riqueza asciende a unos US$3.500 millones. DST Global efectuó provechosas inversiones en grandes empresas de tecnología, como Facebook, ahora Meta Platforms Inc. (META) y Twitter Inc. (TWTR).
DST Global fue objeto de escrutinio por tomar fondos rusos de un banco controlado por el estado y otros patrocinadores rusos en 2011. DST no ha tomado dinero de Rusia desde entonces ni ha realizado ninguna inversión en el país, dijo Milner a Bloomberg en marzo. En 2011 Vladimir Putin no era presidente y parecía ser un momento distinto para las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
En una entrevista con Bloomberg Businessweek en marzo, Milner dijo, “no puedo cambiar el hecho de que nací en Rusia. No puedo cambiar el hecho de que teníamos algunos fondos rusos”.
Milner tiene una casa en Los Altos, California, que compró en 2011 por US$100 millones. Tiene una visa O-1 en los EE.UU., algo popular entre los empresarios y reservado para personas de “capacidad extraordinaria”.
Lea más en Bloomberg.com