Tomar una taza de café 100% colombiana es cada vez más difícil en Colombia

El café brasileño está siendo protagonista en momentos en los que la producción colombiana cae y la inflación aleja a la mayoría de los consumidores de los productos ‘premium’

Colombia ha podido exportar más café del que ha producido este año gracias a los inventarios con los que cuenta en la actualidad.
10 de octubre, 2022 | 12:01 AM

Bogotá — En un entorno de alta inflación y menor producción por cuenta de los efectos del clima, el café ha sido uno de los perjudicados y para los consumidores colombianos cada vez es más difícil adquirir ese producto 100% local, puesto que, dado que prácticamente todo el grano ha salido para exportaciones, la demanda interna se compensa con importaciones brasileñas.

El alza de los precios está siendo impulsada principalmente por los alimentos, entre los cuales el café y sus derivados destacan con una inflación anual hasta septiembre del 44,33%. Mientras que la inflación de las bebidas calientes, entre las cuales se incluye al tinto, el café con leche, entre otras, alcanza en el mismo período el 18,12% anual, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

Atado a esto, la oferta de café colombiano se ha reducido puesto que la producción en Colombia llegó casi a 8,2 millones de sacos de 60 kg en lo corrido del año hasta septiembre, lo que significó una caída del 10%. Entre tanto, las exportaciones llegan a los 8,6 millones de sacos de 60 kg de café verde hasta septiembre, una caída del 6% con respecto al mismo período del año anterior.

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Colombia ha podido exportar más café del que ha producido este año gracias a los inventarios con los que cuenta en la actualidad. “El tema tiene que ver con el manejo de inventarios de café en manos de los exportadores particulares”, dice el gerente general de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), Roberto Vélez Vallejo, en entrevista con Bloomberg Línea.

A este ritmo, Vélez Vallejo espera que la producción de café alcance los 12 millones de sacos de 60 kg al cierre de 2022, en tanto que las exportaciones se podrían ubicar entre 11,5 millones y 12 millones de 60 kg.

Un trabajador recoge cerezas de café durante una cosecha en Fredonia, departamento de Antioquia, Colombia.dfd

Entre tanto, el consumo interno se mantiene entre 2 y 2,2 millones de sacos de 60 kg anuales, que se está cubriendo en su mayoría con grano de más baja calidad importado desde Brasil y cafés excelsos, que son de alta gama y por ende de mayor precio, por lo que no todos los consumidores tienen acceso a estos.

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“Buena parte del consumo interno se está haciendo con las importaciones. Uno ve los niveles de importación y encuentra que ahí está la respuesta. Se está importando mucho café de Brasil, ese es el origen principal desde donde está llegando el café para Colombia”, mencionó el ejecutivo.

No obstante, en estas importaciones está pesando la tasa de cambio en un momento en el que la moneda local se ha depreciado a niveles récord frente al dólar.

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“Por su puesto, que el tipo de cambio le pega directamente al costo de la importación de la materia prima. Por eso, lo que uno puede observar es un aumento de los precios del café, sobre todo de gama baja, que normalmente son las más populares. Han tenido que recurrir a un aumento de precios porque no pueden aguantar el nivel de incremento, dado el aumento de la tasa de cambio”, afirmó.

Vélez Vallejo señala que la inflación “golpea la caficultura por todos lados”, por lo que anticipan que en un entorno como este la primera reacción de los consumidores pueda ser bajar el gasto “Estamos esperando cifras, pero pues a uno no le sorprendería que el consumo de café estuviera marcado ahí en parte de la disminución de las compras por parte de los clientes”, anotó.

Asimismo, relaciona la subida de la inflación en el café a los mayores costos de producción y la reacción en cadena que esto desata, teniendo presiones adicionales por la disponibilidad de fertizantes, así como los herbicidas, los fungicidas, entre otros. Además, pesa en esta situación los costos de la mano de obra, según dijo Roberto Vélez Vallejo.

“El clima no solo ha disminuido la cantidad de café producido, sino también buena parte de los bienes agrícolas que produce el país y por ahí tiene una de las platas el aumento de la inflación”, añadió.

Sobre las fórmulas para bajar la inflación, dijo que si bien la receta se resume en la subida de tasas de interés por parte del Banco de la República este no es un tema fácil. “Las tasas de interés están muy relacionadas también con tipo de cambio. Uno tiene una inflación que es interna y una externa cuando importa bienes que están encarecidos cada vez más, que es el caso por ejemplo de los fertilizantes”, señaló Vélez Vallejo.

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Ya desde el lado del productor, Vélez Vallejo destaca los precios récord a los que se viene comprando el café a nivel interno y mencionó que en el mercado internacional el sector “está recibiendo más pesos por la misma cantidad de grano o incluso por menos”.

Nosotros estamos calculando que al cierre del año el costo total de la cosecha cafetera esté entre los $13 y $14 billones, el año pasado logramos como $10,6 billones y hace cuatro o cinco años estábamos en $7,2 billones. Entonces ahí ve uno el efecto de un mayor precio al productor”, remató.

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