Bogotá — El financiamiento de litigios, o litigation finance, es un servicio que consiste en brindar recursos económicos al titular de la demanda para comenzar o continuar con su proceso judicial.
Si la sentencia llegara a resultar favorable, el financiador recibe un porcentaje de lo ganado; en cambio, si no se fallara positivamente, no se exige ninguna devolución.
Esta nueva modalidad, desarrollada con más fuerza a partir de la pandemia, viene acompañada de una necesidad imperante: el apoyo financiero a personas y empresas que quieran avanzar con sus litigios.
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“Lo que se busca es habilitar el acceso a la justicia a demandantes que no siempre cuentan con el capital para llevar a cabo un reclamo meritorio. Además, en una región con una falta de acceso a crédito tan prevalente como Latinoamérica, a través de la financiación de litigios se ayuda a empresas y familias a financiarse con un activo que ni siquiera suponían que existía”, comenta Fernando Folgueiro, Co-Founder & Managing Partner de Qanlex, una startup que ofrece financiación de litigios, con un foco exclusivo en países de derecho continental. La empresa es la intersección del mundo legal, financiero y tecnológico.
“Estamos creando un mercado nuevo, donde personas y empresas pueden recibir financiamiento al tener una demanda meritoria y acceder a la justicia. Además, hemos financiado reclamos colectivos, donde se busca una compensación por el daño sufrido en comunidades y el beneficio de esta reparación tiene un impacto en varias generaciones”, concluye Zavalía Gahan.
Los modelos de negocios legaltech
Lo que ha favorecido la popularidad de estas empresas que se dedican a la financiación de litigios es su etiqueta legaltech por su conjunción de la tecnología con los procesos jurídicos para el perfeccionamiento en la gestión y los servicios de una firma legal. La incorporación de las tecnologías jurídicas ha traído beneficios como un mayor control de los costos de los servicios externos, optimización de los flujos de trabajo y procesos al igual que la seguridad de los datos internos.
En el caso de los financiamientos, la tecnología le ha servido para poder encontrar las demandas con mayores probabilidades de éxito: “Un abogado puede estar condicionado por su experiencia personal de haber llevado a cabo una cantidad limitada de litigios; en cambio, a través de modelos de data science se pueden establecer correlaciones tomando todos los datos disponibles, pudiendo predecir sin sesgos la potencialidad de éxito de una demanda”, explica Yago Zavalía Gahan, Co-Founder & Managing Partner de la empresa .
Fundada en 2020, la startup tiene presencia en Europa y Latinoamérica, incluida Colombia. Lo que le ha valido su popularidad es su plataforma propia, Case Miner, que parametriza las demandas, lee toda la documentación, las “rankea” -en función de visibilidad del caso, tiempo para la sentencia final, solvencia de la parte demandada y del estudio jurídico que lleva a cabo el litigio- y contacta aquellas con mayor probabilidad de sentencia favorable. Qanlex lleva evaluadas más de 9 millones de demandas.
Esta solución tecnológica les ha permitido no sólo trabajar con numerosos tipos de demandas como comerciales, de patentes, de particulares contra empresas o contra el Estado, o bien incumplimientos de contratos; sino también les ha permitido operar con una estructura mínima que garantiza no obstante la performance positiva de la empresa, cuyo ratio de sentencias positivas hasta el momento es de 100 por ciento.