Bloomberg — Ariel Henry, el primer ministro haitiano, solicitó apoyo internacional con el fin de frenar la violencia de las pandillas y desbloquear los caminos para permitir el suministro de combustible y otras ayudas.
En concreto, Henry pidió a la comunidad internacional que “nos ayuden a combatir esta emergencia humanitaria” en un momento en el que Haití está intentando prevenir un nuevo brote de cólera.
“El país entero ha sido secuestrado”, afirmó. “Esta situación impide que nuestros menores acudan al colegio, que las personas enfermas reciban atención sanitaria, que la gente cuente con agua potable, llegando incluso a impedir el paso por las carreteras y el transporte de comestibles por el país”.
En la actualidad, el país se encuentra paralizado por las manifestaciones contra el gobierno a causa de la subida de los precios de los combustibles y la comida. Bandas de delincuentes poderosamente armadas dominan ahora grandes zonas de Puerto Príncipe.
A principios de esta semana, diplomáticos y el sector privado solicitaron un corredor humanitario que permitiera entregar combustible desde la Terminal de Varreux, que abastece de combustible a la capital.
La violencia en Haití ha aumentado desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021 y las elecciones que se esperaban desde hace mucho tiempo se retrasan aún más.
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