Santiago — La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) de Chile formuló cuatro cargos en contra de la Minera Ojos del Salado, que opera el proyecto de continuidad operacional de la mina “Alcaparrosa”, cercano a la zona urbana de Tierra Amarilla, donde apareció un socavón de más de 60 metros de profundidad a finales de julio.
En total, la empresa arriesgaría una multa de hasta 17.000 Unidades Tributarias (UTA), sobre 12.300 millones de pesos chilenos, lo que equivale a más de US$13 millones.
Una de las cuatro infracciones levantadas fue clasificada como gravísima, la cual está relacionada con la modificación de la infraestructura minera ambientalmente evaluada generando afectación en el acuífero del río Copiapó. Esto, según un comunicado de la SMA divulgado este jueves, se constata en parte por la “modificación del sistema de drenaje subterráneo, con la incorporación de piscinas subterráneas”. La autoridad dijo que esto habría provocado un daño ambiental irreparable en el acuífero.
“La instructora del caso y la investigación de la oficina regional permitió vincular el socavón con la sobre extracción de mineral. Además, cuando ocurrió el evento comenzó a filtrarse dentro de la mina grandes cantidades de agua desde lugares donde la empresa intervino más allá de lo considerado en la evaluación ambiental”, señaló el superintendente subrogante del Medio Ambiente, Emanuel Ibarra.
¿De qué más se le acusa?
Otro cargo fue catalogado como grave, particularmente la “sobre extracción de mineral” en Alcaparrosa, lo cual se constataría en el incumplimiento de la tasa de producción durante 2019.
También se formularon dos cargos leves que están fundamentados en el posible incumplimiento de las condiciones establecidas para el transporte de mineral, lo que se habría constatado en la operación de camiones con tonelaje superior al establecido; y no haber obtenido la autorización correspondiente para tránsito con sobrepeso por caminos públicos. “El último cargo es modificar el destino de recepción del mineral ambientalmente evaluado, pues en el permiso ambiental se planificó que se llevaría en su totalidad a la faena mina Candelaria, lo cual no ha sido así”.
Ibarra aseguró que “con esta formulación se abre un procedimiento donde deberá ponderarse la visión de la comunidad; la de la Municipalidad que es parte interesada en el caso; y las defensas que presente la empresa, para luego de ello tomar la decisión y determinar las sanciones que corresponden aplicar”.
La autoridad ambiental decidió abrir un proceso sancionatorio tras analizar la información recabada en terreno, junto a los reportes entregados por la minera en el marco de medidas provisionales dictadas pocos días después de la aparición del socavón.
Hasta ahora la minera no se pronuncia sobre los cuatro cargos impuestos por el SMA. Ojos del Salado es operada por la canadiense Corporación Minera Lundin.