Bogotá — El dólar en Colombia cerró este jueves en $4.627,72 luego de alcanzar en la jornada los $4,657, encima de su máximo histórico alcanzado a mediados de julio de este año de $4.627,46, luego de la subida de tasas de interés por parte del Banco de la República para contener la inflación.
El peso colombiano (COP) está entre las monedas latinoamericanas más depreciadas en lo corrido del año con un 12,12%, por debajo del peso argentino (31,14%). Entre tanto, en lo que va del año el real brasileño se ha apreciado un 6,97%, el peso mexicano un 2,01% y sol peruano un 0,82%.
En los últimos cinco días el peso colombiano se ha depreciado 2,43%, en un mes un 3,54%, en tres meses un 6,26% y en seis meses un 19,23%.
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“Desde la semana pasada que vimos la subida del Banco de la República de 100 puntos básicos el mercado ha venido castigando al peso colombiano, por un lado, porque estaba esperando una subida de 150 básicos, sobre todo los agentes del exterior, y segundo porque el mensaje que mandó uno de los miembros de la Junta, que votó por una subida de 50 puntos, preocupó un poco al mercado”, dijo el analista del holding financiero Credicorp Juan Eduardo Nates.
Aun así, dijo que afortunadamente durante la semana hubo datos positivos con respecto a los precios del petróleo y que se mantiene la expectativa sobre el dato de empleo de EE.UU., que “había de alguna forma soltado la presión sobre la fortaleza del dólar durante la semana en todos los mercados”.
“Finalmente, la OPEP se pone de acuerdo en recortar producción por 2 millones de barriles al día, esa es una cantidad, por lo que el petróleo recuperó casi un 10% de lo que había perdido la semana antepasada y finalmente eso tiene efectos positivos sobre la región”, complementó.
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La semana pasada la Junta Directiva del Banco de la República votó a favor de incrementar las tasas de interés al nivel más alto de los últimos 14 años y por primera vez en ese periodo alcanzó los dos dígitos.
En una decisión dividida se impuso una mayoría inclinada por aumentar los tipos de intervención en 100 puntos básicos, mientras que el grupo minoritario votó por 50 puntos base.
Las tasas de interés de Colombia pasaron del 9% al 10% en busca de atajar la escalada de precios que se presentó desde 2021 y que tiene la inflación por fuera del rango meta.
Los directores dijeron que el ritmo de actividad económica se mantuvo dinámico en el segundo trimestre. Sobre esta base el equipo técnico aumentó el pronóstico de crecimiento del PIB para 2022 de 6,9% a 7,8%. Finalmente, indicaron que para los próximos meses meses hay señales de desaceleración en la actividad productiva. El equipo técnico revisó su pronóstico de crecimiento para 2023 de 1,1% a 0,7%.
Los mercados habrían reaccionado no solo a la crítica de Petro a la subida de tasas para contener la inflación, sino también a su propuesta de adoptar un impuesto a la salidas de capitales. “La intención real de subir los intereses internos, en contra de nuestra propuesta, tiene que ver con evitar la salida de capitales. Se podría evitar con un impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”, manifestó el presidente.
La inflación colombiana llegó al 11,44% anual en septiembre, impulsada principalmente por alimentos, lo que confirma que “Colombia está viviendo el choque inflacionario más pronunciado en lo que va de este siglo, y llevará a que al cierre de este año la variación anual de los precios esté en el rango superior de nuestros escenarios”, según un informe de la dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.
“A esto se sumaría un mayor traspaso de la depreciación de la tasa de cambio a los bienes transables, que se acentuaría dada la coyuntura de alto crecimiento que todavía vive la economía (...) Incorporando los resultados de septiembre, y manteniendo nuestros pronósticos mensuales para el último trimestre de 2022, la inflación finalizaría este año en 12%”, apuntó.
Por su parte, desde Credicorp Capital tienen una estimación de que para el final de año la inflación se ubique entre el 10,5% al 11,5%. Hacia adelante, dice el holding financiero, “el balance de riesgos sigue sesgado al alza, teniendo en cuenta el potencial ajuste del salario mínimo, el ritmo del gasto público, la trayectoria del aumento de los precios de los combustibles. Por lo cual, mantenemos nuestra expectativa para 2023 en 6,5%”.