Bogotá — A medida que la inflación sigue su escalada y presiona la economía de los hogares, los consumidores adquieren una serie de hábitos para poder blindarse y cuidar sus finanzas ya que la subida de precios no da tregua en Colombia, en donde estos alcanzaron su mayor nivel en 23 años en septiembre.
La inflación colombiana llegó al 11,44% anual en septiembre, impulsada principalmente por alimentos, lo que confirma que “Colombia está viviendo el choque inflacionario más pronunciado en lo que va de este siglo, y llevará a que al cierre de este año la variación anual de los precios esté en el rango superior de nuestros escenarios”, según un informe de la dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.
“Incorporando los resultados de septiembre, y manteniendo nuestros pronósticos mensuales para el último trimestre de 2022, la inflación finalizaría este año en 12%”, apuntó.
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Por su parte, desde Credicorp Capital tienen una estimación de que para el final de año la inflación se ubique entre el 10,5% al 11,5%. Hacia adelante, dice el holding financiero, “el balance de riesgos sigue sesgado al alza, teniendo en cuenta el potencial ajuste del salario mínimo, el ritmo del gasto público, la trayectoria del aumento de los precios de los combustibles. Por lo cual, mantenemos nuestra expectativa para 2023 en 6,5%”.
A pesar de que el gasto de los hogares colombianos crece a un ritmo del 12% en lo que va corrido del año frente a 2021, esto contrasta con unas disminuciones de volumen de entre el 9% al 10% aproximadamente en lo comprado, de acuerdo a cifras de la firma británica de análisis de datos y consultoría Kantar Group.
“Algunas de las canastas más impactadas son la de alimentos frescos, bebidas lácteas, entre otros, que son en las que más estamos viendo incrementos de precios pagados por los hogares. Muchos productos de la canasta de consumo masivo evidencian precios hasta por encima de un 20% a 25%”, dijo a Bloomberg Línea Juan Caro, director de nuevos clientes en Kantar, División World Panel.
Precisamente, a una consulta de Bloomberg Línea la vicepresidenta de Mercadeo de Supertiendas y Droguerías Olímpica, Linda Char, manifestó que la receta antiinflacionaria de la cadena incluía el desarrollo de nuevos gramajes y presentaciones que se ajusten al gasto de los colombianos.
Mientras que desde Almacenes Éxito indicaron que la inflación ha provocado un menor gasto de los hogares en productos que no son esenciales, así como una disminución de “la frecuencia con la que realizan el mercado y en ocasiones migrando a otras marcas con precios más competitivos en las mismas categorías”.
Juan Caro, de Kantar, coincide en los cambios que se están presentando en los hábitos de consumo y se refiriere a seis tendencias en específico que han tomado fuerza a raíz de este fenómeno.
1. El primer fenómeno tiene que ver con una mayor omnicanalidad, es decir, que los hogares visitan más puntos de venta para buscar la ecuación que más les convenga en cuanto a costo-beneficio. “Vemos una mayor ganancia del canal moderno (grandes superficies), sobre todo por la búsqueda promocional, y una pérdida de visitas y de volumen comprado en los canales tradicionales (tiendas de barrio, minimercados, entre otros)”, dice. Hay un búsqueda más intensa por precios más bajos, principalmente en el canal moderno, “ya muchas veces los fabricantes que ponen promociones en el canal tradicional no llegan al comprador, se quedan finalmente en el tendero, en el dueño del supermercado, pero no llegan a ser trasladadas al consumidor”, apuntó el especialista de Kantar.
2. Otra tendencia que se estaría presentando por cuenta de la inflación es la diminución del consumo fuera del hogar para alivianar las cargas sobre las finanzas. A propósito de este punto se tiene que la inflación anual de resturantes y hoteles fue de 16,27% hasta septiembre. Además, en ese mismo período la inflación de comidas preparadas fuera del hogar para consumo inmediato, en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio, puestos móviles, lugares de esparcimiento, para llevar y por servicio a domicilio, fue del 17,63%.
3. Al mismo tiempo, se percibe una diminución de los contenidos de ciertos productos de la canasta en el gasto de los hogares. Básicamente, “comprar tamaños más pequeños que les permitan generar un menor desembolso”, explica Juan Caro.
4. Atado a lo anterior, Juan Caro también indica que esta disminución no solo se percibe en el contenido de ciertos productos, sino también en la cantidad de artículos. “Si antes un carrito de compra se componía de 10-12 productos hoy tan solo de 8-7 para poder disminuir el desembolso en la compra”, complementó.
5. Desde Kantar también evidencian un aumento de la demanda de productos multipropósito, es decir, artículos que sirvan para más de una ocasión de uso o de consumo. También hay migración a segmentos más económicos dentro de ciertos productos e incrementos en gastos en marcas propias de las cadenas de supermercados.