Bloomberg — Los esfuerzos de los legisladores estadounidenses para aprobar una legislación para regular las criptomonedas antes de fin de año tienen cada vez menos chances de materializarse, lo que deja en su lugar el enfoque disperso de Washington hacia el sector.
Diversos proyectos de ley bipartidistas de alto perfil que alguna vez parecieron tener una oportunidad prometedora este año están estancados, mientras comités del Congreso postergan votaciones importantes. Con los legisladores centrados en las elecciones del próximo mes, las posibilidades de que se conviertan en ley en 2022 prácticamente se han evaporado.
“Teniendo en cuenta el calendario, conseguir que cualquier ley se apruebe en ambas cámaras va a ser una tarea monumental”, dijo Perianne Boring, fundadora y CEO del grupo comercial de la Cámara de Comercio Digital.
Mientras que la mayoría de los sectores empresariales están de acuerdo con el estancamiento en Washington (o incluso presionan para ello), la industria de las criptomonedas ha estado buscado con fuerza conseguir nuevas leyes para el sector.
Dicen que el Congreso tiene que intervenir porque las actuales normas financieras estadounidenses, y las agencias gubernamentales que las aplican, están mal equipadas para lidiar con el sector de los activos digitales.
Las recientes turbulencias en los mercados de las criptomonedas, incluido el colapso de la popular stablecoin algorítmica TerraUSD, han cargado a los inversores con miles de millones de dólares de pérdidas y han aumentado los llamamientos para que el Capitolio actúe al respecto. Además de la falta de claridad regulatoria y los fallos en el mercado, el precio del bitcoin (la mayor criptodivisa del mundo) ha caído más del 50% desde principios de año.
Entre los numerosos proyectos de ley que se están estudiando, la legislación para regular las criptomonedas y dar a la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas más poder para supervisar los activos digitales es la que más fuerza ha ganado. Sin embargo, el interés bipartidista no se está traduciendo hasta ahora en pasos concretos.
Por ejemplo, un proyecto de ley sobre stablecoins que han negociado en privado durante meses los líderes del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes, con la aportación del gobierno de Biden, se ha tambaleado porque los grupos de presión y el personal de los legisladores siguen enfrascados en las discusiones. Entre los puntos conflictivos se encuentran el papel de los reguladores estatales y quién debe obtener las cuentas en la Reserva Federal que suelen estar reservadas a los bancos, según personas familiarizadas con el asunto. Maxine Waters, la presidenta del comité, y Patrick McHenry, el principal republicano del panel, no devolvieron solicitudes de comentarios al respecto.
Los legisladores dejaron pasar una fecha tentativa para una votación del comité sobre el proyecto de ley el mes pasado, en parte porque los miembros aún necesitan tiempo para entender las complejas disposiciones del último borrador. Además, los republicanos de la comisión estarían en mejor posición de negociación si la cámara pasa a su control en las elecciones del próximo mes.
También ha sido difícil avanzar en dos iniciativas de alto perfil en el Senado que reforzarían la capacidad de la CFTC para supervisar directamente el comercio de bitcoin y otras criptomonedas que no están sujetas a las leyes de valores estadounidenses. Uno de los proyectos de ley está liderado por los líderes del Comité de Agricultura del Senado, Debbie Stabenow y John Boozman y el otro forma parte de un paquete mucho más amplio respaldado por la republicana de Wyoming Cynthia Lummis y la demócrata de Nueva York Kirsten Gillibrand.
El Consejo de Supervisión de la Estabilidad Financiera, dirigido por el Tesoro y que incluye a los principales reguladores de Wall Street de EE.UU., dijo esta semana que el Congreso debería darles poder para supervisar directamente los tokens que no son valores.
Las probabilidades de que se apruebe una ley de criptomonedas este año parecen cada vez más lejanas, ya que el Congreso probablemente esté en receso hasta después de las elecciones de mitad de período del 8 de noviembre. Pero todavía hay una pequeña posibilidad, especialmente si los legisladores adjuntan una de las medidas a la legislación de financiación del gobierno que debe ser aprobada a mediados de diciembre.
Un retraso puede no ser lo peor para el sector, ya que tendría más tiempo para presionar contra los cambios que no le gustan, incluidas las medidas que pueden afectar a las plataformas financieras descentralizadas.
“Desde nuestra perspectiva, no se trata de cuándo se hace algo”, dijo Kristin Smith, directora ejecutiva del grupo comercial Blockchain Association. “Es lo que se hace”.
Con la asistencia de Beth Williams y Tom Schoenberg.