Bogotá — La misión constitucional del Banco de la República es el control de la inflación y su principal herramienta para cumplir dicho objetivo son las tasas de interés, sin embargo, al presidente de Colombia, Gustavo Petro, le parece que no es necesario elevar los tipos cuando la inflación se sale de control.
El jueves pasado el banco central colombiano, conformado por 7 integrantes entre ellos el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, decidió unánimemente que las tasas de interés en Colombia debían incrementarse para buscar que en un horizonte de mediano plazo la inflación vuelva a estar dentro del rango del 2% al 4%.
Los votos dentro de la Junta son secretos, por eso es imposible saber si el ministro Ocampo votó por un aumento de 50 o de 100 punto básicos, pero lo único cierto es que apoyó la medida de seguir con el ajuste de tasas de interés.
La medida no le gustó al presidente Petro quien salió este miércoles a cuestionar la eficacia de la decisión dado que según los más recientes datos del Dane la inflación en el país sigue al alza y ya es la más alta de los últimos 22 años.
Incluso, Petro planteó escenarios en los que los impuestos a extranjeros ayudarían a que las tasas no subieran en el país “La intensión real de subir los intereses internos, en contra de nuestra propuesta, tiene que ver es con evitar salida de capitales por el ascenso de la tasa de interés de los EEUU. Se podía evitar con un impuesto transitorio de remesas a capitales golondrinas”, dijo Petro.
Incluso, Petro aseguró que “la Corte constitucional ordenó al Banco de la República ajustar sus decisiones al crecimiento de la economía y el empleo. El ascenso de la tasa de interés va contra el crecimiento económico y el empleo de los colombianos.”
Hay que tener presente que el gerente del banco central, Leonardo Villar, ha manifestado en reiteradas oportunidades que las decisiones de tasas no buscan verse reflejadas en el siguiente dato, sino que, por el contrario, buscan actuar pensando en horizontes de, como mínimo, 6 meses hacia adelante.
Esa es una de las razones para que a pesar de los incrementos en tasas que se vienen realizando los efectos aún no se evidencien en el retorno de la inflación a la meta del Emisor.
El incremento de tasas en Colombia inició en septiembre de 2021 cuando estaba en 1,75% y desde entonces se ha incrementado en 825 puntos básicos hasta el 10%.
Entre tanto, la inflación en Colombia, y en el resto del mundo, comenzó su escaldada al inicio del 2021 en el marco de la reactivación económica tras los cierres por el Covid-19.
La crisis logística y de cadenas de suministro agravaron la situación de los precios y el paro nacional en Colombia agregó más presión a los ya afectados precios en el país. La proyección del equipo técnico del Emisor habla de una inflación alrededor del 9% para el final de este año.
