Bloomberg — La pandemia y la invasión rusa a Ucrania revirtieron tres décadas de reducción de la pobreza, según cifras del Banco Mundial, que dijo que el objetivo global de erradicar la pobreza extrema para el final de esta década ahora está fuera de alcance.
Unas 70 millones de personas cayeron en la pobreza extrema en 2020, el aumento más grande desde que se empezaron a monitorear los datos en 1990, dijo el Banco Mundial.
De seguir las tendencias actuales, más de 570 millones de personas, o el 7% de la población total del mundo, vivirán por debajo de ese umbral para 2030.
“La preocupación de nuestra misión es el aumento de la pobreza extrema y la caída de la prosperidad compartida, algo generado por la inflación, la depreciación de divisas y otras crisis”, dijo el presidente del Banco Mundial, David Malpass.
“Es necesario ajustar las políticas macroeconómicas para mejorar la asignación del capital mundial, fomentar la estabilidad de la moneda, reducir la inflación y reanudar el crecimiento de la renta media”.
El informe es el primero que proporciona datos sobre el nuevo umbral de pobreza extrema mundial del Banco Mundial, que es de US$2,15 al día y refleja los últimos precios internacionales y el aumento del valor del dólar estadounidense.
Para combatir la pobreza y la desigualdad, el Banco Mundial insta a los gobiernos a actuar rápidamente en tres frentes:
- Favorecer las transferencias monetarias específicas en lugar de los subsidios amplios.
Según el informe, la mitad del gasto en subsidios energéticos en las economías de ingresos bajos y medios se destina al 20% más rico de la población, que es el que más energía consume, mientras que más del 60% de las transferencias monetarias benefician al 40% de los que menos ganan.
- Gastar ahora para crecer a largo plazo
Dar prioridad a los fondos públicos para inversiones de alto rendimiento en educación, investigación y desarrollo, y proyectos de infraestructura.
- Aumentar los ingresos nacionales sin perjudicar a los pobres
Considerar la posibilidad de aplicar impuestos sobre la propiedad y el carbono y ampliar la base del impuesto sobre la renta de las personas físicas y de las empresas, así como realizar transferencias de efectivo para compensar cualquier aumento de los impuestos sobre las ventas y los impuestos especiales, a fin de minimizar el perjuicio para las rentas más bajas.
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