Tegucigalpa — En Tegucigalpa y alrededores, el agua llega dos veces por semana a los grifos y ante la sequía que se recrudece durante la época verano, cientos de miles de familias se ven obligadas a comprarla de carros cisterna que la comercializan a precios más elevados al sufragado por los hogares con conexión al Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA).
Un nuevo estudio diseñado y coescrito por el costarricense Ricardo Sánchez-Murillo, profesor asociado de Ciencias de la Tierra y Ambientales en la Universidad de Texas en Arlington (UTA), podría cambiar eso.
Centroamérica es una región altamente vulnerable ante los efectos adversos del cambio climático y la variabilidad climática. En Honduras, las fuentes de agua también se ven agobiadas por el rápido crecimiento de la población de 1.47% anual, según el Centro de Investigaciones Pew, y a ello se suma el aumento del uso de la tierra y los fenómenos meteorológicos extremos.
Por otra parte, la investigación de Sánchez-Murillo señala que la falta de datos hidrometeorológicos históricos ha limitado el conocimiento del gobierno sobre dónde, cuándo y cómo se recarga el suministro de agua del país.
“La disponibilidad de agua es uno de los servicios públicos más desafiantes de Honduras”, dijo el especialista en declaraciones recopiladas en un artículo publicado por la UTA. “Durante las estaciones secas prolongadas, muchas personas deben recurrir a la compra de agua embotellada costosa o agua importada de otras cuencas”, añadió.
Búsqueda de soluciones a la crisis de agua
Para buscar soluciones, Sánchez-Murillo y un equipo internacional de investigadores han pasado los últimos tres años rastreando el suministro de agua de Tegucigalpa desde la tormenta hasta el grifo.
Monitorearon las precipitaciones en varias elevaciones y recolectaron muestras de precipitación de fuentes de agua subterránea y superficial, incluidos manantiales, pozos perforados, pozos y arroyos. Usando estos datos, crearon modelos matemáticos para comprender en qué lugares se recarga el agua, lo que ocurre cuando el agua de lluvia es absorbida por los acuíferos después de las tormentas.
Esto les permitió producir mapas detallados de las fuentes de agua en la cuenca del río Choluteca, trazando por primera vez áreas geográficas integrales para la recarga de agua para la regulación, protección y conservación del agua municipal.
La investigación mostró que la región intermontañosa del centro de Honduras ha estado experimentando una abrupta escasez urbana de agua potable durante la última década. La fragmentación del uso de la tierra y los déficits de lluvia han reducido rápidamente la calidad y cantidad de agua superficial en esta región.
Los hallazgos del equipo, publicados en la revista Science of the Total Environment, muestran que las áreas críticas para la recarga están actualmente estresadas por el uso de la tierra agrícola, la deforestación y la degradación forestal causada por el gorgojo, un insecto invasor.
Equipados con esta información, Sánchez-Murillo y sus colegas han estado traduciendo sus mapas para las autoridades hondureñas y recomendando regulaciones más estrictas de urbanización y agricultura para conservar el agua y proteger paisajes vitales.
Mejora de la calidad de vida
El equipo espera que los resultados sirvan para guiar el mapeo y la delineación de áreas críticas de recarga en el centro de Honduras y así mejorar las regulaciones municipales del agua, la protección ambiental efectiva y las prácticas de conservación a largo plazo.
En Costa Rica, el gobierno paga a los terratenientes un estipendio por hectárea para cumplir con las prácticas de conservación, dijo Sánchez-Murillo. Acuerdos como ese ayudan a garantizar servicios ambientales consistentes y la recarga de aguas subterráneas, refirió.
En tanto, al proporcionar datos y orientación a los administradores de recursos hídricos, el especialista espera mejorar la calidad de vida de los residentes del centro de Honduras.
“En este momento, muchas personas están optando por abandonar el país como parte de las migraciones inducidas por el clima en busca de recursos estables”, dijo Sánchez-Murillo. “Juntos, podemos resolver este problema, mejorar la vida de las personas y proporcionar un hogar sostenible”.
En Honduras el 12.3% de las viviendas no cuentan con un servicio adecuado de agua, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). En el área urbana, el 94.1% de las viviendas cuentan con este servicio y en el área rural 79.8% tiene acceso a servicio de agua, pero el 5.7% de la población utiliza agua proveniente de ríos, quebradas, lagunas y otras fuentes naturales.