Las acciones continuaron subiendo este martes en EE.UU., a medida que los operadores consideran nuevamente la posibilidad de que los bancos centrales puedan moderar sus ciclos de endurecimiento para evitar un “aterrizaje forzoso” de la economía.
En concreto, el El S&P 500 cerró su mejor jornada de dos días desde abril de 2020. El salto recortó las pérdidas del año, que llegaron a superar el 20%. Los rendimientos de los bonos del Tesoro bajaron tras una subida que se extendió durante semanas.
El debate sobre si se llegó a un máximo de endurecimiento se vio exacerbado por una decisión del banco central de Australia, más suave que lo esperado. También por la compra de bonos por parte del Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés).
En EE.UU., los operadores recortaron apuestas de futuras subidas de tasas luego de que una contracción de las manufacturas globales impulsaran la especulación de que influirían sobre la próxima decisión de la Reserva Federal.
Sin embargo, varios observadores del mercado se mostraron escépticos al respecto.
“Debemos subrayar que unos datos más suaves del sector real no disuadirán a la Reserva Federal de seguir subiendo las tasas”, dijo Win Thin, de Brown Brothers Harriman. “La inflación sigue siendo obstinadamente alta y no hay duda de que la Fed aceptará una recesión si eso es lo que se necesita para que la inflación vuelva al objetivo”.
“Si bien parece que los mercados han tocado fondo -lo cual es una posibilidad, pequeña, pero posible-, es importante no caer en otra trampa alcista”, dijo Fawad Razaqzada, de City Index y Forex.com. “Todavía estamos en un mercado bajista, y esto podría resultar ser simplemente otro rally de alivio”.
Por otra parte, el petróleo volvió a subir tras su mayor subida en un día desde mayo, ya que el mercado esperaba que la OPEP+ realizara un recorte sustancial de la oferta. El West Texas Intermediate subió por encima de los US$85 el barril después de haber subido más de un 5% el lunes.
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