Súper dólar: cómo impacta en Argentina el fortalecimiento de la divisa estadounidense

La política monetaria cada vez más dura de la Fed tiene impacto en la relación de la moneda norteamericana con el resto de las divisas, golpeando a los activos argentinos

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Buenos Aires — A partir de que la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) empezó a mostrar una postura cada vez más dura en cuanto a su tasa de política monetaria, a los fines de combatir la inflación, el dólar estadounidense empezó a apreciarse con respecto al resto de las monedas de países desarrollados. Como muestra de ello, por primera vez en 20 años el dólar logró superar en cotización a la moneda que emite el Banco Central Europeo: actualmente para comprar un billete con la cara de George Washington se necesitan 1,02 euros.

Y las épocas de súper dólar suelen tener algunos efectos negativos para la Argentina: por un lado, porque ahuyentan a los inversores de los activos riesgosos. Por otro, porque afecta al crecimiento económico mundial y golpea a las materias primas.

El impacto en los mercados

Las perspectivas para los próximos meses no son para nada favorables en esta materia. Al respecto, un informe de Balanz Capital destaca que el fortalecimiento reciente del dólar ha puesto presión sobre el resto de las monedas, principalmente en las de los países desarrollados. “Esta dinámica posiblemente se refuerce mientras dure el ciclo de subas de la Reserva Federal”, señala el documento.

Esto también representa una amenaza para los tipos de cambio de mercados emergentes”, advierte Balanz y alerta que, hacia adelante, aquellos países que cuenten con un elevado déficit fiscal y de cuenta corriente, así como también con un alto nivel de deuda producto, “tendrán que lidiar con mayor presión en sus monedas, a medida que el balance de riesgo empeora”.

En tanto, Martín Polo, jefe de estrategia de Cohen Aliados Financieros, agregó el fortalecimiento del dólar golpea a los bonos de baja calidad crediticia, ya que los instrumentos “compiten por el riesgo”.

En esa carrera, la instrumentos soberanos argentinos se mueven de manera similar al resto de los bonos de países emergentes, aunque suelen tener un plus de castigo por la mala reputación del país. Por culpa de esto último, el riesgo país argentino subió un 13,1% durante el mes de septiembre.

Es probable que el desplome de los bonos globales argentinos esté explicado mayormente por la menor aversión al riesgo a nivel global y en menor medida por factores idiosincráticos”, explicó Gloria Patrón Costas, analista de Portfolio Personal Inversiones.

Al igual que sus colegas, Patrón Costas no ve una mejora en el futuro inmediato: “La Fed todavía tiene mucho trabajo por hacer y los mercados se anticipan a ver una recesión por encima de lo esperado unos meses atrás. Los ruidos desde el Reino Unido y China aportan a la mayor volatilidad”.

Por su parte, el presidente de Patente de Valores S.A., Santiago López Alfaro, subrayó: “Los activos globales, como los ADR de empresas argentina o los bonos en dólares, se destruyen porque están totalmente contagiados. Porque los fondos emergentes tienen que vender esos bonos y no encuentran compradores”.

López Alfaro aclaró que los que no se ven afectados por la situación son los bonos soberanos en pesos, porque el cepo obliga a las instituciones a reinvertir en esos instrumentos.

El impacto en la economía local

Más allá de afectar a los activos argentinos, el fortalecimiento del dólar afecta también a la Argentina por dos vías bien concretas en materia económica. Así lo explica Martín Polo:

  • El país pierde competitividad cambiaria, porque nuestros socios comerciales son más baratos en dólares, mientras que nosotros tenemos una inflación muy alta”, sostuvo Polo.
  • En segundo término, Polo indicó que hay una afectación porque los términos de intercambio empeoran ante un menor impulso que de los precios de los commodities.

Asimismo, el analista Gustavo Ber apuntó que el último trimestre podría contar con una menor oferta de divisas, acentuadas restricciones sobre la demanda y una mayor emisión monetaria que podría invitar a un reacomodamiento alcista, en especial si el clima externo de aversión al riesgo y de “super dólar” continúa vigente, ya que podría continuar presionando a las monedas emergentes.

DXY, el índice para saber cómo sigue el dólar

Uno de los mecanismos más utilizados para saber cómo evoluciona el dólar en relación a otras divisas es el índice DXY, que mide el valor del billete estadounidense con relación a una canasta de monedas extranjeras.

Este índice dólar cerró el mes de septiembre en 112,117, cuando lo había comenzado en 108,7 (subió 3,14%). En lo que va del año 2022 lleva una suba superior al 17%.