Petro le pone precio a tierras fértiles que prevé comprar el Gobierno para campesinos

Dentro de las 20 millones de hectáreas fértiles, dijo Petro, aproximadamente 15 millones tienen vocación para la producción de alimentos antes que nada

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Bogotá — El presidente colombiano, Gustavo Petro, compartió este lunes con el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, la estrategia del país sudamericano para combatir las drogas y puso en un primer plano el punto uno del acuerdo de paz con la exguerrilla de las Farc que trata sobre la reforma agraria.

Petro reiteró en la rueda de prensa conjunta con Antony Blinken que el Gobierno colombiano se enfocará en cumplir los puntos del acuerdo de paz firmado en 2016 con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) para repartir 3 millones de hectáreas de tierras fértiles, pero hoy improductivas, entre los campesinos.

“Colombia tiene 20 millones de hectáreas de tierras fértiles dentro de la frontera agraria colombiana, podría expandir 20 millones más si usáramos la Altillanura con una fuerte inversión, cuyos dineros hoy no poseemos”, dijo el presidente.

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Dentro de las 20 millones de hectáreas fértiles, dijo Petro, aproximadamente 15 millones de hectáreas tienen vocación para la producción de alimentos antes que nada, pero solo se usan 5 millones de hectáreas.

Se trata de ampliar esa frontera de la alimentación en Colombia en 3 millones de hectáreas más. Esto implicaría que Colombia pudiera exportar alimentos, implicaría que el precio de los alimentos bajaría, implicaría al menos 2 a 3 millones de personas beneficiadas en el mundo rural que podrían aumentar sus ingresos actuales. Implicaría entonces un desestímulo a la producción de hoja de coca en el país, ese es un paso concreto porque implica un dinero público”.

El presidente también señaló que desde el Gobierno se venía discutiendo acerca de cuánto costarían 3 millones de hectáreas fértiles y entregarlas al campesinado de Colombia a mucho menor precio.

Petro dijo que el cálculo aproximado en dólares con la actual tasa de cambio, que “no es muy beneficiosa para Colombia”, es de entre US$7.000 millones y US$14.0000 millones.

“En el fondo, mucho menos de lo que ha costado todo el plan durante este tiempo de lucha contra el narcotráfico en el país, sin mucho éxito. Con esto podríamos hacer una reforma agraria, con esto podríamos comenzar un proceso de industrialización”, apuntó.

Petro también dijo en la rueda de prensa que ya ha quedado también fondeado parcialmente el programa de sustitución de cultivos tal y como lo diseñó el presidente Juan Manuel Santos (2010-2018), pero con un foco en salvar la selva.

“Si logramos construir y esta es una propuesta concreta que hemos hecho, un fondo multilateral, ya con Noruega existe un principio de este fondo, para rescatar, revitalizar la selva en Colombia, y habría que extenderlo a Brasil, dependerá del resultado político, a Venezuela, a Bolivia, a toda la olla amazónica, no solamente estaríamos aportando en el sentido de conservar uno de los grandes pilares climáticos, que sostiene la vida en el planeta tierra, sino en segundo lugar volver el campesinado e incluso las organizaciones que se mueven allí hoy violentas (...) en una fuerza positiva, de revitalización de la selva amazónica”, agregó.

El domingo, el mandatario dijo durante la reinstalación de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo Final (CSIVI) que para lograr la paz en Colombia sería necesario reformar el Marco Fiscal del país.

“Debemos reformar el Marco Fiscal, debemos aceptar que hay que hacer un esfuerzo presupuestal para comprar las tierras, que ese esfuerzo presupuestal no debe ser subsumido por un crecimiento del precio de la tierra que harían sus poseedores, dado que está concentrada su propiedad de una manera horrorosa”, dijo Petro.

Asimismo, aclaró que “comprar la tierra significa no agredir a la persona tenedora de la tierra hoy, independientemente de su historia, porque la historia de la tierra de Colombia -de la tierra fértil- es una historia ensangrentada, es una historia violenta. “Pero independiente de esa historia de violencia, lo que nosotros les proponemos hoy es que se la compramos, les compramos la tierra a precio de mercado. Eso debe ser una condición de paz”, afirmó.