Caracas — El intercambio turístico entre Venezuela y Rusia, que incluía más recientemente la llegada de vuelos directos entre Moscú y una de las islas más preciadas de la nación suramericana, fue retomado este primer fin de semana de octubre, luego de una suspensión extendida como consecuencia de la guerra en Ucrania.
De acuerdo al embajador de Rusia en Caracas, Sergei Mélik-Bagdasárov, aterrizaron más de 400 pasajeros, entre ellos turistas rusos y operadoras que esperan concretar sus actividades en Venezuela, con paquetes que iniciaron en la isla de Margarita, Nueva Esparta, en septiembre del año pasado.
Con el anuncio del diplomático, se confirmó el restablecimiento del acuerdo bilateral entre autoridades turísticas y comerciales de las administraciones de Vladimir Putin y Nicolás Maduro, que habían sufrido una parcial paralización, luego del conflicto armado impulsado por Rusia en Ucrania.
La ruta entre Moscú y Porlamar, en Nueva Esparta, que esperaba cubrirse con 70 vuelos chárter, al menos hasta diciembre, y la que continuó después con otra ronda de viajes durante los dos primeros meses del 2022, se vio afectada por la guerra que empezó en febrero, y por la cual, cientos de turistas rusos en la isla, debieron retornar a su país antes de lo previsto.
“El 1 de octubre como informa el ministro de Turismo, Alí Padrón, se inaugura la línea directa Moscú – Margarita (Porlamar) con el turismo ruso otra vez a Venezuela”, dijo Maduro, durante una alocución a mediados de agosto. La información fue respaldada por Padrón, quien hizo referencia a la intención de implementar una frecuencia de cinco vuelos a la semana, en los cuales arribarán 440 turistas en cada uno.
Teodoro Bellorín, expresidente de la Cámara de Comercio en la entidad venezolana, comentó en su cuenta oficial de Twitter que tras la formalización de la nueva temporada del turismo internacional, se aspira a cumplir con la visita de 90 mil turistas rusos, entre octubre de este año y mayo de 2023.
Y aunque ninguno de los involucrados ha mencionado públicamente los detalles detrás del restablecimiento del acuerdo, ni los datos de las operadoras turísticas, que hasta enero eran encabezadas por Pegas Touristik, no ha dejado de sorprender el momento para efectuarlo, precisamente cuando se produce una masiva huida de ciudadanos rusos que se niegan a unirse a la guerra.
Cuando fue suspendida la ruta directa entre Rusia y Venezuela, las razones obedecían mayoritariamente al proceso de sanciones que enfrentaba Rusia, y la imposibilidad de acceder a todo el espacio aéreo. La demanda turística, sin embargo, se mantenía, de acuerdo a las conversaciones con algunos de los pasajeros, entre ellos influencers rusos o familias de clase media alta.
Se estima que en las últimas semanas son más de 260.000 los rusos que se han movilizado de su país, y que lograron cruzar las fronteras antes del cierre previsto para finales de septiembre. Todos ellos hombres, en una posición poco privilegiada, que los ha conducido a tomar la decisión antes de ser llamados al frente.
Desde el gobierno venezolano, se ha manejado con cautela los pronunciamientos en relación a la guerra en Ucrania, aunque no ha dejado de mostrársele apoyo a Putin, un aliado trascendental.