Bloomberg — La crisis económica en la eurozona se intensificó este viernes al conocerse que, por primera vez, se llegó a una inflación de dos dígitos. El dato incrementa la urgencia de que el BCE siga subiendo sus tasas de interés de forma decidida.
Según datos de Eurostat, el IPC se incrementó un 10% interanual en septiembre. Esta cifra supera la previsión media de un 9,7% de una encuesta realizada por Bloomberg entre economistas. Es el quinto mes consecutivo en el que el resultado excede el consenso.
La energía y los víveres volvieron a impulsar el índice, si bien la medida de base que los omite alcanzó un nivel récord del 4,8% rebasando las proyecciones.
Lo que dice Bloomberg Economics
“Las alzas de precios se mantendrán probablemente en torno al valor existente hasta el inicio del 2023. Después se prevé que se inicie un declive paulatino conforme se relajen las tensiones energéticas.”
Maeva Cousin, economista senior
Estos datos han sido fundamentales para impulsar las subidas de tasas de interés en meses anteriores, y es probable que este resultado impulse llamados para otra gran subida en la próxima decisión del BCE del 27 de octubre. Esta semana, los inversores empezaron a valorar una segunda subida consecutiva de 75 puntos básicos.
“El siguiente paso todavía tiene que ser grande porque todavía estamos lejos de tasas consistentes con una inflación del 2%”, dijo el miércoles el miembro del Consejo de Gobierno del BCE, Martins Kazaks, en una entrevista en Vilnius, Lituania, donde el crecimiento de los precios fue del 22,5%. “Me pondría del lado de 75 puntos básicos”.
Mientras que los funcionarios aumentaron su agresividad con un movimiento de ese tamaño el 8 de septiembre, también han tratado de diferenciar la experiencia de la zona euro con la de los EE.UU., insistiendo en que la inflación en su propia región está mucho más impulsada por la oferta que la situación de los precios al consumidor impulsada por la demanda al otro lado del Atlántico.
Aun así, los formuladores de políticas estarán nerviosos ante otra lectura récord. Boris Vujcic, el gobernador del banco central croata que se unirá al Consejo de Gobierno del BCE en enero, advirtió en una entrevista publicada esta semana que “cuando la inflación es alta, cuando se acerca a niveles de dos dígitos, puede convertirse en una enfermedad en sí misma”.
Con Rusia privando a Europa del suministro de gas y la proximidad del invierno boreal, los responsables políticos se preparan para unos meses aún más difíciles. Los aumentos de precios pueden acelerarse todavía más en algunos países, mientras que las recesiones son cada vez más probables.
Los últimos pronósticos de la OCDE (por sus siglas en inglés, Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) coinciden con esa opinión. Los funcionarios elevaron el lunes su proyección para la inflación de la zona euro el próximo año en 1,6 puntos porcentuales a 6,2%, superando notablemente la perspectiva del propio BCE. Horas después, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, reiteró que sus funcionarios también ven el peligro de un resultado mayor.
“Los riesgos para las perspectivas de inflación son principalmente al alza, reflejando principalmente la posibilidad de más interrupciones importantes en el suministro de energía”, dijo a los legisladores. “Esperamos aumentar aún más las tasas de interés en las próximas reuniones para frenar la demanda y protegernos contra el riesgo de un aumento persistente en las expectativas de inflación”.
Un mercado laboral relativamente ajustado puede intensificar tales presiones. Un informe separado de Eurostat mostró que el desempleo en la zona euro se mantuvo en un mínimo histórico del 6,6% en agosto.
Antes de los datos de inflación, cada uno de los 40 economistas encuestados por Bloomberg predijo un resultado récord este mes, con cuatro calculando un 10%.
El resultado real ocultó una divergencia considerable en la región del euro. En Alemania, la economía más grande de Europa, el crecimiento de los precios aumentó mucho más de lo esperado.
Los descuentos de fin de verano en transporte público y combustible ayudaron a impulsar una ganancia allí al 10,9%, la tasa general más alta vista en las economías industrializadas del Grupo de los Siete desde que estalló la crisis energética. Italia, los Países Bajos y Bélgica también experimentaron aceleraciones significativas.
Por el contrario, el crecimiento de los precios se desaceleró inesperadamente en Francia y se debilitó mucho más de lo esperado en España.
Con la asistencia de Harumi Ichikura y Barbara Sladkowska.
Lea más en Bloomberg.com