Santiago — El ministro de Hacienda, Mario Marcel, confirmó que la expansión del gasto fiscal para el Ley de Presupuesto de Chile para 2023 estaría entre el 4% y el 5% respecto con el presente año, y que el proyecto será ingresado este viernes, 30 de septiembre, al Congreso.
Aunque los detalles del proyecto serán entregados por el presidente de Chile, Gabriel Boric, este jueves, a las 21:00 horas de Santiago, en una cadena nacional, el jefe de la cartera de Hacienda adelantó que esta propuesta de presupuesto tendrá diferencias “significativas” respecto al correspondiente al año 2022, presentado durante la administración de Sebastián Piñera. Resaltó que, a pesar de que “normalmente el gasto público tiene mucha inercia”, se verán “diferencias” en materia de los énfasis, la estructura, las regulaciones del presupuesto.
Marcel, quien lideró la elaboración del proyecto de Ley de Presupuesto de 2023, dijo que el Gobierno de Chile no solamente quiere gastar o invertir más, sino hacerlo de “mejor” manera y de acuerdo con las prioridades de la ciudadanía. “¿Qué significa esto? Que después de todos los ajustes en los últimos años, todos los vaivenes en política fiscal; el próximo año vamos a tener una expansión real del gasto, la que va a ser mayor especialmente en materia de gasto social, inversión en infraestructura, seguridad ciudadana”, explicó.
También destacó que muchos de los componentes transitorios que se crearon durante la pandemia irán desapareciendo del presupuesto y serán reemplazados por recursos asignados a prioridades más permanentes y que responden a la necesidad de la ciudadanía.
Bajo las expectativas pesimistas para 2023
Distintas proyecciones apuntan a que la economía chilena entrará en recesión en 2023. “¿Por qué el gasto crece en circunstancias que se prevén cifras negativas para la actividad económica? Porque en eso consiste la regla de balance estructural, la cual implica que el gasto público no sigue el comportamiento de la actividad en el corto plazo”, dijo Marcel.
Aclaró que, aun cuando en 2023 se prevé una recaudación tributaria más débil debido a que la actividad será más frágil en los próximos meses, el gasto de Chile se programará de acuerdo con los ingresos de más largo plazo. “Esto, ahora, no incluye el efecto de la reforma tributaria porque esta sigue su curso, la ley de presupuesto tiene que reflejar lo que es la legislación existente y mientras no se apruebe la reforma tributaria no se puede incorporar ni del lado de los ingresos ni de los gastos”.
El ministro de Hacienda defendió su política fiscal, argumentando que este año hicieron el mayor ajuste realizado por cualquier país tras la crisis derivada por la pandemia.
Comparó el déficit estructural generado durante el gobierno de Piñera, en 2021, para asegurar que en el año en curso mostrarán “cifras positivas para el balance estructural” del país. “Ese ajuste fiscal es lo que ha contribuido, y va a contribuir, a la baja en la inflación en los próximos meses, y por tanto ese esfuerzo que hemos hecho durante este año va a tener un impacto en la inflación, en la estabilización de los precios y en la actividad económica hacia adelante”, acotó.