Bogotá — La iniciativa de revivir el día sin IVA propuesta por el Gobierno del presidente colombiano, Gustavo Petro, se podría caer ante la supuesta violación de ciertas cláusulas de acuerdos comerciales globales, según fuentes de la Administración consultadas por Bloomberg Línea y la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
Luego de oponerse a la medida de los días sin IVA y proponer eliminarlos, el ministro de Hacienda colombiano, José Antonio Ocampo, confirmó que estas jornadas de descuentos continuarán, pero ahora se centrarán en los productos colombianos.
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“Le di mi aval a los dos días sin IVA para productos nacionales, una lista específica. Creo que es una buena alternativa, de hecho, ya había estado hablando con Fenalco sobre esa materia. Productos nacionales porque antes los días sin IVA eran para productos importados, ese no es el propósito de un beneficio tributario”, aseguró el ministro Ocampo.
Una de las razones por las que el Gobierno Petro había dicho que se eliminarían los días sin IVA en Colombia era el impacto fiscal que esto significaba para el país al dejar de recibir pagos por el impuesto del IVA en las jornadas de descuento.
El último día sin IVA realizado en el país el pasado viernes 17 de junio dejó ventas por $10,61 billones y un reporte de 7.270.181 transacciones a través de factura electrónica, de acuerdo a cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo.
Estos resultados representaron un aumento del 16,6 % en valor y del 6 % en el número de transacciones respecto de la primera jornada del día sin IVA del 2022 que se realizó el pasado 11 de marzo, de acuerdo a los datos del sistema de Factura Electrónica la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (Dian).
Luego del aval del Ministerio de Hacienda a la iniciativa de revivir los días sin IVA se conocieron varias reacciones sobre la supuesta inviabilidad de la propuesta.
Una de ellas fue la del presidente de Analdex, Javier Díaz Molina, quien aseguró que a pesar de ser una iniciativa “bien intencionada”, esta “desconoce la cláusula de trato nacional de la OMC (Organización Mundial del Comercio) que no permite discriminar en contra de los importados. Esa propuesta se cae fácilmente”.
De acuerdo a los principios del sistema de comercio de la OMC, “las mercancías importadas y las producidas en el país deben recibir el mismo trato, al menos después de que las mercancías extranjeras hayan entrado en el mercado. Lo mismo debe ocurrir en el caso de los servicios extranjeros y los nacionales, y en el de las marcas de fábrica o de comercio, los derechos de autor y las patentes extranjeros y nacionales”.
“El trato nacional solo se aplica una vez que el producto, el servicio o la obra de propiedad intelectual ha entrado en el mercado. Por lo tanto, la aplicación de derechos de aduana a las importaciones no constituye una transgresión del trato nacional, aunque a los productos fabricados en el país no se les aplique un impuesto equivalente”, aclara.
Sobre este tema, fuentes del Gobierno consultadas por Bloomberg Línea y que prefirieron no ser citadas también indicaron que esta propuesta violaría el principio de nación más favorecida (NMF).
De acuerdo a la OMC, este establece que “las condiciones más favorables de acceso que se hayan concedido a un país deben otorgarse automáticamente a todos los demás participantes en el sistema”.
“Esto permite que todos se beneficien, sin necesidad de nuevas negociaciones, de las concesiones que puedan haber sido convenidas entre importantes interlocutores comerciales con una gran capacidad de negociación”, señala.
Por lo anterior, la fuente del Gobierno comenta que no pueden dárseles protecciones especiales tributarias a los productos nacionales y que venderlos con impuestos distintos a los artículos extranjeros viola los TLC.
A propósito de esta discusión, el director Investigaciones Económicas de la firma de soluciones financieras Corficolombiana, José Ignacio López, aseguró que si bien “hay buenos argumentos económicos en contra del día sin IVA (regresivo, gasto tributario, débil instrumento de estímulo, entre otros)”, también “es cierto que algunos de estos argumentos se basan más en supuestos que un estudio de los efectos observados”.
“Ejemplo: los datos de algunas jornadas sugieren que no fueron regresivos. Valdría la pena un estudio de las jornadas anteriores antes de aprobar nuevos días sin IVA, pero si los resultados de los estudios desafían el análisis convencional, podrían ser una opción”, sugirió.